Prueba Nissan Qashqai 1.2 DIG-T Tekna 4×2, diseño exterior e interior

El nuevo Nisasn Qashqai lo tiene realmente complicado para seguir los pasos de su antecesor en Europa. Todo un referente en el mercado, el modelo anterior ha logrado colarse entre los más vendidos en términos generales y por supuesto líder indiscutible de su categoría. ¿Logrará el nuevo Qashqai ser un digno sucesor del modelo que vio la luz en el 2006? Para intentarlo luce una estética muy agradable mejorando a la vez todas las cotas de habitabilidad, ofreciendo un equipamiento más abundante, unos interiores de más calidad y todo ello a un precio contenido.

Los ingredientes son los adecuados para el éxito, vamos a analizar el SUV de Nissan con el único motor gasolina que de momento hay en la gama el 1.2 DIG-T de 115 CV, turbo y un consumo moderado.
La lucha en el segmento de los crossover, SUV, todocaminos o como lo quieras llamar es despiadada y sin cuartel, no vale cualquier cosa para llevarse una porción de ventas. Nissan obtiene más ingresos con el Qasqhai que con el resto de su gama junta,  es fácil imaginar que lo ha dado todo en la fabricación de este nuevo coche.

Un diseño precioso con aire de familia

A la hora de comprar un coche, la mayoría de los conductores hacen sus cuentas, barajan los diferentes coches que encajan en sus necesidades, los equipamientos disponibles… y finalmente se olvidan de todo eso y compran simplemente el coche que les gusta. Nissan lo sabe muy bien y por eso han trabajado a fondo la estética del nuevo Qashqai.

Realmente es un diseño bastante “conservador” ya que resulta fácil reconocer al antiguo Qashqai en los trazos principales y las proporciones. Las dimensiones han cambiado poco: es algo más largo (+47 milímetros), más ancho (+20 milímetros) y bajo (-15 milímetros). También se ha reducido la altura libre al suelo por lo que es más coche y menos SUV que el modelo precedente. Además, pese al aumento de equipamiento también es más ligero, con una media de 40 a 90 kg menos como mínimo según versiones.

El frontal es la parte que más llama la atención con un poderoso aspecto predominado por la parrilla en forma de V muy bien integrada con los nuevos faros que incluyen unas luces diurnas LED de diseño rasgado. Para mi gusto es más deportivo y transmite más fuerza que cualquiera de los modelos anteriores, sin perder por ello elegancia ni empaque. Eso es lo que un buen porcentaje de propietarios de SUV suelen buscar, reafirmar su posición “dominante” en la carretera con un diseño que emane fuerza.

La línea lateral resulta más discreta, destacando únicamente por los típicos bordes cromados y principalmente por unos grandísimos pasos de rueda musculados capaces de albergar llantas de gigantescas proporciones. No en vano Nissan piensa que el calzado de 17 y 19 pulgadas se va a llevar alrededor del 75% de las ventas.

La parte trasera es ahora mucho más angulosa y afilada, predominada por unos pilotos rasgados y un alerón de generosas proporciones. El parachoques luce una buena cantidad de plástico negro en la parte inferior, pero a mi juicio no destaca de forma negativa; al contrario, me parece bastante acertado y ya de paso contribuirá a mejorar la vejez, protegiendo de los inevitables raspones que vendrán con el paso del tiempo.

Un interior sobrio y de calidad

El atractivo y “potente” diseño exterior no se transmite completamente al interior. Supongo que es difícil construir un interior muy llamativo y atractivo con la suficiente calidad sin disparar el precio, por eso Nissan ha optado por un diseño sobrio, materiales suficientemente buenos con ajustes y ensamblado de calidad.

Prácticamente todo lo que queda a la vista es nuevo y luce un aspecto y tacto mejorado respecto al anterior Qasqhai. Destaca el cuadro de mandos con una excelente pantalla a color TFT de 5” integrada perfectamente entre los dos relojes principales. Esta pantalla es de serie en toda la gama y permite manejar prácticamente la totalidad de menús, informaciones y opciones del coche, aparte de otras informaciones como el equipo de música y los sistemas de ayuda a la conducción.

Nuestra unidad de pruebas contaba con una pantalla táctil de 7” en la consola central (no disponible en los dos acabados mas básicos), que sirve de navegador y hace las veces de cámara para la visión 360º ya conocida en Nissan. Aunque la marca la denomina “antirreflectante de alta definición”, lo cierto es que el primer adjetivo se lo pueden ahorrar ya que como en la mayoría de los coches actuales, cuando el sol incide no puede verse nada en la pantalla. La “alta definición” resulta correcta y permite disfrutar de la cámara frontal, trasera y laterales de forma eficaz.

Una vez sentados en el puesto de mando se percibe que Nissan también ha trabajado los asientos delanteros, bastante simples en el modelo anterior. Resultan ahora más cómodos y permiten hacer kilómetros sin problemas, pese a que tampoco gozan de mucha sujeción lateral.

Aunque con el metro en la mano las dimensiones no son mucho mayores que en el “viejo” Qasqhai la sensación de amplitud ha mejorado notablemente. Los reglajes del asiento del conductor (eléctricos en algunas versiones) son suficientemente amplios como para acoger tallas diferentes sin problemas.

Las plazas traseras también han mejorado, destacando el aumento del espacio para las piernas, fruto de una mayor batalla del coche. Pese a la disminución en altura total del coche y el techo solar de nuestra versión de pruebas, no había problemas de altura libre al techo. En general todo el habitáculo tiene un espacio suficiente para cuatro o incluso cinco personas, situándose en el punto medio de la categoría.

Un maletero mucho mejor aprovechado

Un coche como éste no puede prescindir de un buen maletero. Nissan se ha esforzado para ofrecer ahora 439 litros, mejorando notablemente la cifra del anterior modelo. Al igual que con el resto del habitáculo, se sitúa en la media de lo que ofrece la competencia. Cabe destacar que según equipamientos puede llevar una doble bandeja para “tabicar” el maletero o simplemente para crear un útil doble fondo. Dicha bandeja es reversible, tapizada en moqueta por un lado y por un material sintético de fácil limpieza por el otro, algo de agradecer si vamos a ensuciar el maletero.

Por el momento Nissan ha desechado la idea de volver a fabricar un Qasqhai+2 de 7 plazas. Si un cliente necesita más de 5 asientos para su futuro SUV deberá optar por comprar el nuevo Nissan X-Trail o buscarse un coche de la competencia.

Una gama de motores escasa pero suficiente

Mientras que algunas marcas se esfuerzan en montar motores para todos los gustos en sus coches, otros fabricantes como Nissan dividen su gama de propulsores de forma mucho más simple. De momento en el Qasqhai solo podemos elegir dos motores Diésel (1.5 y 1.6 dCi de 110 y 130 CV respectivamente ) y uno de gasolina (1.2 DIG-T de 115CV). En breve está previsto que el Qasqhai pueda montar el motor de gasolina 1.6 DIG-T de 150 CV.

Todos los modelos llevan de serie una caja de cambios manual de seis velocidades y tracción delantera, salvo el 1.6 dCi que podrá llevar en opción una caja automática de variador continuo XTRONIC o tener tracción 4×4. Remarcar que si se elige la tracción total tendrá que llevar cambio manual y si se quiere automático tiene que ser necesariamente tracción delantera.

Mañana os contaremos que tal se mueve es coche y el resultado que da el motor de 1.2 litros turbo de gasolina.

Puedes encontrar más informacion sobre el Nissan Qashqai en el apartado de impresiones de conducción.