La corta duración de una clasificación siempre suele ser un mero trámite frente al plato fuerte que es la carrera, más aún en esta temporada 2014 con los Mercedes tan fuertes, pero cuando el único parámetro que no controlan los equipos es el clima ese trámite llega a ser espectacular para el espectador.
Poco tiempo, lluvia intermitente y una mala decisión puede dar al traste con todo el fin de semana y no hemos tardado mucho para verlo. En la propia primera tanda, la Q1, Ferrari apagaba el poco fuego que le quedaba naufragando con una mala elección de los neumáticos y un mal momento para lanzarse a pasar a la Q2 con la tranquilidad habitual.
Ese naufragio se ha tornado en catástrofe dado que ninguno de los dos Ferrari ha conseguido pasar, Alonso saldrá 17º por las sanciones de los accidentados Sauber, mientras que su compañero Kimi Raikkonen todavía está muy lejos de lo que un día fue y tampoco logró batir el tiempo de la Q1. Algo parecido le ha pasado a otro histórico de este deporte, Williams tampoco conseguía pasar de tanda y sus dos pilotos, Bottas y Massa también eligieron malamente.
Pero como toda moneda tienes dos caras, la parte buena le tocó al equipo Marussia conseguía pasar ambos coches a la siguiente ronda gracias a su valentía y algo de fortuna, dejando eliminados a ambos Williams, los dos Ferrari, los dos Caterham y el Sauber de Adrian Sutil que dejó en la cuneta no consiguieron pasar a la Q2.
En esta segunda tanda los nervios se calmaban un poco y los monoplazas conseguían realizar varias vueltas para pasar el corte y poder luchar por la pole. Todo marchaba según los cánones de una calificación normal, los Lotus Renault no conseguían dar el tiempo en parte por los problemas de motor de Maldonado, ajenos esta vez a su culpa y Esteban Gutiérrez sacaba su Sauber fuera de pista, quizás por imitar a su compañero de equipo en la Q1.
Pero lo mejor de esta segunda tanda ha sido ver a los dos Marussia peleando de tu a tu contra el resto de monoplazas y con un genial Jules Bianchi que por un momento, metía la ilusión de entrar en la Q3 a su equipo aunque finalmente Bianchi partirá 12º, la mejor posición para Marussia en su historia.
Ya en la Q3, el verdadero trámite llegaba, pero las nubes reclamaban la mirada expectante de los aficionados y la tensión de los equipos. Ante esa amenaza en forma de gotas, los más listos salían nada más el tiempo empezara a correr. Gracias a ello, Sergio «Checo» Pérez pudo soñar con un podio clasificatorio que tiraría por la bandera a cuadros.
No obstante el nerviosismo se apoderaba de los equipos por completo, unos por la oportunidad de salir delante y otros por perder las posiciones que normalmente ocupan. Sea como fuere, las radios de los equipos comentaban que la lluvia volvía tímidamente sobre los aledaños a la curva Stone cuando rozábamos el ecuador de la última parte de la clasificación, pero paraba cuando parecía que todo iba a quedar en tablas a falta de cinco míseros minutos.
En ese instante, los equipos apuraban los segundos para conseguir salir con la pista los más seca posible, tanto que el pobre Sergio Pérez comenzaba su vuelta con el tiempo cumplido, inutilizando ese intento y casi contagiando ese error a los dos pilotos de Mercedes. Uno de ellos sería el mayor perjudicado ya que es el único que puede molestar el apacible título de Nico Rosberg. Lewis Hamilton el cometía un error en su última vuelta que dejaba su anterior tiempo como bueno relegándolo a la 6º posición.
Así dejaba vía libre para que Nico Rosberg consiguiera una nueva pole, permitiendo a su compatriota alemán Sebastian Vettel volver a una primera línea tan conocida para el. En 3º posición se colaba Jenson Button y su casco rosa en homenaje al color que siempre vestía su padre, en todas las carreras. Junto a él, compartirá segunda línea Nico Hulkemberg y su Force India, seguido por Magnussen, Hamilton y su enfado, Pérez, Ricciardo que se quedó sin salir al último intento y cierran ambos Toro Rosso con Kvyat y Vergne respectivamente.
Así ha sido la clasificación de este emblemático circuito y sus famosas curvas rápidas. Ahora solo me queda desear que las nubes vuelvan a reclamar protagonismo sobre el circuito en beneficio de nuestro propio espectáculo.