En esta ocasión tenemos la oportunidad de probar el Citroën DS5 Hybrid4. Este modelo supone una atractiva toma de contacto, no sólo por ser el modelo cúlmen de la exclusiva gama DS de Citroën, también supone un gran aliciente probar la versión Hybrid4; el primer hibrido diesel del mercado desarrollado por el grupo PSA en 2012. El DS5 es uno de los participantes al galardón de Coche del Año en Internet (CAI 2013), recordad que con vuestro voto entráis en el sorteo de un iPad Mini. Puedes votar desde aquí.
Ciñéndonos a su diseño exterior, el DS5 muestra un diseño moderno y cautivador. Es un «rompecuellos»; durante la semana de la prueba comprobé que el Citroën acaparaba multitud de miradas. Hubo una ocasión en que un señor mayor, en un semáforo, se me acercó y dijo: «Que bonito es este coche, ¿Por cuánto anda la broma?». Yo le respondía afirmativamente, y que el modelo que conducía valía unos 47.000 euros… «Ah… pues… esta muy chulo». Cierto, es una cantidad sumamente elevada, veremos durante el transcurso de la prueba si realmente vale lo que cuesta.
El DS5 presenta una línea deportiva y atractiva que no pasa desapercibida. De perfil se ve como Citroën ha querido crear una carrocería diferente a lo que estamos acostumbrados a ver, que mezcla las líneas de los «antiguos» conceptos de berlina y familiar con gran maestría; un estupendo ejercicio de diseño. Destacan los componentes cromados que recorren su perfil en la parte inferior de las puertas y del paragolpes delantero, pero sobretodo llama la atención el «espadín» cromado que va desde los faros delanteros bordeando el capó hasta el inicio de las puertas delanteras. También destacan los abultados pasos de rueda, las preciosas llantas de 19″ modelo CAINS (opcionales), el nervio ascendente que recorre las puertas y personalmenteme me impactó el particular diseño de las lunas de custodia traseras, que no tienen marco y se unen con la luna trasera formando un bonito conjunto.
De frente tampoco tiene desperdicio, es un coche con mucho carácter y aquí se aprecia claramente. Muestra un morro bastante prominente, que cuenta con unos faros grandes y alargados que incorporan la luz diurna en su contorno. El parachoques es grande y alto sobretodo en comparación con el pequeño capó. Destacan los anteriormente comentados espadines que recorren el morro y la figura en forma de C que alberga el paragolpes en ambos laterales. Esta «figura» contiene las luces antiniebla, los intermitentes y una pequeña entrada de aire.
En la zaga continúan las «sorpresas». Destacan sobre todo los faros traseros, con su peculiar forma «tridimensional», la doble salida de escape cromada y la luneta trasera sin marco, que cuenta con un pequeño alerón, y que se une con las lunas de custodia traseras y con el techo panorámico formando una gran superficie acristalada en la parte posterior que como ya he comentado le queda estupendamente.
En resumen, el DS5 cuenta con una figura deportiva, llena de detalles, que no dejará a nadie impasible.
Al contrario de muchos fabricantes, que desarrollan coches con un gran diseño exterior pero que parece que se les acaba la imaginación cuando llegan a sus habitáculos, en el DS5 no ocurre esto, y en el interior continua el «despliegue artístico». Nada más sentarnos en él puesto nos invade la sensación de estar montados en un caza de combate… Esa sensación se debe a muchos aspectos; en el techo podemos encontrar una consola en la que se encuentran los botones que mueven las cortinas del techo panorámico (independientes para piloto, copiloto y pasajeros), un botón para mandar un aviso al sistema de emergencias en caso de accidente (SOS) y otro para solicitar asistencia técnica (símbolo de la marca). Otros botones dispuestos en tan peculiar posición sirven para manejar el magnífico sistema Head Up Display.
El Head Up Display se compone de una pequeña lámina de plástico que sale por encima del cuadro de mandos y refleja información relevante de cara a la conducción para no bajar la vista mientras circulamos (velocidad, indicaciones del navegador, si está activado el control de crucero, si circulamos en modo eléctrico…) Vamos, que cuando estás sentado al volante y activas ese sistema te hace dudar de que realmente estés montado en un «simple» coche. Dicha sensación también se debe a lo «envolvente» que resulta el habitáculo en las plazas delanteras y al prominente túnel central, en el que se encuentran los botones de los elevalunas, bloqueo/desbloqueo de las puertas… además del mando para manejar los modos de funcionamiento del sistema Hybrid4, la palanca del cambio CMP y un mando giratorio que nos permite controlar el navegador, el teléfono…
Como podeís ver por dentro el DS5 también se sale de lo común. Se nota que en Citröen se han puesto las pilas, ya que tan elaborado diseño también viene acompañado por materiales de calidad y que están bien rematados. Como el bonito tapizado en cuero blanco y negro de los asientos delanteros y traseros (opcional, de serie la tapicería es de cuero gris oscuro). Los asientos delanteros poseen reglaje eléctrico, son calefactados y el del conductor posee función masaje, de agradable funcionamiento. Las puertas también tienen inserciones en cuero blanco y negro con los asideros acabados en aluminio que le dan un toque moderno y de calidad visual. El resto de los materiales utilizados en el habitáculo cumplen con nota, evidenciando que estamos ante un modelo especial para la marca francesa.
He de decir que al tener un diseño tan moderno y diferente algunos de los mandos (sistema multimedia y climatizador) requieren de nuestra atención para conocer sus funciones y su manejo, pero tras ese breve periodo de adaptación podemos decir que los controles están a mano y son más o menos fáciles de utilizar. El cuadro de mandos nos ofrece bastante información. En el lado izquierdo desaparece el cuentarevoluciones y aparece información sobre la utilización del sistema hibrido (cuando está cargando la batería, cuando estamos en la franja de uso económica, y cuando exigimos potencia al motor) y el modo en que está trabajando. En medio el velocímetro, temperatura del refrigerante, nivel del depósito de combustible… y a la derecha una pequeña pantalla con información del ordenador de a bordo, indicador del gps…
Si hablamos de practicidad tenemos luces y sombras. En cuanto a habitabilidad, podemos considerar el DS5 cómodo para viajar con 4 personas, cinco tampoco irán muy mal, pero estamos con el problema de siempre, la plaza central de las plazas traseras es más incómoda, el túnel de transmisión no es muy invasivo pero está ahí… En resumen tiene buena habitabilidad, y quizás la peor cota es la altura libre al techo, un poco justa para personas altas, pero nada reseñable. Donde sí veo un problema es en el maletero. El DS5 con el sistema híbrido tiene un maletero útil de 325 litros (468 litros los modelos sin sistema híbrido), escaso si queremos acomodar el equipaje de cinco personas… e incluso de cuatro.
El problema como os imagínaréis reside en la batería del sistema híbrido, que se encuentra en el maletero. Además, se produce un escalón en el maletero importante. Hay una tapa desplegable que sirve para salvar ese escalón y crear un doble fondo… pero si abatimos los asientos el escalón sigue estando ahí, y es difícil meter objetos de gran longitud por la trampilla de los asientos traseros porque dicho escalón tapa parte del hueco. En el fondo del maletero encontramos el kit reparapinchazos, única opción en caso de pinchazo y solución que no me acaba de convencer tan acogida por los fabricantes actualmente. Pero no hay más espacio para aportar otra solución…
En el puesto del copiloto encontramos la guantera, cuya capacidad es irrisoria (la documentación del coche va debajo del asiento del copiloto) y si que echo en falta que hubiese más huecos portaobjetos para «vaciar los bolsillos» (el prominente túnel central podría albergar alguno), pero la belleza conlleva sacrificios…
Mañana arrancamos el coche y comprobamos el funcionamiento del sistema Hybrid4. El consumo medio de esta versión actualmente está homologado en 3,9 l/100 km… Impresionante, ¿verdad?, mañana os hablamos del comportamiento dinámico del francés y comprobaremos entre otras cosas la certeza de esos registros.
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