Mitsubishi es una marca que mucha gente considera que no tiene rumbo, entre los que me incluyo yo como satisfecho cliente de la marca. Actualmente la firma de los tres diamantes se sustenta por los ASX y Outlander, mientras el otrora superventas Montero no vive su mejor Ć©poca dado que su segmento ha caĆdo mucho y tiene aƱos. El otro modelo que tiene la marca es la pick-up L200 ya no hay berlinas o compactos como el Lancer.
Es por ello que cuando tuvimos ocasión de probar el nuevo Mitsubishi Space Star no quisimos perdĆ©rnosla. No es un coche apasionante, para que negarlo, pero personalmente tenĆa ganas de conocer la nueva apuesta para el segmento A de la marca japonesa. Lo probamos en su acabado mĆ”s alto, Motion, con el motor mĆ”s potente, que es un 1.2 gasolina de tres cilindros y 80 caballos que la marca denomina 120 MPI.
Efectivamente, si estabas pensando que aquĆ hay un lĆo de nomenclaturas, no estĆ”s equivocado. Todos recordamos al Mitsubishi Space Star como un pequeƱo monovolumen de segmento B, mientras que el utilitario era el Mitsubishi Colt. No sabemos a ciencia cierta el motivo, pero ahora lo que podrĆamos considerar la nueva generación del Colt adopta la denominación de Mitsubishi Space Star. Probablemente sea una decisión motivada por el poco Ć©xito de las Ćŗltimas generaciones del utilitario.
El Space Star mide 3,71 metros de largo, 1,67 de ancho y 1,49 de alto, por lo que es mÔs grande que algunos de sus rivales. La gama del modelo es muy sencilla y se estructura en dos acabados, Challenge y Motion. El primero equipa un motor 1.0 de 71 caballos (100 MPI) y el que probamos el 1.2 de 80 caballos (120 MPI). Como analizaremos en próximas entregas de la prueba, el Motion es una de las alternativas mÔs interesantes del mercado.
DiseƱo de marca blanca
Desde un primer momento critiquƩ la extrema sencillez del modelo, que parece un producto de marca blanca. Es un modelo global fabricado en Tailandia y ha de gustar en muchos mercados. Tal vez ese sea el motivo que justifique su extremadamente sosa estampa exterior. Podemos decir que es un coche casi carente de diseƱo, de esos que no son ni feos ni bonitos, que no saben a nada. Es tan apetecible como un Calippo de agua.
Pero es tambiĆ©n una decisión en parte comprensible. Mitsubishi ya ha arriesgado con otras generaciones del Colt, y ha servido para comprobar que la cosa no ha funcionado del todo bien. Mejor ir sobre seguro y ofrecer lo que os anticipo que es un producto muy interesante, competitivo y económico. AĆŗn asĆ, he encontrado la respuesta a la famosa pregunta de ĀæA quĆ© saben las nubes? Sencillo: a Mitsubishi Space Star
Sencillo, de calidad y espacioso
Habiendo dedicado dos pÔrrafos excesivamente largos para describir su diseño, ahora es el momento de pasar al interior, que es realmente donde pasarÔ la mayor parte del tiempo aquel que se decida por el Space Star. El salpicadero no es tampoco un alarde de diseño, ni tampoco encontraremos refinados materiales. Encontramos que todo son plÔsticos duros, aunque con muy buenos ajustes entre sà y una total ausencia de grillos. Algunas pequeñas ralladuras delatan que estos plÔsticos se pueden rozar con facilidad. Dado su precio y su segmento, no hay duda en afirmar que es un modelo de calidad.
La ergonomĆa del puesto de mandos es realmente buena. Tenemos un volante multifunción (solo regulable en altura) y los controles de la radio y el climatizador quedan muy a mano. El Ćŗnico pero en este aspecto es el botón que controla el ordenador de abordo, que estĆ” situado en una posición poco prĆ”ctica, igual que en otros modelos de la marca. Es un pequeƱo tetón situado en el cuadro de instrumentos, que requiere retirar del volante una de las manos para cambiar la información que se visualiza en la pantalla.
La sencillez la encontramos tambiĆ©n en este cuadro de relojes, con un gran velocĆmetro, un pequeƱo cuentarrevoluciones a la izquierda y un económetro a la derecha. No hay reloj de temperatura del agua, en su lugar hay un testigo que se enciende cuando el motor estĆ” frĆo. La información del ordenador de abordo se muestra en una pantalla monocroma. Los botones del coche transmiten solidez, con la excepción del que sirve para bloquear y desbloquear las ventanillas traseras.
La tapicerĆa de este acabo es de tela y parece resistente y agradable al tacto. Los asientos tienen un mullido cómodo aunque tirando a duro y tienen bastante poca forma, tanto delante como detrĆ”s, por lo que no sujetan mucho el cuerpo. El habitĆ”culo es espacioso y el mayor problema es la anchura. En las plazas delanteras podremos rozar en la pierna del copiloto al ir a insertar la quinta velocidad o la marcha atrĆ”s. Hay bastantes huecos portaobjetos.
Las plazas traseras me han parecido muy amplias dado el tamaƱo exterior del vehĆculo. Adoptando una postura de conducción normal, queda todavĆa mucho espacio para las piernas. La altura libre para la cabeza puede ser un problema para gente muy alta, ya que en los laterales el techo cae un poco y puede ser molesto. La anchura es escasa para tres pasajeros, algo habitual en el segmento A, donde eso sĆ, algunos modelos ofrecen cuatro plazas frente a las cinco de este Space Star. Los asientos traseros tienen fijaciones ISOFIX.
El maletero tiene un volumen de 235 litros de capacidad. Es correcto y se sitúa en el termino medio de su segmento. Las formas son bastante aprovechables. Bajo el suelo se encuentra el hueco para la rueda de repuesto de emergencia (opcional). Abatiendo los respaldos de forma 60/40 se consigue ampliar la superficie de carga hasta los 912 litros, aunque no queda una superficie completamente plana. No hay ganchos ni argollas para sujetar la carga, aunque si iluminación.
Puedes encontrar mÔs información sobre el Mitsubishi Space Star 1.2 Motion en la parte de comportamiento dinÔmico y consumos y en el anÔlisis de precio y equipamiento.
ĀæComparte algo con el Nissan Micra? Es bastante parecido en algunos aspectos
Hola Miguel. Son modelos completamente independientes el uno del otro. El Micra es mƔs grande incluso. Un saludo.