Las Naciones Unidas han publicado su décimo Informe Anual de Brecha de Emisiones 2019. Un documento que presenta los avances y retrocesos en la reducción de emisiones planteada para 2030. Cuyo objetivo es limitar el ascenso de las temperaturas a 1,5ºC, tal como se estableció en el Acuerdo de París.
Por primera vez, analiza cuán grandes deben ser los recortes anuales de 2020 a 2030 para cumplir con dicho objetivos. Algo que por supuesto pasa por la electrificación del transporte. Sin embargo, los resultados del análisis no son muy halagüeños, porque se tendrían que reducir las emisiones en un 7,6% anual para cumplir con lo marcado.
Un punto de no retorno al trastocar el clima
Tal como recoge el informe, si no conseguimos dicho descenso anual se perderá una oportunidad histórica para limitar el calentamiento global. Además, en 2035 se traspasará un punto de no retorno, tal como se indica un estudio publicado en la revista Earth System Dynamics de la Unión Europea de Geociencias. Las previsiones lo sitúan en 3,2°C por encima de los niveles preindustriales, causando un efecto devastador en el medio ambiente.
Si hace diez años todos los países hubieran actuado con contundencia, solo se requeriría una reducción del 3,3% al año. Sin embargo, la situación actual es mucho más complicada, por lo que las medidas deberán ser todavía más drásticas de los esperado. Cada día que se demoran, los países del G20 tendrán que tomar medidas más difíciles y caras. Por ejemplo: si llegasen en 2025, la disminución de las emisiones debería ser un inalcanzable 15,5% anual.
Los países del G20 son los mayores contaminadores, al ser responsables del 78% de las emisiones de todo el mundo. Como resultado, estos países determinan el futuro de las emisiones globales. Aun así, solo cinco miembros se han comprometido: la Unión Europea, que forma parte como un solo bloque, y otros cuatro países.
Electrificación del transporte para reducir emisiones
Dentro del G20, China, EEUU, la Unión Europea e India son los cuatro principales emisores. Ya que contribuyen con más del 55% de las emisiones totales de la última década. Los combustibles fósiles son responsables de la mayor parte de la contaminación, seguidos por la industria, la silvicultura, el transporte, la agricultura y la construcción.
Los objetivos marcados, requieren una descarbonización completa del sector energético. Además, tal como recoge el informe: «la electrificación del transporte podría reducir las emisiones de CO2 del sector en un enorme 72% para 2050″. Lo que debería incluir tanto el transporte ligero como el transporte pesado.
Imágenes 1 y 2 – Maher Najm, sean
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