Te llaman un dĆa y te dicen que te toca probar un inconformista. Exclamas algĆŗn tipo de onomatopeya de aprobación y preguntas si es algĆŗn compacto GTI. Te dicen que no, que es un SUV urbano de 3 puertas, y vuelves a exclamar la misma onomatopeya a la vez que asimilas que efectivamente es un MINI Paceman.
Esta semana toca ir de cosmopolita, toca ir a la moda y toca ponerse guapo, porque el MINI Paceman, si algo no es, es precisamente discreto. Tampoco es la versión deportiva, sino mÔs bien la opción mÔs racional, que responde al Cooper D, con un motor diésel de 112 caballos.
MINI Paceman, Ćŗnico en su especie
No es la primera vez que hablamos de fiebre SUV, que ha sometido ya completamente al segmento B. Cada vez hay mÔs alternativas pero cuando se trata de un B-SUV de tres puertas y aspecto coupé nos sobran muchos dedos de una mano para contarlos. El MINI Paceman es, en cierto modo, único en su especie.
Y encabezaba el artĆculo con la palabra inconformista, porque el Paceman, que deriva directamente del Countryman, no se limita a eliminar la pareja de puertas traseras, ni a modificar sutilmente su diseƱo, sino a convertirse en un experimento completamente inĆ©dito en la marca. Mide 4,11 metros de largo, 1,79 de ancho y 1,52 de alto.
El frontal ya es conocido, alto y robusto, lleno de mĆŗsculo con unos grupos ópticos de gran tamaƱo y una parrilla prominente. Su aspecto es rudo, aunque sus tintes camperos no llaman la atención a primera vista. Quiero decir, no es de esos SUV con los que, a simple vista, te plantearĆas hacer alguna sencillĆsima escapada off road. En otras palabras, el Paceman es un modelo de pasarela, no de camisas de cuadros.
Y todo ello viene dado por el detalle, un diseƱo rompedor, el de la zaga. Por primera vez se instalan unos pilotos traseros horizontales que, junto a unas caderas muy marcadas y un techo claramente descendente hacia atrƔs, hacen del MINI Paceman un compacto SUV de aspecto muy deportivo.
Si a ello le sumamos un inmenso nivel de personalización, podemos hacernos desde el Paceman mĆ”s elegante al mĆ”s deportivo. Lo que no ocurrirĆ” nunca serĆ” pasar desapercibido. Combinaciones de colores, llantas o elementos de carrocerĆa opcionales serĆ”n nuestros aliados.
Esencia interior MINI
Los Paceman y Countryman, son los menos mini de los MINI. Con este juego de palabras hablo de tamaƱo, que no de esencia. Si bien el MINI estƔndar es un utilitario de diseƱo, el Paceman va un paso mƔs allƔ, no buscando parecerse tanto a Ʃste. Si bien guarda un as en la manga, una habitabilidad similar a la de su hermano Countryman.
El diseƱo del salpicadero es tĆpicamente MINI, aunque si nos guiamos por la nueva generación, esto no es tan evidente. En el centro del salpicadero se mantiene el enorme velocĆmetro, un elemento de diseƱo mĆ”s que prĆ”ctico que, en su interior, acoge la pantalla del sistema multimedia en nuestra unidad.
Tras el volante, entonces, sólo se encuentra en cuentarrevoluciones que tambiĆ©n incorpora un pequeƱĆsimo display en el que visualizar la velocidad o los datos del ordenador de a bordo. Es difĆcil encontrar una sola lĆnea recta y es que el resto del salpicadero cuenta con formas redondas allĆ” donde mires.
Por otro lado, tambiĆ©n se inunda el habitĆ”culo de botones de diseƱo aeronĆ”utico, un toque caótico de diseƱo que, en otro coche acabarĆa siendo un engorro pero que, en el Paceman, el error serĆa haberlo hecho de distinta forma. En la consola central, los mandos del sistema multimedia, muy simples y relativamente sencillos de utilizar.
La personalización es tan amplia como en el exterior, con multitud de equipamiento opcional y distintas combinaciones de color para asientos o molduras.
Sólo 4 pasajeros
Una de las peculiaridades del MINI Paceman es el nĆŗmero de asientos. Podemos contar mil y una veces que siempre serĆ”n 4. Los delanteros son amplios y cómodos, amĆ©n de ser todo un derroche de estilo, mĆ”s en el color que lucĆa nuestra unidad. La postura de conducción no es especialmente alta tratĆ”ndose de un SUV y las formas y tacto del volante son bastante agradables.
Para entrar a las plazas traseras tendremos que abatir los asientos delanteros. El Paceman es un coche de 3 puertas, pero acceder al habitƔculo trasero no es especialmente complicado gracias a las enormes puertas. Una vez dentro nos situamos ante dos sillones individuales muy similares a los delanteros.
Esto, a pesar de parecer un contratiempo, es casi una ventaja. Cierto es que, en caso de emergencia, el quinto pasajero tendrÔ que coger el autobús, pero la comodidad para los otros 4 estÔ mÔs que asegurada. Pese a llamarse MINI, el espacio trasero, a menos que seamos muy grandes serÔ suficiente.
La gracia de los dos asientos es que se sitúan de forma mÔs centrada por lo que no tendremos problemas de anchura. También afecta al espacio para la cabeza, alejÔndose de la parte mÔs baja del techo como son los laterales. Para las piernas, a menos que se monte gente grande, no habrÔ problemas. Desde luego, mÔs habitable que un MINI estÔndar es, mucho.
Maletero de 330 litros
El maletero de Paceman, frente al Countryman, pierde 20 litros, situÔndose la cifra en 330 litros de capacidad. La pérdida no es tal, al ser un maletero bastante aprovechable, con unas formas muy cúbicas y un suelo de carga enrasado con la boca. Sin embargo, la boca de carga no acaba de convencer.
Es algo alta, aunque no excesivamente, pero el problema proviene de su anchura. La nueva forma de la carrocerĆa hace que los elementos mĆ”s grandes nos compliquen algo las cosas a la hora de cargar. Como anĆ©cdota, fui capaz de sacar la bandeja del maletero pero no de volverla a colocar desde el propio maletero.
Si necesitamos un extra de capacidad habrÔ que abatir sencillamente los asientos traseros de forma individual hasta alcanzar los 1.080 litros de capacidad mÔxima. El suelo no queda plano, aunque tampoco nos encontramos con un escalón entre suelo y respaldos.
Hasta ahora hemos conocido un MINI Paceman que se rinde al diseƱo en muchos aspectos. El lado prƔctico tal vez no sea su fuerte, aunque no cede precisamente frente al MINI estƔndar. MaƱana serƔ el momento de arrancar el motor diƩsel de 112 caballos del Cooper D para ver si sigue manteniendo esa esencia deportiva de la que hace gala MINI.