La Fórmula 1 encara un punto de inflexión con un paquete de cambios que se activará con el nuevo ciclo reglamentario. Más allá de la técnica, se persigue un fin común: mejorar el espectáculo sin perder identidad competitiva, equilibrando el rendimiento de los coches con fines televisivos y logísticos.
En las últimas reuniones de la Comisión de F1 se han acordado y debatido propuestas que afectan a la estética, al formato de fin de semana y a la estrategia de carrera. Varias ya tienen luz verde, mientras que otras siguen en evaluación para su despliegue a partir de 2026. Todo ello con impacto directo en aficionados en España y Europa, mercados clave para audiencias y retransmisiones.
Formato de fin de semana y Sprint
Liberty Media lleva tiempo explorando nuevas fórmulas para dinamizar los Grandes Premios, con el formato Sprint como punta de lanza. La idea actual es aumentar su presencia en el calendario, manteniendo una estructura estable que evite cambios año a año.
Entre los ajustes en estudio destaca añadir tiempo a los Libres en fines de semana con Sprint cuando haya banderas rojas, dado que el cronómetro no se detiene en entrenamientos y una interrupción reduce el trabajo en pista. La medida choca con ventanas horarias estrictas —marcadas por la franja de mayor audiencia—, lo que obligaría a reajustes finos del programa.
También se sopesa sumar unos minutos a Q1 y Q2 para aliviar atascos en parrillas más densas. La lógica es clara: con más coches, aumenta el riesgo de que algunos no inicien vuelta a tiempo. De aplicarse, se buscaría mitigar la acumulación de tráfico sin desvirtuar la tensión de la clasificación.
Por otra parte, gana tracción una propuesta —de difícil encaje— para homogeneizar la duración total de las carreras. Hoy se compiten 305 km (salvo excepciones), pero el tiempo varía según el trazado: Monza es mucho más breve que Singapur. Para las televisiones europeas, un bloque temporal estable facilitaría parrillas de programación.
Estrategia y neumáticos
La obligatoriedad de dos paradas en boxes se ha discutido a fondo y, por ahora, no hay acuerdo. Se estudian junto a Pirelli cambios de compuestos y vida útil para favorecer variedad táctica, pero el temor de varios equipos es terminar forzando estrategias idénticas.
Algunas voces del paddock han pedido prudencia: si todo el mundo se sincroniza, desaparece el juego estratégico que hoy diferencia a quien arriesga con una o dos detenciones. Pirelli prefiere reducir la brecha de rendimiento entre opciones para que haya decisiones reales, no guiones calcados.
El paquete estudiado contempla hacer obligatorias dos paradas en boxes, junto a ajustes en los límites de vida de los neumáticos y la posibilidad de exigir el uso de tres compuestos en carrera. La intención es aumentar las ventanas estratégicas y reducir el peso de la pura gestión del neumático en el resultado final.
Según trasladó la FIA, el debate se apoyó en simulaciones de los equipos y datos de Pirelli. Liberty Media ha mostrado simpatía por la medida, al entender que podría elevar el espectáculo dominical, aunque el respaldo de los constructores no llegó en esta fase.
Las escuderías han mostrado una postura alineada en contra de introducir la obligación ya definida, subrayando que 2026 traerá coches y unidades de potencia nuevas y que forzar el ritmo con dos paradas podría tensar la fiabilidad en el arranque del ciclo. La prioridad, advierten, es entender primero el comportamiento de los monoplazas antes de encorsetar la estrategia.
Además, varios jefes alertan de que la imposición podría homogeneizar las tácticas: Alan Permane avisó de que sin compuestos adecuados «dos paradas» no garantiza mejores carreras; Andrea Stella recordó que si todos hacen lo mismo «se pierde el juego del contraste»; y James Vowles teme que acabemos con planos estratégicos casi calcados, con diferencias de apenas una vuelta entre paradas.
Imagen: coches más reconocibles

Se aprobó una medida estética y funcional: al menos el 55% de la superficie visible del monoplaza —vistas lateral y superior— deberá estar pintada o cubierta con adhesivos. Se busca evitar la parrilla grisácea dominada por fibra de carbono al desnudo y mejorar la diferenciación en TV.
Esta norma choca con la tentación de ahorrar gramos de pintura para aligerar peso, una tendencia acelerada desde 2022. Aun así, el regulador considera prioritario que cada coche sea identificable de un vistazo, algo que beneficia a emisoras europeas y a la experiencia del espectador.
Dorsales: más flexibilidad
La F1 flexibilizará el sistema de números permanentes: los pilotos podrán cambiar su dorsal a lo largo de su carrera (con el 17 retirado de forma indefinida). La actualización detallará procedimientos y disponibilidad, abriendo margen para vincular mejor identidad deportiva y marca personal.
Pruebas aerodinámicas y control de costes
Se ajustarán las Restricciones de Pruebas Aerodinámicas (ATR) para alinearlas con la capacidad de simulación actual y los límites presupuestarios. El objetivo es afinar la relación entre túnel de viento y CFD en función del rendimiento anterior sin penalizar la evolución tecnológica.
Seguridad y rendimiento del piloto
La posible obligatoriedad del Sistema de Refrigeración para Pilotos (SRP) sigue en evaluación. Se plantean rediseños del equipo y de las prendas, además de elevar el margen de peso permitido. La FIA recabará opiniones con la GPDA para decidir su implantación definitiva.
Arquitectura de los coches y ayudas al adelantamiento
Los nuevos coches apostarán por una unidad de potencia con mayor aporte eléctrico y combustibles sostenibles, junto a chasis más estrechos y ligeros y menor carga aerodinámica. El DRS tradicional dará paso a aerodinámica activa y a modos de gestión de energía para el ataque y la defensa.
Ese cambio exige aprender a dosificar la batería: si el piloto gasta demasiado en una recta, podría quedar expuesto en la siguiente. Se trabaja para que el “modo de adelantamiento” no convierta las pasadas en un intercambio estéril y mantenga el incentivo de arriesgar.
Lo que opinan los protagonistas
Desde el garaje de Aston Martin, Fernando Alonso mantiene cautela: ve clave que los neumáticos propicien más paradas para abrir ventanas de ataque. La gestión energética, advierte, puede condicionar cuándo conviene intentar una maniobra.
En el otro lado, Mattia Binotto (Audi) confía en que el nuevo marco normativo mejorará el espectáculo, con equipos y pilotos ya adaptándose en simulador. Desde Williams se apunta que, tras un periodo de aprendizaje, la conducción con las nuevas reglas termina volviéndose natural.
Televisión y horarios
La F1 cuida las ventanas de máxima audiencia, especialmente en Europa. De ahí que cualquier ampliación de sesiones —como añadir minutos tras banderas rojas en Libres— exija reencajar el programa sin afectar a clasificación y carrera, que concentran la mayor atención.
Con decisiones ya aprobadas (más color y dorsales flexibles) y otras en el alambre (paradas obligatorias, SRP o retoques del Sprint), el siguiente curso marcará la pauta del gran cambio. Para el aficionado español, la clave estará en cómo se combine la nueva técnica con formatos que mantengan la emoción sin convertir las estrategias en un guion previsible.