Citroën Visa, la historia de un clásico de pueblo

Citroën Visa

El Citroën Visa es un clásico popular y, sin embargo, uno de los modelos de Citroën que probablemente menos veamos y recordemos. Era pequeño, asequible y para muchos uno de los más feos de la historia de la marca, pero sin duda tiene eso, una historia que merece la pena ser recordada como una de las colaboraciones más estrechas entre Peugeot y Citroën en sus primeros años trabajando juntas.

Nace a finales de los años 70 para modernizar la gama baja de la marca, una gama que hasta el momento se conformaba con modelos que todavía derivaban del mítico 2CV. Incluso el 2CV continuaba su andadura comercial después de la presentación del Visa. Pero el Visa era ya de la época PSA, como grupo, que nace sólo un par de años antes de su llegada.

Antecedentes

Citroën AMI

Para comprender por qué llegó el Citroën Visa hay que entender cómo era la situación de Citroën durante los años 70. Su maltrecha economía le obligaba a mantener una gama baja compuesta por los Ami, Dyane y 2 CV. Todos estaban basados en el popular 2 CV, un coche que ya resultaba desfasado tecnológicamente y visualmente. Sus otros dos modelos derivados le iban a la par. Eran evoluciones del mismo.

Citroën necesitaba entonces un nuevo coche pequeño y asequible, pero ligado a los estándares actuales, un coche con el que volver a motorizar a la clase baja y media. Su idea era asociarse a otro fabricante con el que reducir el presupuesto. Y ese fabricante era Fiat y su 127. La colaboración no cuajó y Citroën tuvo que comerse solo su nuevo proyecto, hasta que Peugeot llegó para frenar la agonía.

Sus comienzos

Citroën Visa

El Citroën Visa estaba previsto para principios o mediados de los años 70, pero no llegó hasta 1978, cuando se presentó, cómo no, en el Salón de París. Era una evolución más que clara frente a los modelos que sustituía, con un diseño más moderno y un interior más acogedor. Su imagen era tan Citroën como siempre. Sin embargo, es uno de los peor recordados en ese sentido.

El coche era extraño, bastante feote, con unos paragolpes muy cuadrados en el momento de su presentación. El delantero incluso formaba una pieza junto con la parrilla, muy abultada. No había líneas redondas que valieran y la trasera parecía cortada con radial. Los faros traseros eran, de nuevo, tan extraños como grandes.

En un principio gozó de una buena acogida, pero fue impulsada porque dos años antes, en 1976, Citroën lanzó el LNA. Este era sencillamente un Peugeot 104 de bajo coste, un coche tan parecido al de la marca del león que el público no lo asociaba a un Citroën. El Visa llegó para ofrecer un aspecto más llamativo, innovador, de mayor calidad y con un mayor equipamiento.

Colaboración con Peugeot

Citroën Visa

El Citroën Visa es una de las primeras grandes colaboraciones entre Peugeot y la marca del chevrón, que como antes mencionábamos, necesitaba una nueva gama baja. Peugeot puso a disposición de Citroën muchos elementos del, en ese momento, utilitario de su gama, el Peugeot 104.

De él el Visa tomó su plataforma adaptada y varios elementos mecánicos como el tren delantero, la dirección o buena parte de su gama mecánica. La carrocería era propia, así como el interior, que ofrecía una buena habitabilidad para su tamaño y detalles como los mandos satelitales que tanto han cubierto la historia de la marca.

Citroën Visa interior

Los motores del Citroën Visa inicialmente derivaban todavía del 2CV. Así, la gama de acceso utilizaba el motor bicilíndrico de 652 centímetros cúbicos del 2CV con 35 caballos de potencia. Por encima, para motorizar las versiones más equipadas, se echaba mano de Peugeot, que ponía de su mano un cuatro cilindros de 1.124 centímetros cúbicos con 48 caballos de potencia.

Primer restyling

Corría 1981 y Citroën sabía que el aspecto de su Visa no era precisamente un argumento de ventas. Modificó este aspecto crítico evolucionando el coche y dándole un aire más moderno a la vez que simpático. Eliminó el frontal que a pocos entusiasmaba, con un paragolpes más envolvente y un marco de plástico negro que cubría los faros, ahora con los intermitentes integrados, y la parte superior de la parrilla. Si reconoces este frontal es porque dio lugar también a la C15.

Citroën Visa

Atrás también se renovaba con un nuevo paragolpes un unos pilotos más agraciados. Sin embargo, las novedades también llegaron a la gama de versiones y de motores. Citroën, a partir de ese año, ya lanzaba versiones más apetecibles para el público como el Visa GT o el Visa Chrono. El primero de ellos era una versión con un motor potente de 1.360 centímetros cúbicos y 80 caballos. Era la versión más lujosa y venía a sustituir al Super X del Visa anterior.

En 1984 llegó el mayor impulso comercial del modelo, pues no sólo se renovó por completo el interior, con mejores calidades y un diseño distinto, sino que se aplicaron cambios profundos en la gama de motores y de acabados. Perdió algo de carisma, con un nuevo cuadro de relojes y la pérdida de los mandos satelitales, pero ganó en ergonomía y calidad para acercarse a sus rivales.

Citroën Visa

Las mecánicas recibieron una renovación. Mientras que la gama de acceso seguía confiando en el bicilíndrico y en el 1.1 que llevaban con el Visa desde su lanzamiento, se añadió una versión tan interesante como era el Visa 14 TRS, un acabado medio-alto con motor de 1.360 centímetros cúbicos y 60 caballos de potencia. No en vano, las novedades no se centraban sólo en las versiones medias.

Llegaba uno de los éxitos comerciales del Visa, el motor diésel. Los Visa 17 D y 17 RD confiaban en un motor diésel de cuatro cilindros y 1.769 centímetros cúbicos que desarrollaba 60 caballos de potencia. Junto con el bajo peso y tamaño del coche, el Visa diésel era capaz de lograr cifras de consumo de 4,3 l/100 km, unos datos realmente bajos para la época.

Citroën Visa Chrono, GTI y 1000 Pistes

Citroën Visa Chrono

Aunque el proyecto Citroën Visa parecía que tenía demasiadas lagunas desde el momento de su concepción, no faltaron versiones deportivas que permitían al usuario joven de la época disfrutar de un coche prestacional y deportivo a un precio asequible. Tardaron en llegar y podemos decir que hubo cuatro Visa deportivos.

El primero en llegar fue el Visa Chrono, y probablemente sea el más atractivo de todos los Visa a la venta. Añadía a su imagen, ya con el restyling, un kit aerodinámico que consistía en un paragolpes delantero más deportivo, luces supletorias, nuevos pasos de rueda, un alerón trasero o un atractivo esquema de colores. Era deportivo y el precursor, en cierto modo, de las versiones Sport que llegarían en la próxima generación de modelos. Su motor era el 1.360 cc del GT pero con 93 caballos de potencia.

Citroën Visa GTI

Si de potencia hablamos debemos mencionar los Visa GTI. Y digo los porque hubo dos versiones con distintas potencias. El primero de ellos era un Visa GTI con motor 1.6 de 105 caballos de potencia. Era el mismo que el de su hermano contemporáneo, el 205 GTI, aunque tuvo una repercusión mucho menor. Más adelante el GTI llegó a los 115 caballos siendo el Visa de calle más potente. En cuanto a imagen, estrenaba unos nuevos faros dobles, llantas o unos nuevos pasos de rueda.

El último lugar lo dejamos para el extrañísimo Citroën Visa 1000 Pistes. Es una edición muy limitada, ya completamente dedicada a la colección, que se basaba en los Visa de competición. La novedad, más que en el motor, que era un 1.3 de 112 caballos de potencia, residía en la tracción total. Fue el único con tracción total.

Hubo un Citroën Visa descapotable

Citroën Visa descapotable

Si dentro de la gama Visa las versiones deportivas, sobre todo el 1000 Pistes, no son especialmente conocidas, menos lo es el Visa descapotable. Bajo el nombre de Citroën Visa Plein Air, lo fabricaba Heuliez para Citroën y sólo se ofertó entre los años 1983 y 1985. Era un descapotable peculiar pues mantenía las cuatro puertas, con sus arcos, pero la capota se plegaba en la parte trasera.

El portón trasero pasaba a ser una pequeña puerta y sólo se vendía con un acabado y un motor. Era, en esencia, un Visa 11 RE con techo de lona, es decir, con motor 1.1 de 50 caballos de potencia y caja de cambios manual de 4 marchas. Es un modelo escaso y raro, pero uno de los que más encanto tienen en la gama Visa a lo largo de su historia.

Y llegó la Citroën C15

Citroën C15

En Francia y también en Citroën, la historia de las furgonetas comerciales tiene mucho fondo. Los 2 CV ya tenían su versión furgoneta, así como los Dyane. El Visa no podía ser menos. Llegó la Citroën C15 en 1984, derivada del Visa. De hecho comparte el frontal ya del restyling del Visa, pero añadía una caja trasera.

Se convirtió rápidamente en una de las furgonetas más exitosas de la historia, con diferentes versiones, de carga y mixtas, pero también con varios motores. El diésel fue sin duda un revulsivo. La C15 se recordará como uno de los mayores éxitos comerciales de Citroën y como una de las furgonetas más reconocidas. Tanto fue así que su producción no cesó hasta 2005.

Citroën Visa Lotus

Citroën Visa Lotus

Volvemos a los modelos deportivos, pero lo hemos separado del resto porque no pasó de prototipo. El Citroën Visa Lotus es probablemente el Visa que querrías tener en tu garaje. Y sí, es lo que estás pensando. Este Visa se desarrolló junto con Lotus, creando uno de los modelos más espectaculares.

Citroën quería entrar en el Grupo B con su Visa, y mando crear varios prototipos que al final no llegaron a competir de forma oficial, al menos este Visa Lotus que es el más conocido. Usaba una carrocería ensanchada de Visa, con más tomas de aire por una buena razón. Llevaba la mecánica y tren trasero de un Lotus Esprit, un motor 2.2 turbo con 210 caballos de potencia colocado en posición centtal y tracción trasera. El Renault 5 Turbo era uno de sus grandes rivales.

No llegó a competir oficialmente en el Grupo B más que nada porque Citroën comenzó a probar y a probar y acabó con un BX 4TC que no llevó ninguna parte. El Visa Lotus no llegó a competir en el Mille pistes de 1982, en el que iban a probarlo. Citroën, ahí donde lo ves, desarrolló no menos de 5 Visa de competición, todos distintos, para competir en el Grupo B.

Fin de ciclo y la llegada del AX

Citroën Visa GTI

Algunos dicen que el Citroën Visa fue un puente entre la vieja generación de utilitarios y la nueva, desde la llegada del AX. En cierto modo es así, pues parecía que Citroën no tenía realmente un proyecto demasiado definido al lanzar un LN y un Visa casi al mismo tiempo y manteniendo vigente el 2CV.

No en vano, vendió más de 1.200.000 unidades desde su arranque comercial hasta 1988, cuando frenó su venta aún a la vez que se comercializaba un mucho más moderno Citroën AX. Fue, por tanto, un producto con un alcance comercial certero, pero también un último capítulo en los locos proyectos de Citroën como marca independiente.

Citroën Visa

El Citroën AX ya llegó completamente inmerso en el conglomerado PSA, lo que le permitió desarrollar desde un principio a Citroën un coche compartiendo elementos con Peugeot, reduciendo costes y equiparándose a la competencia en multitud de apartados.

El AX fue un éxito comercial, destacando frente a la competencia en aspectos como el precio, el peso o el consumo. Pecaba de equipamiento espartano y también de una seguridad pasiva excesivamente floja. Pero su gama era amplia, con motores evolucionados de los que ya usaba el Visa, y con más elementos de confort. También habría versiones deportivas como el AX GT, el AX Sport o el AX GTI.


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  1.   Ferreras dijo

    Buén artículo sobre todo para los amantes de los 80´s .

    1.    Eduardo Lausin dijo

      Se agradece, estos coches ochenteros tienen siempre una interesante historia detrás. Un saludo!

  2.   Sebring dijo

    Magnífico reportaje. Sorprendente el Visa Gr.B, no tenía ni idea de su existencia. Gracias y un saludo.

    1.    Eduardo Lausin dijo

      Se agradece Sebring. Es curioso lo en serio que se tomó Citroën la llegada del Visa al Gr B para al final quedar en un poco exitoso BX 4TC. Cierto es que tardaron tanto en ponerlo en carrera que le cerraron el parque de juegos. Hubiera sido interesante ver a Citroën arriba en el Gr B. Un saludo!