Lo más divertido de la presentación Michelin Energy Saver (parte II)

Ya decía que la segunda parte de la prueba fue la mejor; casi en el alto de Navacerrada intercambié el coche con Hunadieres. Él conducía un Volvo C30 D5, con lo que el cambio que hice fue muy bueno 🙂

Hunaudieres posa sonriente con el C30 de la prueba

Nuestro C30 llevaba 2.4 litros turbo de cinco cilindros y 180 CV me permitieron exprimir a fondo los Energy Saver en medida 205/55/R15.

Tan entusiasmado estaba con lo que llevaba entre manos que me olvidé, literalmente del cruce que había de tomar, justo al coronar el puerto. Al cabo de un rato me crucé con un Mazda 2 con las pegatinas de Michelin; “a este le ha gustado el puerto y lo va a volver a subir…” pensé. Pero no, era otro que se había equivocado igual que yo, sólo que él se había dado cuenta antes; unos km más adelante empecé a sospechar que me había desviado de la ruta, y cuando ví un cartel que decía “Segovia a 9 Km” ya no tenía ninguna duda :-). ¡¡Media vuelta!!

Lo que antes había bajado ahora tocaba subirlo, y …¡vaya que si subía! El coche iba como un auténtico misil y la sensación de seguridad era total. Además, el ESP estaba ahí para ayudarme si cogía algún giro de manera “poco ortodoxa”. A mitad de camino de vuelta empezó a llover. Mejor, así pudimos comprobar la adherencia del nuevo neumático en ese momento tan crítico que se produce con las primeras gotas, cuando la suciedad de la carretera se mezcla con el agua y se forma una “pasta” muy resbaladiza.
Durante el trayecto de montaña no hubo ni la más mínima incidencia ni el coche hizo ningún extraño, pese a que lo apretamos bastante. Una imagen vale más que mil palabras; el siguiente video habla por si mismo.
Como curiosidad, el Volvo C30 tiene un dispositivo que desconecta el control de tracción cuando la temperatura de los frenos es muy elevada, no sé si para proteger el sistema o porque la marca no te garantiza que el control de tracción vaya a funcionar correctamente en estas circunstancias. Esto hizo que durante el ascenso al puerto, el Volvo quemara neumático a la salida de los virajes más cerrados haciendo la subida aún más divertida.

Por tanto, buena nota para este neumático cuando se le exige. Finalmente realizamos unas decenas de km por autovía a ritmo normal. Como ya he dicho, es difícil dar un veredicto sin haber probado los coches con otros neumáticos (tampoco soy un experto probador), pero en conjunto el resultado me pareció muy, muy bueno.

Al llegar a la Quinta del Jarama bajé a comprobar cómo habían sufrido los neumáticos esos 200 Km de tortura de montaña y únicamente se apreciaba un leve desgaste uniforme. La buena puesta a punto del coche seguramente también tenga mucho que ver, pero he visto neumáticos deportivos casi “volatilizarse” tras un uso semejante. Claro, que estamos comparando neumáticos deportivos con un Energy Saver, que tiene un compromiso de funcionamiento diferente, enfocado a la duración y el ahorro más que a la deportividad.


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  1.   Javier Costas dijo

    Luego me llaman loco y cafre a mi… De los frenos del A3 no salió humo hombre… sólo empezaron a oler.

  2.   Luis Gaton dijo

    En realidad es un efecto especial…como el humo de las verbenas, ya sabes…por dar ambiente a la prueba xD