Prueba Skoda Spaceback 1.6 TDI 90 CV DSG, motor, conducción y consumos

Prueba Skoda Spaceback 1.6 TDI 90 CV DSG

No solo es la variedad estética que encontramos en el segmento C, lo que hace tan competitivo a este mercado del automóvil. La gama mecánica que ofertan cada uno de los miembros de este mundo compacto es igualmente, uno de los puntos destacados. Y es que, los motores que se esconden debajo de sus carrocerías, son capaces de regalarnos un buen rendimiento sin que eso nos obligue a pasarnos más veces de la cuenta por la gasolinera.

Entre tanto Golf, un buen puñado de Mégane, y no pocos León, se cuela el Skoda Spaceback, la alternativa hatchback de la casa checa para este segmento tan reñido. Tuve la oportunidad de probar a su hermano el Rapid cuando daba sus primeros coletazos y, lo cierto, es que me llevé un gran sabor de boca. ¿Ocurre lo mismo con éste? Arranquemos.

Genio modesto

Prueba Skoda Spaceback 1.6 TDI 90 CV DSG

Motor de cuatro cilindros, TDI, de 1.6 litros y 90 caballos de potencia. Éste es su corazón, conocido por prácticamente todos. Para darle más atractivo a la prueba, este Skoda Spaceback utiliza la transmisión automática DSG de 7 velocidades para gobernar la potencia de esta mecánica y sus 230 Nm de par. Con todo, el checo declara 4,5 l/100 km de consumo medio y emite 118 gr/km de CO2.

Con las presentaciones hechas, os cuento que se trata de la alternativa diésel más modesta de la gama. Y, ya te adelanto, que tiene la misma modestia que quien se compra un yate de 20 metros de eslora. Sus datos técnicos no despuntan, con 12,1 segundos en la prueba de aceleración, y 182 km/h de velocidad máxima. Aunque carácter, le sobra. Os sigo contando…

Sin miedo ni presiones

Prueba Skoda Spaceback 1.6 TDI 90 CV DSG

Su esencia de compacto le deja una responsabilidad, desde el momento de su nacimiento, más importante que la de Spiderman con su poder. Y es que, ser compacto, conlleva una gran responsabilidad. Hay que saber estar en la carretera, y en la ciudad. Tienes que ser un ciudadano ejemplar, y un compañero fiel en las salidas de fin de semana.

En la primera obligación, la de moverse bien por la caótica urbe, el Skoda Spaceback responde. Sus medidas, con 4,3 metros de largo, le permiten buena movilidad contando con la ayuda de la dirección C-EPS. Esta dirección es electro-mecánica y funciona dependiendo de la velocidad gracias a la acción de un servomotor eléctrico. El resultado, mejor comportamiento de la dirección, ahorrar en espacio y en el peso total del vehículo.

La caja de cambios DSG también tiene algo que decir. Son siete relaciones las que desmenuzan este motor de 90 caballos de potencia. Y en ciudad, lo único que podemos reprocharle a esta transmisión del Grupo Volkswagen es su obsesión en algunas situaciones por subir velocidades, dejando a un motor como éste de potencia reducida en algún aprieto, y la posición incómoda en mi opinión de la palanca. El consumo medio, rondando los 6,2 litros, sobrepasa los 5,6 l/100 km urbanos declarados, aunque no es en ningún caso una mala cifra.

Pisando seguro

Prueba Skoda Spaceback 1.6 TDI 90 CV DSG

Igualmente, el Skoda Spaceback debe darnos seguridad en plena autovía o carretera nacional. Y aquí viene uno de los apartados que mejor sabor de boca me ha dejado, su chasis. El equipo de suspensión y en general, el tarado, nos deja un coche fino, que transmite seguridad, y esto es lo más importante a 120 km/h o más.

El resto se comporta correctamente. La dirección, como ya os he contado, adapta su dureza a la velocidad, y la DSG, exprime bien estos 90 caballos de potencia sin obligarnos a colocar la opción S en cada maniobra de adelantamiento. Por supuesto, si queremos sacarle todo el jugo a este motor de 1.6 litros, la S se convierte en nuestra mejor aliada. Incluso, y os lo recomiendo, podemos optar por el cambio secuencial, haciendo un trabajo bastante rápido. Pena que el consumo se vea alterado drásticamente y que el selector de cambios quede tan alejado de la mano situándose en una posición poco deportiva.

Ni mucho, ni poco

Prueba Skoda Spaceback 1.6 TDI 90 CV DSG

Tras más de 600 km de autovía, el navegador reflejaba unos correctos 5,2 l/100 km, números que tuvieron que lidiar con un fuerte viento y que comenzaron a bajar al entrar en carretera nacional. Aquí, manteniendo la velocidad máxima de la vía, 100 km/h, el Skoda Spaceback se paseó por los 4,8 l/100 km. Buenos números a pesar de que, tanto en vías urbanas como en interurbanas, aumentan con respecto a su hermano de transmisión manual y que, no cuenta con Start-Stop.

La pregunta es sencilla, entonces, ¿es una interesante opción entre tanto veterano compacto? Y, quizás la más importante, ¿compensa comprarse un Spaceback y no un Rapid? Tendremos que esperar a mañana para responder a éstas y todas las preguntas analizando, por último, los niveles de equipamiento y sus precios. Para abrir boca, os diré, que no esperaba una conducción tan sencilla, eficiente, y una sensación de firmeza en el volante como la que me ha transmitido este Skoda Spaceback.

Puedes encontrar más información sobre el Skoda Spaceback 1.6 TDI 90 CV DSG en la parte de diseño exterior e interior o en el análisis de precio y equipamiento


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