Prueba Volkswagen Golf 2.0 TDI 150 CV DSG, diseño exterior e interior

Prueba Volkswagen Golf 2.0 TDI 150 CV DSG

El Volkswagen Golf es un icono donde los haya. Este año cumple 40 años en el mercado, cuatro décadas en las que hemos visto siete generaciones, habiendo sido todas ellas un éxito y un referente en Europa. Nosotros ya celebramos el aniversario con la retroprueba del Volkswagen Golf MKI Cabrio, pero como no vivimos de recuerdos, qué mejor que comprobar en este momento tan señalado cómo es uno de los modelos más característicos del mercado. Probamos esta semana el Volkswagen Golf 2.0 TDI de 150 caballos con cambio DSG de doble embrague y carrocería de cinco puertas, una de las opciones más interesantes.

Volkswagen es fiel a la filosofía de «si funciona, para que tocarlo» y una muestra de ello es la vigente generación del Volkswagen Golf. Pese a que desde la base es radicalmente diferente al Golf VI en cuanto a ingeniería, si hablamos de diseño podemos considerarlo más una evolución estética, que ha dejado de lado unas líneas más redondeadas para adoptar otras algo más angulosas y de aspecto más deportivo y moderno. Pero esto no es lo que preocupa al consumidor europeo, continente en el que es el modelo más vendido del mercado.

Prueba Volkswagen Golf 2.0 TDI 150 CV DSG

No podemos decir que sea un coche feo, o aburrido, es simplemente continuísta, le falta ese punto de exotismo que otros modelos tienen para llamar nuestra atención. Cabe destacar que nuestra unidad de pruebas es más llamativa ya que trata de asemejarse al Golf R de 300 caballos (y créeme que por un momento te engaña) con un paquete aerodinámico exterior y detalles del interior. Con los paragolpes normales y unas llantas más pequeñas, sinceramente, no tiene tanto porte.

La carrocería del Volkswagen Golf mide 4,25 metros de longitud, con casi 1,80 metros de ancho y 1,45 de alto. Es por tanto un modelo bastante compacto, aunque gracias a la plataforma modular MQB, también utilizada por el Audi A3 y el SEAT León, puede presumir de un habitáculo espacioso a la vez que reduce el peso en hasta 100 kilos con respecto a su predecesor.

Prueba Volkswagen Golf 2.0 TDI 150 CV DSG

En el interior seguimos con la tónica general. El diseño es bastante clásico y sobrio, típicamente Grupo VAG, aunque los ajustes y materiales empleados son de muy buena calidad. La parte superior de salpicadero y puertas es de plástico acolchado, mientras que la inferior es de plástico duro pero con buena presencia. Un gran detalle son los bolsillos de las puertas con el interior tapizado en fieltro, evitando molestos ruidos de los objetos que haya depositados en ellos. Nuestra unidad tenía las molduras de la consola en negro piano, elegantes pero que se manchan con mucha facilidad.

Muchos elementos nos recuerdan a otros modelos del grupo Volkswagen, como el Skoda Octavia Combi que probamos recientemente. La ergonomía es muy buena, quedando todos los mandos a mano y siendo bastante intuitivos. Se pueden controlar la mayoría de funciones del vehículo desde el volante y en la pantalla multifunción del cuadro se puede replicar toda la información de la pantalla táctil del salpicadero. Hay una buena cantidad de huecos portaobjetos. Las plazas delanteras son amplias y cómodas, con unos asientos que envuelven muy bien el cuerpo en esta versión con paquete interior R-Line.

Prueba Volkswagen Golf 2.0 TDI 150 CV DSG

Las plazas traseras realmente sorprenden por su amplitud y son cómodas para dos pasajeros. Los asientos laterales en este modelo ofrecen un buen agarre, muy de agradecer. El pasajero central  no viajará cómodo por un respaldo y banqueta más duros y sin forma, menor altura al techo, anchura y la presencia del túnel central. Se agradecen las salidas de aireación en la parte trasera, pero es un detalle mejorable que las parte superior de las puertas traseras no sea de plástico blando, fallando así al carácter ciertamente premium de este Volkswagen Golf.

Prueba Volkswagen Golf 2.0 TDI 150 CV DSG

Su maletero tiene una capacidad de 380 litros, que es una cifra bastante común en su segmento. Las formas son bastante aprovechables, aunque el escalón entre la boca de carga y el suelo es notable. A los laterales, tras los pases de rueda, hay unos huecos útiles para llevar, por ejemplo, una pequeña lata de aceite sin miedo a que pueda volcarse. Hay argollas para sujetar la carga así como una toma de 12 voltios. Bajo el piso encontramos una rueda de repuesto de emergencia, alrededor de la cual pueden llevarse objetos como los triángulos de emergencia u otros bultos menores. Al abatir los asientos la superficie de carga no queda completamente plana, aunque se aumenta la capacidad hasta los 1.270 litros.

Puedes encontrar más información sobre el Volkswagen Golf 2.0 TDI Sport 150 CV DSG en la parte de comportamiento dinámico y consumos y en el análisis de precio y equipamiento.


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