Renault Twingo y su cambio de embrague pilotado

Renault Twingo Exterior

Corría el año 1989 y Renault necesitaba un superventas con rapidez debido a su situación financiera, por ese motivo, se les ocurrió diseñar un coche que estuviese posicionado por debajo del Clio y fuese fácil y económico de producir. La ardua tarea calló sobre Patrick Le Quément y el señor Patrick y su equipo acertaron completamente.

El Twingo ha sido un gran éxito, y sus ventas durante las primeras generaciones lo han demostrado, ya que llego a copar el 20% del segmento en Europa y un 30% en Francia, números a tener muy en cuenta. Los argumentos de ventas fueron simples, un buen precio y un excelente diseño. El diseño del pequeño Renault se basó en una batalla larga, unos voladizos cortos, un morro corto y una altura generosa. Gracias a este estilo y aunque el coche sea pequeño, el benjamín de Renault gozaba de una gran amplitud interior que alojaba a maromos de 1,90 con facilidad. Además de eso, si plegabas los asientos delanteros, estos se unían con los traseros perfectamente haciendo dos camas, por ese motivo, si rondas los 20 años y algún twingo se ha cruzado en tu familia ya sabes dónde te has…

Aunque en términos de diseño el coche del amor fue un acierto, hoy no vamos a hablar de esa faceta, sino de su cambio de embrague pilotado en el modelo denominado Twingo Easy.

Renault Twingo Interior

El embrague pilotado del Twingo tenía como curiosidad que carecía de pedal de embrague (como los cambios automáticos), pero luego sí que tenía una palanca de cambios de “las de toda la vida” en forma de H. Con este sistema el conductor se olvida del embrague y solo tiene que cambiar las marchas con la palanca de cambios, para que esto fuese posible, el pequeño Twingo equipaba un sensor que al mover la palanca de una marcha a otra, detecta el movimiento y acciona el embrague mediante una bomba hidráulica.

El sistema aunque curioso tenía ciertas desventajas, una de ellas por ejemplo, era la lentitud al pasar de una marcha a otra que obligaba a que te acostumbrases y te anticipases al conducirlo en situaciones como retenciones de motor.

Además de eso, era muy propenso a tener averías al tener una pieza de plástico muy endeble que te hacía pagar desagradables facturas de 400€. Para solucionar el problema, muchos propietarios instalaban un cambio manual de toda la vida, o se fabricaban su propia pieza de metal para sustituir a la de plástico, ya que era una reparación simple de hacer.

Que cada uno saque sus conclusiones, pero bajo mi punto de vista, el que quiere un automático quiere que el automático le realice todas las funciones: embragar, masaje de pies, cambiar…y, por ese motivo, este sistema carece de mucho sentido en el mercado. Otra cosa bien diferente es que el sistema te de las dos opciones, funcionando totalmente en automático o dejándote dártelas de piloto en un puerto mediante levas. ¿Qué opináis?


Tasa gratis tu coche en 1 minuto ➜