Como ya hemos comentado en ocasiones en ActualidadMotor, la fecha de fabricación de un coche y la de matriculación puede variar bastante. Lo normal es que entre la fecha de construcción del automóvil y la primera matriculación pase, como mínimo, un mes, pero hay coches en lo que esta cifra puede ser mucho mayor.
La fecha de fabricación de un coche es muy fácil adivinarla cuando éste llega a las instalaciones del concesionario. En el propio albarán figura la fecha en la que ese vehículo salió de la planta de ensamblaje. Una vez el coche está listo para ser entregado al cliente final es cuando viene el problema, puesto que solo se puede adivinar consultando la fecha de fabricación de algunos elementos como los cristales o los cinturones de seguridad.
En los coches nuevos la mayoría de las veces nos interesará conocer la fecha de fabricación por mera curiosidad, pero en el caso de vehículos de segunda mano, conocer la fecha de fabricación puede ser de utilidad para detectar posibles accidentes que haya tenido el coche.
Comprobando la fecha de los cinturones veremos si han sido sustituidos. De ser distintas puede significar que el coche haya tenido un siniestro de importancia y se hayan sustituido tras el golpe. Los cristales también nos indicarán la fecha de fabricación (del propio cristal).
Saber la fecha de fabricación de una luna
Las mayoría de las lunas tienen grabadas las fechas de fabricación, indicando el mes y el año. El año lo indica un único número, del 0 al 9, mientras que el mes corre a cargo de un determinado número de puntos a cada lado del número. No hay forma de diferenciar las décadas, si el cristal es de los 80 o los 90 se deduce rápidamente viendo de que coche se trata. Veamos un ejemplo con una luna del año 2005.
Contrastar datos
Es importante a la hora de comprar un coche usado contrastar las fechas de las lunas. Poniendo el caso particular de un conocido, si miramos la luna de custodia trasera izquierda y la del portón de su Renault Scenic, veremos que son de fechas diferentes a las del resto del coche. En este caso es porque un camión se llevó por delante el coche, y tuvo que ser reparado, pasando por la bancada. En el caso de mi coche, la luna delantera tiene fecha distinta ya que se tuvo que cambiar tras romperse por un chinazo. Las lunas pueden darnos el chivatazo, para que estemos atentos porque algo ha pasado ahí.
Incluso siendo un coche nuevo no está de más comprobar la fecha, pues puede haberse roto una luna en el transporte o en el concesionario. También la fecha puede servirnos para ver si nos han vendido un coche de stock y no nos lo han dicho o si realmente se trata de un vehículo traído de fábrica exprofeso. Eso sí, hay que tener en cuenta que los cristales se fabrican algo antes que el coche y que el coche tarda en llegar a nuestras manos.
Más información – ¿Cómo saber la fecha de fabricación de un coche?