Contacto: Opel Astra OPC

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Menudas ganas tenía yo en la presentación de la Gama Opel 2013 de llegar al plato fuerte de la jornada, el Opel Astra OPC. Bajo el capó de este Astra, que cuenta con una estética diferenciada y agresiva, hay un bloque 2.0 turbo gasolina que entrega nada menos que 280CV a las ruedas delanteras a través de una caja de cambios manual de seis relaciones. Casi casi como los Opel Mokka y Astra Sedán que conduje minutos antes.

La toma de contacto fue muy muy breve, pero suficiente para comprobar que el Opel Astra OPC es capaz de ofrecer diversión. La unidad probada estaba equipada con neumáticos de invierno, y por eso en las fotos no aparece con las características llantas del Astra OPC, perdiendo bastante en cuanto a agresividad y acercándose más al 2.0 CDTI BiTurbo en imagen.

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El recorrido para el Opel Astra OPC incluía un pequeño tramo urbano y carreteras con curvas en buen estado. Sin duda me quedó muy claro que la ciudad no es el hábitat natural del OPC, principalmente por la dureza de las suspensiones. A pesar de equipar el chasis adaptativo FlexRide y de tener tres modos su naturaleza deportiva es evidente y los badenes e imperfecciones del asfalto resultan siempre secos. Por no hablar de que si los citados badenes son grandes de nada nos servirán los 280CV, porque vamos a tener que pasar muy despacio para no rozar. En carretera la cosa ya es diferente, puedes exprimir al coche y sentir en tus carnes y en los movimientos de los bártulos del maletero que el coche acelera con contundencia. A partir del entorno de las 1.800 vueltas es cuando realmente despierta, siendo capaz de acercarse a las 7.000. En ningún caso notaremos un exceso de potencia en el eje delantero en forma de torque-steer. Jugar con la caja de cambios es una delicia, los recorridos son precisos y las marchas entran de maravilla.

El Opel Astra OPC ofrece tres modos de conducción gracias al FlexRide. Estos son Normal, Sport y OPC. En cada uno de ellos cambia la respuesta al acelerador, la dureza de la suspensión y la dirección. En el OPC el cuadro se ilumina en rojo. El modo OPC resulta demasiado deportivo si no vamos a correr, porque si unimos los asientos, que agarran perfectamente pero a la larga no son los más cómodos, con la dureza de suspensiones, podemos acabar con los huesos desencajados.

Es muy fácil conducir el Opel Astra OPC en el sentido de que responde a lo que le pides circulando sobre raíles mientras no te acerques a los límites del coche. La dirección es directa y la estabilidad pasmosa. Si a esto le sumamos las posibilidades del motor tenemos un coche divertido para trazar limpio por unos 32.000 euros. Si lo que se quiere es dar espectáculo habría que pensar en otros coches.


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  1.   luisgaton dijo

    Es increíble lo que avanza la técnica. Hace unso años esa potencia se le atragantaría irremediablemente a un tracción delantera

  2.   luisgaton dijo

    Es increíble lo que avanza la técnica. Hace unso años esa potencia se le atragantaría irremediablemente a un tracción delantera