Este pasado sábado tuvo lugar un evento que levantó pasiones entre los aficionados del mundo del motor. La Monster Jam 2016 llegaba a Madrid y ya lo sentíamos desde que vimos cómo se preparaba. Este año llegaba cargada de novedades y con 10 protagonistas dispuestos a darlo todo sobre la arena para ganar. Ellos eran El Toro Loco, Scooby-Doo, Monster Energy, El Diablo, Blue Thunder, Monster Mutt Dalmatian, Captain’s Course, Son Uva Digger, Max-D y Grave Digger.
Antes del show muchos aficionados se dejaron caer por la Pit Party. Se trata de una manera eficaz de acercar al público a los coches y los pilotos. Desde las 15:30 hasta las 17:30 se abría el Estadio Vicente Calderón a una parte del público dando la oportunidad de pasear por la arena. Allí se pudieron fotografiar con los monster trucks favoritos, además de que los pilotos les firmaran un autógrafo.
Pero esta ‘fiesta’ se acababa rápido y daba paso al plato fuerte, arrancaba la Monster Jam. Lo hacía con la prueba de velocidad, una competición en la cuál se enfrentaban los pilotos por parejas dando dos vueltas al circuito improvisado. En la calificación se quedaron dos vehículos fuera, ya que pasaban los ocho mejores tiempos. Tras esto llegaban las eliminatorias, en unos cara a cara trepidantes hasta llegar a la final.
En las semifinales se juntaron los cuatro coches más rápidos de la tarde: Blue Thunder, Grave Digger, Monster Energy y Son Uva Digger. Tras dos choques igualados se llegaban a la final entre Blue Thunder y Son Uva Digger, en la que se imponía el ‘trueno azul’, que llevaba arrasando todas las rondas. El piloto Todd Leduc recogía el primer premio de la noche y tenía un gesto con la afición subiendo a la grada y regalándolo entre los asistentes.
Hubo un pequeño descanso para seguir preparando la velada y los monster truck. A la vuelta asistíamos a una pequeña demostración de motocross freestyle, esta vez llevada a cabo por vehículos de dos ruedas. Ocho pilotos profesionales se enfrentaban a dos rampas móviles y dejaban a algunos con la boca abierta con sus trucos espectaculares. Por supuesto, no podían faltar algunos backflips para motivar al público.
Después de esto volvían los protagonistas de cuatro ruedas con una nueva competición: la de los ‘donuts’. Y exactamente consistía en eso, en derrapar en círculos de la mejor manera posible. Las claves eran volver a la posición inicial, la velocidad o el número de giros. También se enfrentaron de dos en dos y esta vez era el público el que elegía el ganador haciendo el mayor ruido posible.
Max-D nos tenía preparado algo especial para esta noche. Había dos vehículos suyos en pista esa noche y uno de ellos era para llevar a cabo una acción que no habíamos visto hasta ahora. El piloto tenía que atravesar una pila de ocho coches y la gente lo animaba con entusiasmo. Tras coger carrerilla, Max-D saltaba y chocaba sin piedad con los vehículos apilados, atravesándolos sin mayor problema.
Tras ello llegaba la guinda del pastel, la competición más importante y esperada por todos: el Freestyle. En esta prueba cada piloto tendría un tiempo de 90 segundos (60 + 30 de adicional) para hacer todos los saltos y trucos que quisieran. La actuación sería puntuada por los jueces del 1 al 10 quitando la menor y la mayor puntuación por lo que podrían obtener un máxima de 40 puntos. Un juez especializado puntuaba del 1 al 5 los 30 segundos de tiempo adicional.
Comenzaba Monster Mutt Dalmatian con una puntuación de 27 puntos, que poco después era eclipsada por Monster Energy, que dejaba el pabellón bien alto con sus 36 puntos. Le llegaba el turno a Captain’s Course que completaba una actuación muy completa y abría la veda con los backflips. Se quedó corto y terminó boca abajo, teniendo que remolcar el coche, pero aún así conseguía 28 puntos.
El Toro Loco llegaba con ganas de dar espectáculo, pero su coche se quedaba parado por un fallo mecánico, una lástima. Era el turno de Blue Thunder que quería repetir victoria y que conseguía la primera posición con 38 puntos y una gran secuencia de saltos. Saltaba al ruedo Scooby-Doo aunque no conseguía estar a la altura de otros rivales y terminaba con una puntuación de 29 puntos.
El Diablo volvía a poner la emoción con un nuevo intento de backflip. Sin embargo, se saldaba de la misma forma que el anterior y no conseguía completar el giro. Sacaron su monster de la pista mientras le daban 31 puntos. Llegaban los pilotos de mayor carisma y Son Uva Digger demostraba que es un buen heredero. Los vuelos eran de muchos metros y aprovechaba su actuación, hasta que en un aterrizaje se le partía uno de los ejes dejándole sin rueda. Aún así se ponía primero con 39 puntos a su valentía.
Turno para Max-D, otro de los prometedores que lo estaba haciendo bien hasta que se quedó boca arriba tras uno de los saltos y su coche ardía un poco ante la expectación del público. La esperanza estaba puesta en la leyenda, Grave Digger salía a por todas pero su actuación se veía truncada ante un vuelco inesperado. La velada terminaba coronando a Ryan Anderson, campeón del Freestyle, que repetía el título que ya se había llevado una semana antes en Barcelona.
