Concretamente, el 31 de julio de 1973 salĆa de la fĆ”brica de SEAT ubicadaĀ en la Zona Franca deĀ Barcelona el Ćŗltimo 600. 40 aƱos distan ya de esa fecha, y por ello en Actualidad Motor hemos querido hacer menciónĀ sobre el coche que marcó un antes y un despuĆ©s en la sociedad espaƱola y que propició el inicio de la motorización en nuestro paĆs.Ā La aparición de este mito de la automoción espaƱola en 1957 marcó la vida de las familias espaƱolas durante tres dĆ©cadas, y supuso la oportunidad para muchos espaƱoles en poder obtener su primer coche.
Con el 600, muchas familias de la clase media hicieron realidad el sueƱo de adquirir su propio vehĆculo a buen precio, concretamente, 63.000 pesetas. Su llegada supuso un autĆ©ntico fenómeno social, como lo demuestra la lista de espera de varias semanas e incluso mesesĀ en adquirir uno. La alta demanda provocó que en 1958 la producción del 600 se multiplicase por seis.
Durante los primeros seis aƱos (1957-1963) el seiscientos equipaba un pequeƱo motor de 633 cc y 18/20 cv. MĆ”s tarde (1963-1970) surgió la versión 600 D y el 600 E (1969-1973), que compartĆan un motor de 767 cc y 25 cv. La Ćŗltima versión del 600 se denominó L-Especial (1972-1973) y contaba con el mismo bloque pero conseguĆa tres caballos mĆ”s (28 cv) gracias al aumento de la compresión. AdemĆ”s esta versión contaba con una tapicerĆa mĆ”s acogedora y con antirrobo en la dirección. Hoy en dĆaĀ pueden parecerĀ pocos caballos, pero en aquellos tiempos yĀ gracias a suĀ escaso peso (600 kg aproximadamente) aquellos voluntariosos motores permitieron al 600Ā recorrer de maneraĀ incansableĀ la penĆnsulaĀ por aquellas Ā«carreterasĀ».
Exteriormente el seiscientos no recibió apenas cambios y mantuvo su caracterĆstica silueta inalterable. Su mayor cambio fue la modificación Ā en el sistema de apertura de las puertas (1970) que pasaronĀ a abrirse de manera Ā«normalĀ» (hacia delante). Hay alguna anĆ©cdota sobreĀ cuando se abrĆan las puertas hacia detrĆ”s; cada vez que los hombres veĆan a una mujer aparcando el 600 se frotaban las manos⦠ya que por dicho sistemaĀ cada vez queĀ salĆan o entraban del coche enseƱaban las piernas mĆ”s de la cuenta, y eso en un momento de tanta represión en todos los sentidos, era una alegrĆa para losĀ Ā«parroquianosĀ».
Comparando el seiscientos con el utilitario actual de la marca, el MiiĀ (1.0 60 cv), nos damos cuenta de la enorme evolución que han sufrido los coches en todos los sentidos. El seiscientos tenĆa una velocidad mĆ”xima de 115 km/h, y cubrĆa los primeros 1.000 metros en 45,5 segundos. Mientras que el Mii tiene una velocidad mĆ”xima de 161 km/h y cubre los primeros metros en 35,9 segundos (casi 10 segundos menos). Hay que tener en cuenta que no estĆ”n tan mal las cifras del seiscientos ya que su motor rendĆa como mĆ”ximo 28 cv.
Y si hablamos de consumos hay todavĆa mayores diferencias, demostrando que hoy en dĆa los fabricantes tienen una verdadera guerra por conseguir los menores consumos en sus coches. El consumo en ciudad para el seiscientos era de 10 l/100 km por los 5,1 l/100 km del MiiĀ (49% menos). Por carretera el seiscientos consumĆa 6,5 l/100 km mientras que el Mii se conforma con 3,7 l/100 km (43% menos).
El seiscientos mostró una gran habitabilidad para su tamaƱo (3,30 m de longitud), y en su habitĆ”culo cabĆan 5 personas o mĆ”s⦠como popularmente sucedĆa. En cuanto a suĀ maletero hoy dĆa parece de broma (68,5 l), comparando nuevamente con el del Mii (238 l). Sin embargo, se recuerda que el seiscientos podĆa con todo y, aparte de poder llevar a toda la familia (incluyendo a los niƱos, los abuelosā¦), tambiĆ©n podĆa con todo el equipajeĀ de la familia con la baca cargada hasta los topes.
La verdad es que con esas condiciones y con las carreteras que habĆa es normal que elĀ 600 sufriese calentones, de echo,Ā el sobrecalentamiento eraĀ el talón de AquilesĀ del coche. La mala refrigeración en gran medida por la disposición trasera del motor fue resuelta en parte gracias al ingenio de sus propietarios. Algunos aƱadĆan una palanca de manera que desde el habitĆ”culo la podĆan accionar abriendo la tapa del compartimento motor para que Ā«respiraseĀ» mejor. Salvo este problema el seiscientos mostró una gran robustez en gran medida por la sencillez de su mecĆ”nica y permitió a sus conductores hacer sus pinitos como mecĆ”nicos, nada que ver con los coches de hoy en dĆa.
En Actualidad Motor hemos querido rendir homenaje al coche que puso a EspaƱa sobre ruedas; elĀ 600Ā esĀ elĀ modeloĀ mĆ”sĀ recordado y el verdadero icono de la motorización en EspaƱa. No hay que olvidar que en 1970 uno de cada cuatro coches que circulaba en nuestro paĆs era un 600 y que llegaron a producirseĀ casi 800.000 unidades. Muestra de ese cariƱo popularĀ esĀ el monumento que tieneĀ en FuengirolaĀ (MĆ”laga) y la despedida de los trabajadores de SEAT de la Ćŗltima unidad con una pancarta que ponĆa: Ā«Naciste prĆncipe y mueres ReyĀ».