La firma alemana ha desvelado en la red social Twitter una serie de imágenes de lo que parecen ser un coche de competición. Este vehículo, movido por energía eléctrica, participará en la famosa subida Pikes Peak, que tiene lugar cada año en el mes de junio cerca de Colorado Springs (Colorado).
Así, Volkswagen volverá a una de las carreras más difíciles y prestigiosas del mundo, después de que hace 30 años lo hiciera con un modelo específicamente diseñado para la subida. El coche en cuestión era un Golf Mk. II, denominado Golf Twin-Engine, ya que literalmente, montaba dos motores que le ofrecían una potencia total de 652 caballos.
«La competición en el Pikes Peak es un nuevo comienzo para nosotros. Estamos desarrollando un vehículo de carreras completamente eléctrico por primera vez.» explicaba Sven Smeets, Director de Volkswagen Motorsport.
Tres décadas después, el vehículo con el que volverán a competir por tierras norteamericanas no tiene nada que ver. En este caso el coche no tendrá dos motores, ni turbocompresores, tan solo motores eléctricos, suponemos que uno en cada rueda. La meta de Volkswagen: lograr el récord para vehículos eléctricos después de los 4.300 metros de subida.
«Nuestro coche de competición eléctrico estará equipado con una innovadoras baterías y transmisión. El Pikes Peak nos ofrecerá importantes resultados que beneficiarán el desarrollo en el futuro de este tipo de vehículos y servirá para mostrar nuestros productos y tecnologías.» explicaba Frank Welsch, miembro del consejo de desarrollo de Volkswagen.
La transición hacia los coches electrificados es algo que está sucediendo, que estamos viendo con nuestros propios ojos, y Volkswagen, presionada a su vez por el caso Dieselgate, está moviéndose a esa tendencia al igual que muchas marcas. Este coche de competición es, a la vez que una gran arma para volver a dar guerra por tierras americanas, una declaración de intenciones en cuanto a los vehículos de calle y a la innovación por la que está apostando la marca de Wolfsburgo.