Prueba nuevo BMW X6 M50d, el SUV diésel de 381 caballos

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El BMW X6 fue un pionero. Lanzado en 2008 y con más de 260.000 unidades a sus espaldas, se le considera el primer Sport Activity Coupé (SAC) o lo que viene siendo lo mismo, un SUV coupé. Tanto en su primera generación como en la recién lanzada segunda generación, la que hemos podido probar ahora, es un coche derivado del BMW X5, pero con una puesta a punto más deportivo y su peculiar estética, que mezcla tintes SUV con una caída de techo propia de un coupé.

Este modelo ha servido para crear un nuevo nicho de mercado, el de los SUV coupé. BMW ha continuado explotándolo con su hermano pequeño, el BMW X4, mientras que el Mercedes GLE Coupé será el primer rival para el modelo bávaro. Para estrenar esta segunda generación del X6 nos hemos puesto al volante de su versión diésel más potente, el BMW X6 M50d, con un motor 3.0 de seis cilindros en línea con triple sobrealimentación y 381 caballos.

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Pese a que el nuevo BMW X6 pueda parecernos un modelo algo continuísta, lo cierto es que se han llevado a cabo importantes cambios. El diseño adopta unos trazos más afilados, en consonancia con el citado X5, pero la carrocería crece 32mm de largo y 23mm de alto, hasta conseguir unas dimensiones exteriores de 4,91 metros de largo, 1,99 de ancho (2,17 con espejos) y 1,70 metros de altura.

Pese a no ser un coche ideado para el campo, tiene una altura libre al suelo de 21 centímetros, dos más que antes, y una profundidad de vadeo de 50 centímetros. Sus ángulos de ataque y salida son de 25 y 22,5º respectivamente, mientras que el ventral es de 20º. Estas cifras son claramente mejorables, aunque no es preocupante en un X6, principalmente orientado al asfalto y con suficiente altura libre como para andar por caminos en mal estado.

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Se ha conseguido una mayor habitabilidad para las plazas traseras, que tienen ahora más espacio para la cabeza y carecen de túnel central, haciendo más cómodo que viajen tres pasajeros, aunque lo ideal es que en las plazas traseras vayan dos personas, al ser el asiento central más duro e incómodo. Pese a la prominente caída del techo, personas altas podrán acomodarse en los asientos posteriores, aunque no sobrará mucho espacio para la cabeza.

El acceso a las plazas posteriores es mejorable, por la fuerte caída del techo y porque las puertas no abren en demasiado ángulo. La visibilidad por la luneta trasera tampoco es mala. En estos aspectos el BMW X6 está mejor resuelto que el X4, pero es por una simple cuestión de tamaño.

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El interior se mantiene clásico como en todo BMW. Se asemeja en los trazos generales al modelo al que sustituye, aunque su diseño es más moderno y se emplean materiales de mayor calidad. Uno de los elementos más llamativos es la nueva pantalla de 10,2″ del equipo multimedia. La calidad de los materiales y ajustes es soberbia y los controles son muy intuitivos. Todos es muy ergonómico en las plazas delanteras, con la salvedad del botón del elevalunas del copiloto, que está demasiado adelantado en la puerta obligando a estirarse para accionarlo.

El maletero ofrece 580 litros de capacidad, 10 más que antes y 70 menos que el BMW X5. El portón es de accionamiento eléctrico. La boca de carga queda alta, aunque enrasada con el suelo. El piso se puede levantar (queda sujeto por un amortiguador) y debajo hay un hueco generoso donde poder llevar otros bultos, además de las herramientas del vehículo y los triángulos de emergencia.

Conduciendo un diésel de tres turbos

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Llegado el momento de comenzar la prueba dinámica, nos acomodamos en el asiento y lo regulamos en sus infinitas posiciones, así como la columna de dirección (eléctrica) y los retrovisores. Preparados para iniciar la marcha, pulsamos el botón de arranque y el motor de seis cilindros en línea con tres turbos cobra vida. Es claramente un motor diésel, muy redondo pero diésel. Cabría esperar un sonido más deportivo al ralentí, pero no, es bastante discreto.

Iniciamos la marcha, sin prisa, y vamos comprobando como la suspensión es dura, pero no seca. Es importante que un coche de más de 100.000 euros mime a sus ocupantes. Circulamos en el modo de conducción Confort, con una entrega de potencia suave y un cambio automático de ocho velocidades con transiciones casi imperceptibles. Podemos manejarlo manualmente con las levas tras el volante (demasiado grueso), pero no es el momento.

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A la hora de incorporarnos a la autovía, llega el momento de probar la aceleración. Seleccionamos el modo conducción Sport y aceleramos sin contemplación. Los 381 caballos de potencia y 740 Nm de par hacen su trabajo, alcanzamos los 120 con una facilidad extrema y el velocímetro no se opone a seguir levantando la aguja. Lo cierto es que BMW ha hecho un gran trabajo con este motor, que resulta progresivo. Hay una patada de empuje, sí, pero es desde el momento en el que pisamos a fondo y se mantiene hasta la siguiente marcha. Nos daremos cuenta de su capacidad de aceleración al mirar el velocímetro.

La potencia del X6 M50d es descomunal, siendo uno de los motores diésel más potentes que podemos encontrar en el mercado. Ciertamente te pega al asiento mientras que las marchas van subiendo sin parar, rápidamente y con pequeños golpes. Aquí el sonido es mucho más bonito y llamativo, ojala todos los diésel fuesen así. La caja automática deportiva de BMW es una de las mejores del mercado y no hace falta tener un X6 para disfrutar de ella, ya que se puede montar en prácticamente toda la gama del fabricante bávaro.

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Al afrontar zonas de curvas la verdad es que el BMW X6 M50d no aparenta ser un coche tan grande como es. Tiene un buen comportamiento, con una gran estabilidad y pocos balanceos de la carrocería. Se nota la puesta a punto firmada por M Performance. El asiento sujeta a la perfección y la dirección tiene un muy buen tacto. Además gusta que la postura de conducción sea baja en comparación con otros SUV, aunque es evidente que vamos más altos que en la mayoría de coches.

La toma de contacto es muy breve y tenemos que probar el coche en distintas condiciones, así que optamos por juguetear con los modos de conducción un poco más. Si seleccionamos Eco Pro notamos como se vacía el establo. La dirección es más blanda y la respuesta del motor cambia de forma radical. Para conseguir una buena aceleración y forzar al coche a un cambio de marcha casi tenemos que pisar a fondo. Si hacemos eso en el modo Sport, Pegasus nos espera. El modo Confort es el más equilibrado para un uso diario.

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El BMW X6 M50d tiene un cuadro de relojes digital, que muestra las informaciones de forma distinta según el modo de conducción. El cuentarevoluciones deja lugar a un económetro en el modo Eco Pro, mientras que en el modo Confort ya tenemos un cuentavueltas normal, que se mantiene en los modos Sport y Sport +. En estos dos el velocímetro es una gran esfera con fondo rojo y grandes números en blanco, mientras que en los dos modos más conservadores se muestra un reloj más clásico.

Precios y equipamientos para España

Motor Cambio Combustible Precio
xDrive35i 306 CV AT 8v Gasolina 74.800€
xDrive50i 450 CV AT 8v Gasolina 99.600€
xDrive30d 258 CV AT 8v Diesel 75.300€
xDrive40d 313 CV AT 8v Diesel 79.000€
M50d 381 CV AT 8v Diesel 106.600€

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Al igual que los últimos lanzamientos de BMW, el nuevo X6 ofrece un mayor equipamiento de serie, en consonancia con sus tarifas elevadas. Así, todos los modelos equipan portón trasero eléctrico, faros bi-xenón, llantas de aleación de 19″, tapicería de cuero, climatizador bizona, espejo retrovisor fotosensible, cámara de aparcamiento con Surround View, llamada de emergencia y asientos posteriores abatibles en tres partes. Mecánicamente todos los X6 equipan la tracción total xDrive y la caja de cambios automática deportiva de ocho velocidades.

El equipamiento opcional es realmente abundante y ofrece elementos como control de crucero adaptativo, faros LED adaptativos, Head-Up Display, visión nocturna, televisión, equipos de sonido mejorados, techo solar y sistema de entretenimiento en las plazas traseras como elementos destacados. A nivel dinámico el X6 ofrece dirección adaptativa, distintas suspensiones, barras estabilizadoras activas y el sistema Dynamic Performance Control con distribución variable del par de tracción entre las ruedas posteriores. Algunos elementos no están disponibles en todas las versiones.


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  1.   Samuel Suarez Perez dijo

    Los único que no me gusta de ese coche es la traccion que no es igual que land rover,por lo demás esta perfecto