Llevo unos 6.500 Km con los neumáticos de invierno (Michelin Primacy Alpin) y todavía no había podido conducir en situaciones de nieve profunda. En la provincia de León me encontré una capa muy fina de nieve (1 o 2 cm) en los que la huella del neumático levantaba la nieve y dejaba el asfalto a la vista. La semana pasada, cerca de La Granja (Segovia) me encontré con una buena nevada en las que probar que tal funcionan los neumáticos de invierno en nieve profunda, es decir, cuando en ningún caso se ve el asfalto y siempre se pisa sobre nieve o hielo.
Conducción en nieve profunda y hielo
Cuando la nieve cubre completamente la carretera (varios centímetros, es decir, no se ve el suelo en ningún momento) se hace obligatorio el uso de cadenas (de hierro o tela) o el uso de neumáticos de invierno. La ley permite circular con neumáticos marcados con M+S como sustituto de las cadenas. Según las encuestas, el 80% de los conductores no saben poner las cadenas o no lo han hecho nunca.
Características de la conducción con cadenas:
-Baratas (entre 30 y 120€ aproximadamente)
-Excelente tracción en hielo.
-Dificiles y engorrosas de poner.
-Ponerlas puede suponer un riesgo, puesto que se suele hacer en un arcén y te pueden atropellar.
-No se puede circular a más que a velocidad muy reducida (unos 30 km/h)
-Vibran, hacen ruido, pueden provocar desperfectos en el coche.
-Incompatibles con el ESP y control de tracción.
-Ocupan espacio y peso en el maletero (y hay que acordarse de llevarlas, claro)
– Normalmente solo se equipan en el eje que tiene tracción (casi siempre en el eje delantero) por lo que la estabilidad en curva o frenando es muy limitada (riesgo de trompos o salidas de vía al girar o frenar bruscamente).
Como ya os he ido contando a lo largo de estos meses conduciendo con neumáticos de invierno, su utilización no se limita sólo a «cuando nieva», sino que funcionan muy bien en superficie mojada y pierden adherencia con el frío. A cambio, la adherencia en suelo estrictamente seco es algo menor y son algo más caros.
Pero sin duda alguna, la mayor ventaja del neumático de invierno es cuando el suelo se cubre con el manto blanco. La tracción que ofrecen es excelente, pudiendo subir cuestas pronunciadas, coger curvas a velocidad moderada con seguridad y por supuesto frenar con muchísima más seguridad que con el neumático de verano. Eso si, los milagros no existen, ya que cuando la nieve estaba muy pisada y aparecía el hielo, los derrapes resultaban inevitables.
Durante la nevada no vi más que otros dos vehículos con neumáticos de invierno. Es fácil saberlo…salvo los todoterrenos o algún SUV con neumáticos mixtos, los únicos coches que circulaban con soltura eran los que llevaban neumáticos de invierno. Es una lástima que la ventosa de la cámara se despegue con el frío y no haya podido grabar un video decente, es una experiencia gratificante ir «abriendo camino» por la nieve y me hubiera gustado compartir las imagenes con vosotros.
Resumiendo, en nieve profunda o hielo, las cadenas solo serán mucho más útiles que los neumáticos de invierno en caso de que haya que ascender una pendiente con superficie helada, donde el hierro se clava en el hielo. Para el resto de ocasiones, con el neumático de invierno debería ser suficiente. Además, el neumático de invierno permite circular a velocidad mucho más alta y permite al ABS y el ESP funcionar correctamente, con lo que la seguridad se incrementa.