Los 5 mejores coches asequibles para divertirse en un puerto de montaña

En el mercado de vehículos tenemos coches de todo tipo. Desde pequeños urbanos “sin alma” que sirven para ir desde el punto A hasta el punto B de la ciudad, hasta hipercoches de elevada exclusividad que pueden hacer saltarte los empastes por las fuerzas G que son capaces de conseguir. Seguro que prefieres, con diferencia, los segundos. Sin embargo, muy pocas personas tienen solvencia para adquirir dichas máquinas de la velocidad.

Los ciudadanos de a pie tenemos que pensar en coches deportivos, que no superdeportivos, con varios lustros y kilómetros a sus espaldas. ¿Quién no ha mirado nunca cómo está el mercado de ocasión de los M3? El caso es que hay otras alternativas para comprar a estreno que pueden sacarte más sonrisas en un puerto de montaña que un superdeportivo de 200.000 euros. ¿Qué te parecen nuestras cinco propuestas?

Abarth 595

A mediados del pasado año 2016 la firma Abarth renovaba su 500, que pasaría a denominarse Abarth 595 y que introducía los cambios estéticos y funcionales del Fiat 500 de 2015. El caso es que esta “pelotilla” mide apenas 3,66 metros de largo, pesa unos 1.100 kilos y tiene versiones con diferentes potencias, 145, 165 y 180 CV, que emanan de su 1.4 T-Jet. Esto, sumado a una puesta a punto muy rígida lo hacen uno de los deportivos más picantes y económicos del mercado.

Por menos de 19.000 euros para la versión de 145 CV y unos 25.000 para el 595 Competizione de 180 CV tienes uno de los coches más ágiles y rápidos en tramos de montaña ratoneros. El punto positivo es que, además, también se defenderá bastante bien en un circuito revirado.

Fiat 124 Spider

Si el precio no fuera un problema, en este listado no tendríamos al Fiat, sino al Abarth. Pero el precio siempre es el principal problema. El caso es que, pensándolo bien, el Fiat 124 Spider también se merece estar aquí, y te explico el porqué. Para divertirse no hace falta ir a ritmos endiablados; es más, es posible que vayas muy rápido por una carretera y no estés divirtiéndote tanto como cabría esperar. ¿A caso no se divierte un motorista con un Harley-Davidson paseando por tramos virados?

El Fiat 124 Spider es un coche para descapotarlo y conducirlo notando como aparecen leves inclinaciones, recibiendo información a través del volante y escuchando el gorgoteo de su 1.4 T-Jet de 140 CV. No será un coche de altos vuelos, pero sí un coche con el que disfrutarás cada curva en tu tramo de montaña preferido. Su precio es inferior a los 27.000 euros. Si quieres la máxima deportividad tienes que irte al citado Abarth 124 Spider, pero recuerda que son más de 10.000 extra respecto al Fiat.

Mazda MX-5

Con el Mazda MX-5 nos ocurre algo similar que con el Fiat 124 Spider. Es un roadster que te permitirá muchas alegrías en un puerto de montaña pero que no tiene el objetivo de buscar los mejores cronos. Tampoco lo disfrutaras en una jornada de Track-Day, a no ser que inviertas dinero en preparaciones externas. Tenemos dos mecánicas, una de 131 CV y otra de 160, a la vez que tenemos una carrocería con techo de lona y otra de techo duro.

Con los Abarth y Fiat 124 tiene muchas cosas en común, pues comparten el mismo chasis. Eso sí, el diseño estético es bastante diferente, el italiano es suave y el japonés más puntiagudo. Tampoco comparten motorizaciones, ya que los hermanos modelos italianos utilizan un 1.4 turbo, el Mazda MX-5 prefiere continuar con su política “anti-downsizing” con bloques 1.5 y 2.0 de admisión atmosférica. Para adquirirlo debes desembolsar, como mínimo, unos 21.000 euros según la tarifa oficial.

Nissan 370Z

El Nissan 370Z es un auténtico coche de petrolhead, como llaman ahora a los quemados de toda la vida, y uno de los pocos deportivos puros que conservan las formas de crear coches rápidos y pasionales de hace unas décadas. Nada de downsizing. Bajo su capó delantero queda un V6 de 3.7 litros y admisión atmosférica, que envía los 328 CV que es capaz de rendir al eje trasero.

Los rumores indican que no durará mucho más tiempo a la venta y, además, que Nissan no tiene demasiadas intenciones de lanzar un sustituto. Será un coche complicado de utilizar a diario, pues su consumo medio homologado supera los 10 litros, pero el sonido de su mecánica y los 33.000 euros en los que arranca hacen que sea uno de los coches más interesantes para el petrolhead que busque un deportivo con el que divertirse los fines de semana.

Toyota GT86

Hace unas semanas lanzábamos la prueba del Toyota GT86, otro de esos coches que enamoran y probablemente el rival más directo del coche anterior, el Nissan 370Z. El Toyota GT86 tampoco utiliza un motor turbo, pero es cierto que su cilindrada es mucho menor. Bajo el capó guarda un 2.0 bóxer que rinde 200 CV. Está claro la diferencia de potencia es grande, pero también es cierto que el GT86 es bastante más ligero y fácil de mantener en el día a día. Es más, éste puede utilizarse también como coche de diario.

Por lo demás, no será el coche más rápido en un track-day ni a la hora de recorrer un tramo de montaña pero, como el Nissan, ha sido concebido para hacer que el conductor disfrute al volante. Transmite muchas sensaciones y, aunque pueda parecer poca potencia, créeme cuando te digo que 200 CV en un coche de tracción trasera y menos de 1.300 kilos son suficientes para divertirse hilando fino en un puerto de montaña. Su precio oficial de partida es de 33.000 euros.