La fiebre por los SUV es algo que, por ahora, parece incurable. Una fiebre, ademƔs, que poco a poco se va extendiendo por nuevos segmentos y que ahora llega al de los utilitarios. Con el Nissan Juke como pionero en el segmento B, nosotros esta semana ponemos a prueba un primo lejano suyo, el nuevo Renault Captur.
Renault sabe que el segmento B-SUV va a reportarle un buen nĆŗmero de ventas en los próximos aƱos. La historia de la marca con los SUV no ha sido precisamente exitosa, como bien puede contarnos el Koleos, pero el Captur tiene todas las caracterĆsticas para triunfar, algo que, por cierto, ya estĆ” ocurriendo.
Renault Captur: desenfadado y personalizable
Si me piden una palabra para describir al Renault Captur, esa es personalizable. Es evidente que el nuevo SUV francƩs bebe mucho del Clio del que deriva. Realmente, ante nosotros tenemos un Clio con un aspecto mucho mƔs desenfadado y, si me lo permiten, exageradamente juvenil.
El diseƱo cumple con los estĆ”ndares estrenados por el Clio, con una fina parrilla que une dos grandes faros en el frontal. El logo de Renault tamaƱo XXL es otra de sus caracterĆsticas. Si nos desplazamos hacia los laterales, la carrocerĆa parece embravecerse con unos pasos de rueda muy marcados y una lĆnea lateral ascendente. A destacar las molduras laterales, que se integran perfectamente en el diseƱo.
La trasera tambiĆ©n recuerda al Clio, aunque esta vez con un diseƱo mucho mĆ”s dócil. Los pilotos ganan en tamaƱo y visten una zaga que destaca por dos cosas: la prominente defensa trasera con los bajos en negro y un pilar C que distingue claramente el techo del resto en caso de contar con carrocerĆa bitono.
Precisamente ese detalle de la carrocerĆa bitono es algo que va a caracterizar al Captur. HablĆ”bamos de personalizable, y es que se puede escoger el color de las molduras, techo, retrovisores, llantas⦠Y aĆŗn no hemos llegado al interior. Si a esto le sumamos una carrocerĆa robusta y ligeramente sobre elevada, tenemos la fórmula de un perfecto superventas.
Interior sencillo y prƔctico
De acuerdo, hemos pasado de un exterior llamativo a un interior un tanto soso. No hay que preocuparse, se trata de nuestra unidad de pruebas, amante del negro, color que viste prƔcticamente todas las piezas del habitƔculo. Si somos mƔs atrevidos, podremos colorear el interior tanto como el exterior.
El diseƱo es muy sencillo, de nuevo basado en el Clio. El Renault Captur no presenta un salpicadero futurista, de hecho se enmarca en un diseƱo mƔs bien clƔsico donde destaca la consola central, como si de una tablet se tratara. EstƔ mƔs integrada que en el Clio, y en Ʃsta se incluyen todos los controles del coche.
Cuenta con una pantalla central que hace las veces de sistema multimedia y navegador. Es de accionamiento tÔctil, sencillo de utilizar y la única pega es que notaremos demasiados reflejos. Abajo se sitúan los controles del aire acondicionado, si queremos climatizador habrÔ que pagar por ello o escoger un acabado mÔs alto de gama que nuestra unidad, correspondiente al acabado Intens.
El cuadro de mandos se rescata del Clio, con un diseño moderno pero de fÔcil lectura. Cuenta con dos grandes esferas para el tacómetro y el nivel de combustible. El resto de información se centraliza en dos pantallas digitales donde veremos, ademÔs de la velocidad bien grande, todos los datos del ordenador de a bordo.
La calidad de materiales del Renault Captur nos deja un sabor agridulce. Los ajustes son buenos, no hay crujidos ni ruidos raros, pero al tacto y a la vista no consiguen convencer, al menos en el color negro que lucĆa nuestro coche de pruebas. En todo caso no vamos a encontrar plĆ”sticos blandos en ningĆŗn lugar.
Compacto y habitable
El Renault Captur tiene la tarea de remplazar al Modus. Es un coche destinado a aquellos que quieren un coche de tamaƱo muy compacto sin renunciar a cierta habitabilidad interior. El resultado es mƔs que convincente, convirtiƩndose en el perfecto aliado para la ciudad y proporcionando la habitabilidad necesaria para cuatro personas.
Hablamos de cuatro personas porque el Captur no puede ocultar sus orĆgenes. Es un utilitario y esto merma la anchura, que en las plazas traseras castigarĆ” al pasajero de asiento central. En caso de sólo viajar dos ocupantes, lo harĆ”n con la calidad propia de un monovolumen. El espacio para las piernas y para las cabezas es mĆ”s que suficiente.
Las plazas delanteras también gozan de amplitud, con dos asientos amplios y espacio para todas las alturas. Si viajamos en familia, los huecos portaobjetos no faltarÔn, destacando el hueco con tapa en la parte superior del salpicadero y la joya de la corona, una guantera que se abre como un cajón y que ofrece una gran cantidad de espacio. ¿La nota negativa? No hay reposabrazos entre las plazas delanteras.
Maletero de 377 litros
Llegamos a una de las partes mÔs interesantes del Renault Captur, su maletero. Cubica 377 litros, pero se pueden ampliar fÔcilmente con sólo correr la banqueta trasera hacia delante. Con esta maniobra nos situaremos en 455 litros con unas formas completamente cúbicas y doble fondo.
Cuando necesitemos mƔs espacio, podremos abatir la fila trasera de asientos hasta conseguir 1.235 litros de capacidad. La boca de carga queda un poco alta, pero es algo prƔcticamente inevitable cuando hablamos de un coche de este tipo.
Con la sensación de estar escribiendo la historia de un superventas nos despedimos hoy de la prueba del Renault Captur. MaƱana volveremos para analizar el motor tricilĆndrico de gasolina TCe 90 y comprobar si realmente el llamado downsizing en este caso merece la pena frente a las versiones diĆ©sel.
MĆ”s información ā Renault Captur, 100.000 unidades de Ć©xito