Nuevo BMW X4, SUV coupé en frasco pequeño

En 1999 llegó el BMW X4, el primer SUV de la marca, seguido del BMW X3, recién renovado, en 2003. Cinco años después, al comienzo de la crisis, en 2008, llegó el BMW X6, con su peculiar estampa que mezclaba con un X5 con un coupé, algo nunca visto hasta la fecha, algo que ahora volveremos a ver como el nuevo BMW X4, misma idea, pero menor tamaño. BMW no lo llama SUV, sino SAC, acrónimo de Sport Activity Coupé.

El diseño es tal y como lo imaginábamos, una especie de mezcla entre BMW X3 (modelo en el que se basa) y BMW Serie 4, en el frontal y en la zaga respectivamente. La vista lateral, en cambio, resulta muy similar al BMW X6, el modelo del cual surge la idea. El interior de este BMW X4 lo hemos tenido delante de nuestras narices durante un mes, puesto que es idéntico al del X3 y todas las versiones se ofrecen con configuración de cinco plazas.

Podemos considerar que el BMW X4 es la versión más desenfada del más tradicional X3. Mide 4,67 metros de largo, poco más que el X3, aunque donde se encuentra la diferencia es en la altura, 36mm menor, llegando a los 1,62 metros. Esta disminución, unida a la fuerte caída del techo para dotar a la carrocería de aspecto coupé mermarán la habitabilidad de las plazas traseras. Quien las necesite, siempre podrá optar por el X3. El punto más alto del techo se encuentra sobre los asientos delanteros, por lo que delante no habrá problemas de habitabilidad.

En el interior, que ya hemos dicho que es un calco al del X3, BMW ha tenido en cuenta que se trata de un coupé, por lo que los asientos delanteros van colocados 20mm más bajos y los traseros 28mm. Sigue habiendo menos espacio, pero se conseguirá una postura de conducción algo más cercana a la de una berlina. El maletero cubica 500 litros, ampliables a 1.400 si abatimos los respaldos de los asientos posteriores, que posibilitan esta acción de forma 40:20:40, aportando un plus de versatilidad a las plazas traseras. El portón trasero es de accionamiento eléctrico, de serie.

No falta el Pack M

Es un BMW y por tanto no puede faltar el Pack M, que dota al nuevo BMW X4 de una estética más deportiva gracias al kit aerodinámico exterior y a las llantas, además de una suspensión con reglaje deportivo. El pack M ofrece un color exclusivo llamado Melbourne Rot, que es el que luce la unidad de las imágenes. Para quien tenga unos gustos más «relajados» existirán líneas de equipamiento adicionales como la xLine, característica de los SUV de la bayerische.

Siguiendo con el equipamiento, el BMW X4 podrá disfrutar de una extensa lista de opciones, exactamente la misma que el X3. Algunos elementos de serie serán el portón eléctrico, el volante de cuero con levas, el sistema de emergencia eCall o los sensores de aparcamiento posteriores. Todos sabemos que BMW no destaca por equipar mucho sus coches de serie.

De forma opcional se nos abre un mundo que contempla varios navegadores, Head-Up display a color, control de crucero adaptativo con función Stop & Go, cámaras periféricas, avisador de cambio involuntario de carril, iluminación delantera LED o conmutación automática entre luces cortas y largas.

Seis mecánicas, todas xDrive

La gama mecánica del nuevo BMW X4 estará compuesta por seis motorizaciones. Tres diésel y tres gasolina. Las potencias van desde los 184CV del X4 xDrive20i hasta los 313CV de 3.0 biturbo del xDrive35d. Todos los modelos utilizan la caja de cambios Steptronic de ocho velocidades y tracción total, salvo el diésel menos potente (XDrive20d) que con 190CV puede optar al cambio manual de seis relaciones.

Todos los motores equipan las tecnologías BMW EfficientDynamics, que incluye Stop&Start, conducción a vela en los automáticos, recuperación de la energía de frenado y neumáticos de baja resistencia a la rodadura. Las seis mecánicas cumplen la normativa Euro 6, como cabría esperar.