Conducimos un Ferrari F430 en el evento Marlboro y Best Lap. Todas las sensaciones y anécdotas.

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Como prometí el otro día, aqui va el post completo con todas las actividades y sensaciones detalladas. Ahora que ya me he tranquilizado un poco y la sangre fría me permite analizar mejor, podré escribir algo más decente.El viernes 27 era el gran día; en el Jarama esperaba a las 8.20 de la mañana con una puntualidad que en mi no es normal. Atrás había quedado una noche de sueño inquieto y revuelto, en mi cabeza me veía ya una y otra vez a los mandos del Ferrari.

Empezó el día con las pertinentes identificaciones a la entrada del circuito. Empezaban las sorpresas; al igual que Actualidadmotor, habían venido Jose Manuel de motorpasión, Javi de blogdelmotor , Javi Costas, Jorge de Diario Motor y Gonzalo de Espacio Coches. Para mi, toda una oportunidad de conocer a destacados de este mundillo.

Junto a nosotros, otras 80 personas aproximadamente dispuestas a disfrutar de lo lindo. Este evento organizado por Philip Morris, propietaria de Marlboro, era un premio con el que obsequió a los ganadores de un concurso/sorteo. La empresa encargada de llevar a cabo el evento es BestLap, y lo hizo bastante bien, dado el número de personas que éramos y los coches disponibles.

Comenzamos con un breve desayuno en una gran carpa allí instalada. Después nos vistieron con mono ignífugo y botas de competición. Rápidamente, pues el tiempo es oro, nos llevaron a la misma carpa del desayuno que ya había sido convertida en sala de briefing. El representante de Marlboro nos hizo una pequeña introducción y el piloto David Bosch nos recordó lo afortunados que éramos de vivir esta experiencia. A continuación nos mezclaron con el resto del grupo.

La primera parte de la jornada consistía en un curso de conducción segura con vehículos Alfa Romeo. En la invitación ponía «conducción deportiva», pero que le vamos a hacer. Sigue siendo una magnífica oportunidad de conducir un Brera V6 de 260 CV, el Diésel JTD 200CV, un JTS y el Alfa 145 JTD 150 CV.

Antes de nada te enseñaban la correcta postura al volante para ser más eficaces en el manejo del mismo y para disminuir las consecuencias de un posible accidente.

Postura correcta de conducción

A partir de aqui se dividía en dos partes; la primera y más espectacular consistía en el típico ejercicio de frenada asimétrica. Se trata de adquirir cierta velocidad (unos 50 Km/h) y frenar en linea recta con las ruedas del lado izquierdo sobre asfalto mojado normal y las del lado derecho sobre un firme muy deslizante. En realidad simularía el frenar con medio coche en el asfalto y el otro medio en el arcén.

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El resultado es que al haber mucha más adherencia en un lado que en otro, el par de fuerzas que se crea hace que el coche gire sobre sí mismo, y si no es corregido, acabemos invadiendo el carril contrario o haciendo un trompo. Faltaba señalar (que ya lo estaríais pensando) que las ayudas electrónicas están desconectadas. Por lo tanto, para evitar el trompo lo que habrá que hacer es soltar freno completamente para desbloquear las ruedas y con un rápido y decidido contravolante enderezar el coche, y una vez en linea recta volver a frenar (si es necesario).

Lo que ocurre (y lo he dicho en todos los cursos como este) es que este ejercicio solo es válido para conductores que no tenga siquiera ABS en su coche, puesto que con el antibloqueo funcionando el coche no se desviará gran cosa de su trayectoria. Habría que haber repetido este ejercicio con ABS e incluso ESP a una velocidad mucho más elevada, pongamos unos 80 Km/h o más, ya que a fin de cuentas será la velocidad a la que circulemos más o menos en la vida real cuando estemos frenando por el arcén en un imprevisto.

La segunda parte consistía en el ya conocido ejercicio de slalom. El objetivo de este ejercicio es conocer como afectan las fuerzas de inercia a la dinámica del coche, y tratar de usarlas en nuestro beneficio. El objetivo no era hacer el slalom a la máxima velocidad posible, pero para conseguirlo hay que jugar con la transferencia de masas y así lo hicimos, levantando el pié del acelerador antes de girar con decisión el volante para sortear el cono. Al soltar gas, el peso se traslada a las ruedas delanteras, ofreciendo más fuerza de rozamiento y facilitando el giro, para nada más salir de él volver a dar gas y así sucesivamente.

Alfa Brera

A continuación lo más esperado: ¡llegamos a la parte Ferrari!

Antes de comenzar, David Bosch nos explicaba algunos aspectos importantes del circuito y el coche, y nos recordaba la gran joya que se nos confiaba…sin cortarse un pelo nos decía que nada de tonterías, ¡y no es para menos! Esperamos haber devuelto la confianza que depositaron en nosotros…

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A continuación, y por turnos, nos íbamos alternando en la Hot Lap a bordo del F430 Challenge (ver foto abajo). El piloto Díaz era el encargado de demostrarnos lo torpes que somos a la hora de bailar con el F430 «normal», más aún comparado con él y su máquina.

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Las sensaciones difícilmente pueden describirse: tan sólo el sonido y la posición, atado al backet, ya era suficiente para elevarme al séptimo cielo; pero no, de eso se encargó el poderoso V8 Ferrari. Si bien la aceleración era sorprendente, más lo era la capacidad de frenado y la aceleración lateral en cada curva, todo ello con un deslizamiento mínimo. Al bajarme, el piloto me comentó que estaba dejando un gran margen de seguridad en cada giro y cada frenada…

Aqui tenéis la vuelta completa grabada; perdón por las vibraciones, pero estaba demasiado concentrado en disfrutar como para hacer una grabación decente.

Después de esta experiencia increíble, llegaba otra más aún. Me llegaba el turno de pilotar.

Acompañado del instructor me incrusté en el asiento de cuero negro y me preparé a salir.

Una vez en pista, grata sorpresa; el Ferrari es fácil de llevar a un ritmo alto sin mucha dificultad. Para mis excesos, ahí estaba el ESP en su modalidad «lluvia» (tiene la opción Snow, Rain, Dry, Sport y Off), que se encargaba de cortar cualquier derrapada antes de que apareciera, y para los fallos de trazada, ahí estaba el monitor que en varias ocasiones me echó mano al volante para que la mala trazada o exceso de velocidad no tuvieran la mínima posibilidad de convertirse en excursión por la gravilla.

Llegó el final de la segunda vuelta, y cuando me bajé me ví en la grabación, comprobando que tenía esa cara de estúpido que se te pone cuando pruebas algo…y te gusta.

Ferrari F430 Spyder

Finalmente, llegó el turno de los Karts; puede parecer que después del F430, iba a ser como un paseo en bici, pero nada más lejos de la realidad. Los karts que nos esperaban tenían una buena calidad, y aunque nos «caparon» el motor para que corriéramos demasiado, su buena manejabilidad y frenos dosificables nos permitieron unos piques inolvidables. Desgraciadamente, fueron suficientemente precavidos como para «soltarnos» por turnos y que el enemigo fuera el reloj…sabia decisión, porque después del Ferrari los ánimos echaban humo y no íbamos a ceder ni un ápice de asfalto.

Kart de competicion

Se acabó lo que se daba, y tras muchas horas de diversión toca coger nuestros coches del día a día y volver a casa. Desgraciadamente, ahí estaba la A-1 dispuesta a recordarnos que el viernes era plena operación salida.


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