Si te gustan los coches no me queda la menor duda de que también te gustan los deportivos y, claro, también los superdeportivos. No es fÔcil verlos en vivo y en directo, mucho menos conducirlos o poseerlos. Reconócelo, te tronchas el cuello igual que nosotros al ver un superdeportivo, bien vaya circulando o bien esté parado; y seguramente mÔs de una vez te hayas hecho alguna foto con uno.
Por todo lo anterior tengo claro que la prueba de esta semana te va a encantar. En Actualidad Motor nos ponemos a los mandos del Audi R8 V10 Plus, la segunda generación del superdeportivo alemÔn. Si eres fan de estos monstruos de la velocidad, ya sabrÔs que tras los dos asientos se encuentra un motor V10 de 5.2 litros que desarrolla la friolera de 610 CV, siendo el mismo propulsor que utiliza el Lamborghini Huracan, su primo italiano. No te entretengo mÔs, ”acompÔñanos!
La gestación del Audi R8
Audi R8 LMX
Antes de entrar de lleno con la prueba del Audi R8 queremos haceros saber cómo Audi lanzaba la primera generación de este superdeportivo. Audi y superdeportivos de calle, dos conceptos que parecĆan imposibles de casar a la llegada del siglo XXI. Audi siempre ha sido tachada de crear coches que, aunque muy refinados, carecĆan de una gran deportividad. Parece ser que en Ingolstadt se cansaron de ese clichĆ© y aprovecharon su experiencia en competición para cerrar la boca a todos aquellos que dudaban de sus posibilidades con productos deportivos.
De este modo, en el aƱo 2007 llegaba al mercado el primer Audi R8. Un superdeportivo de motor central (primer coche de calle de Audi con motor central) con un V8 de 4.2 litros y admisión atmosfĆ©rica tras el respaldo de las dos butacas, que rendĆa 420 CV. La tracción, por supuesto, a las cuatro ruedas mediante el sistema de tracción quattro. A los detractores de la marca no les quedó mĆ”s remedio que quitarse el sombrero.
No contentos con ello, y aprovechando su buen chasis, Audi decidió introducir un V10 5.2, tambiĆ©n atmosfĆ©rico, extraĆdo del Lamborghini Gallardo. Desarrollaba 525 CV a pleno rendimiento, aunque algunas versiones posteriores aumentaron su potencia. La Ćŗltima edición del Audi R8 de primera generación fue el LMX, que traĆa los primeros faros lĆ”ser utilizados por la firma alemana. Ya en 2015 se estrenarĆa la segunda generación del superdeportivo alemĆ”n, el protagonista de estas lĆneas.
Excitantes proporciones exteriores
Viendo que la gran mayorĆa de coches que abundan nuestras calles se parecen bastante entre sĆ, resulta excitante hablar de un coche tan bajo y ancho, y de unas formas tan agresivas en su carrocerĆa. El Audi R8 tiene unas dimensiones de 4,43 metros de largo, por 1,94 de ancho y 1,24 metros de alto; sĆ, solo 1,24 metros de altura, no nos hemos equivocado. La distancia entre ejes es de 2,65 metros.
Como se puede apreciar en las imĆ”genes exteriores que nos acompaƱan a lo largo de todo el artĆculo y en la galerĆa, probablemente lo primero que nos sorprende es esa contenida altura de la carrocerĆa a la que hacĆamos referencia, asĆ como lo cerca que se encuentran los bajos del suelo, siempre y cuando no tengamos en cuenta este llamativo color Solar Orange de nuestra unidad de pruebas. Ya podrĆ”s imaginar que debemos extremar las precauciones al aparcar cerca de un bordillo, al pasar por resaltos y tambiĆ©n en las rampas de los garajes.
Aparte, el Audi R8 de segunda generación tiene unas lĆneas mucho mĆ”s afiladas y agresivas que su predecesor, que era mĆ”s redondo. En el frontal nos encontramos con la parrilla singleframe de la marca alemana en tipo panal de abeja, mucho mĆ”s āaplastadaā que en ningĆŗn otro modelo de Audi.
Los faros, que son de iluminación lÔser para la luz de carretera y LED para intermitentes, cruce y diurna, aportan mucho dinamismo a esta vista delantera, pues tienen un diseño rasgado poco habitual en la marca. Bajo ellos aparecen unas enormes tomas de aire para canalizarlo y refrigerar diferentes componentes del coche, entre otros los enormes discos de frenos carbono-cerÔmicos. En la parte baja del paragolpes encontramos un pequeño labio en fibra de carbono. Si nos fijamos en el capó, tiene un par de suaves trazos que mueren en el pilar delantero.
Mientras aĆŗn no hemos asimilado todavĆa que estamos ante un coche de mĆ”s de 600 CV, vamos cambiando de vista para observarlo lateralmente. Mientras giramos y nos encontramos de perfil, no podemos pararnos a comprobar la enorme envergadura de las tomas de aire laterales que se encuentran tras las puertas, asĆ como las formas de las puertas. Todo ello ha sido concebido asĆ para conseguir la mĆ”xima refrigeración posible del motor intentando perjudicar lo mĆnimo a la aerodinĆ”mica. Los sideblades, que ya tenĆa el R8 anterior, ahora utilizan un diseƱo diferente y dejan ver el hombro de la carrocerĆa.
Habiendo hecho ese pequeƱo parón, ahora sĆ observamos a nuestro protagonista completamente de lado. El contraste del Solar Orange con la fibra de carbono de los espejos retrovisores y de los sideblades, asĆ como las llantas de 20 pulgadas opcionales de nuestra unidad acabadas en negro, resulta brutal. Aunque reconozco que yo no me lo comprarĆa asĆ, esta configuración es exageradamente llamativa. Otro de los apartados destacables es la poca superficie de las ventanillas de las puertas, que ya nos hacen saber que la visibilidad no serĆ” su mejor baza y que tampoco tendremos una sensación visual de gran amplitud.
5.2 V10 atmosfƩrico de 610 CV
Volvemos a dar unos lentos pasitos sin quitarle ojo y nos situamos detrÔs del Audi R8. No podemos evitar asomarnos por el cristal trasero para admirar durante unos segundos (o minutos) el corazón de este superdeportivo alemÔn. Ahà se encuentra la doble bancada, los diez cañones cilindros, el doble logotipo de la marca y tantas otras cosas custodiadas por unas barras de refuerzo estructural gritando: ”Vamos! ¿”A qué esperas para arrancarme!? Resistimos y seguimos hablando de su diseño, terminando con su parte exterior.
Nos alejamos un par de metros, sin apartar la mirada de su zaga y continuamos alucinando con su alerón de fibra de carbono, con los finos pilotos de LED con intermitentes dinÔmicos, con las grandes rejillas de ventilación que encontramos inmediatamente debajo de los pilotos y con ese despampanante difusor acabado en fibra de carbono, asà como con las salidas de escape ubicadas en los extremos. Nos ponemos casi de rodillas y vemos que las llantas de 20 pulgadas son unos auténticos rodillos. DetrÔs estÔn calzadas por unos neumÔticos en medidas 305/30 mientras que delante son 245/30.
Habitabilidad
Ya hemos babeado bastante con el exterior, vamos a ver quĆ© tal es la convivencia aquĆ dentro. Para empezar, debemos encontrar la manilla de apertura, pues nadie que conozco y que haya intentado subir al coche lo ha conseguido a la primera. Yo tambiĆ©n me tuve que agachar la primera vez para localizarla. Una vez abierta la puerta debemos introducir la pierna, agarrarnos donde podamos y dejar deslizar suavemente nuestras posaderas sobre el respaldo hasta que lleguen a la base del asiento. El siguiente paso es introducir la pierna izquierda, estirar el brazo y ātraernosā la puerta al habitĆ”culo. Un poco de contorsionismo nunca viene mal.
El Audi R8 no serĆ” el coche mĆ”s amplio del mercado, como ya puedes imaginar. Es probable que personas de gran altura se encuentren algo agobiadas, mĆ”s por la distancia longitudinal que por altura para la cabeza. Eso sĆ, tiene su lógica, tenemos que poner un motor detrĆ”s de los asientos y debe haber un importante mamparo de seguridad y aislamiento (tĆ©rmico y acĆŗstico) entre medias. El espacio para la cabeza serĆ” algo mejor, aunque no vayas con la idea de que este coche tiene un espacio de SUV. En cualquier caso, una persona de 1,90 metros ha podido sentarse y sentirse cómoda.
Tras los asientos hay un pequeño compartimento descubierto que puede venir bien para dejar una chaqueta, asà como una pequeña redecilla en la que podemos sujetar, por ejemplo, algunos papeles o una pequeña botella de agua. Según Audi, este hueco que queda tras los asientos tiene un volumen de 226 litros, aunque la utilidad es muy reducida, sinceramente. El maletero de la parte delantera (recuerda que el motor va detrÔs) cubica un espacio de 112 litros. Es relativamente profundo y aprovechable por sus formas, pero son muy pocos litros y cabrÔ poco mÔs que un bolso de gimnasio.
Āæ112 litros de maletero? Sarna con gusto no picaā¦
Tanta deportividad como buenos acabados
Por lo general podemos decir abiertamente que el diseƱo del Audi R8 es sencillo. Audi no ha querido, en este sentido, iniciar una revolución. Las calidades rozan la perfección, con unos remates y ajustes que no suelen aparecer en coches del dĆa a dĆa. Una de las curiosidades es que, si nos fijamos, no vemos una pantalla en el centro del salpicadero. AquĆ solo encontramos la regulación del climatizador (que es no es bizona, por cierto), luces warning, sensores de aparcamiento, desactivación del ESP y poco mĆ”s.
Audi ha preferido centralizar todo en el conductor, incorporando todos los controles e informaciones en el famoso cuadro de instrumentos Audi virtual cockpit. Puede parecer algo engorroso, pero lo cierto es que tardamos poco en acostumbrarnos a su manejo, pues es muy intuitivo y ofrece multitud de configuraciones. En el túnel central tenemos la palanca de cambios y un mando para saltar rÔpidamente al navegador, radio, teléfono o introducir caracteres. Todo, como decimos, bastante sencillo; pero no podemos negar que nos hubiera gustado contar también con una pantalla en el salpicadero.
El volante merece una mención aparte. Contamos con el opcional del escape deportivo (2.505 euros) y la suspensión magnetic ride (2.375 euros). Esto significa que, ademĆ”s de aumentar notablemente el precio del coche, en el volante se aƱaden los dos botones inferiores que nos permiten variar el sonido de escape y jugar entre varios modos de gestión del comportamiento del motor, dependiendo de si estamos en circuito con suelo seco, en una pista mojada o sobre nieve, por ejemplo. Pero lógicamente el que mĆ”s llama nuestra atención es el botón rojo, para dar despertar o hacer que el que V10 atmosfĆ©rico se eche una siesta. Tras los radios horizontales tenemos las levas para la gestión del cambio. El tacto del volante es difĆcilmente mejorable y, en este caso, no me ha importado tanto que estĆ© achatado en su parte inferior.
Por lo demĆ”s, nuestra unidad de pruebas cuenta con los opcionales del acolchado de rombos en cuero napa fina (1.425 euros), asientos con reglajes elĆ©ctricos (1.255 euros) y revestimiento interior del techo en Alcantara con acolchado de rombos (3.690 euros). Todos estos opcionales, junto a los acabados en fibra de carbono, crean un interior que probablemente te hagan sonreĆr aunque sea uno de los peores dĆas de tu vida.
V10 5.2 FSI
El corazón del Audi R8 es, en todas sus variantes, un motor V10 atmosfĆ©rico. La menos potente, por llamarlo de alguna manera, desarrolla 540 CV y 540 Nm de par; mientras que la versión Plus, la que nosotros probamos, eroga 610 CV y 560 Nm. El par mĆ”ximo, en ambas variantes, llega a 6.500 rpm. Viendo las tablas de potencia y par, pocas diferencias apreciaremos en cuanto a la entrega de energĆa a medio y bajo rĆ©gimen, ya que la versión Plus destaca en la zona alta con un mayor pico de potencia. El corte de alimentación aparece a nada menos que 8.700 rpm.
El propulsor se asocia a una caja de cambios S tronic de siete velocidades, la cual podemos gestionar nosotros mismos desde las levas del volante o dejar que sea la electrónica quien determine en todo momento quĆ© marcha acoplar. Como no podĆa ser de otra forma, la energĆa del V10 se reparte entre las cuatro ruedas gracias al sistema de tracción quattro, que ademĆ”s cuenta con un diferencial autoblocante posterior para mejorar al mĆ”ximo la motricidad.
Launch Control y Slow Motion con el Audi R8 V10 Plus. ”Genial combinación!
Publicada por Actualidad Motor en Domingo, 7 de mayo de 2017
Para reducir las emisiones y los consumos, Audi ha incorporado diferentes soluciones como la desactivación de la mitad de sus cilindros cuando la demanda de energĆa es baja (cylinder on demand), la conducción a vela cuando levantamos el pie del acelerador o el doble sistema de inyección, funcionando como un motor de inyección indirecta o de inyección directa dependiendo del rango de revoluciones y la carga que gestionamos con el pedal derecho. Audi dice ahorrar hasta un 13 % en comparación con su predecesor homologando un consumo mixto de 12,3 l/100 km en el Audi R8 V10 Plus.
En cuanto a las prestaciones, la variante Plus de 610 CV acelera de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos, gracias a su función Launch Control, y puede viajar a una velocidad mĆ”xima de 330 km/h. Pesa 1.454 kg en seco (1.555 con lĆquidos y sin conductor), por lo que su relación peso/potencia es de solo 2,38 kg por CV. Esto, junto a los grandes frenos carbonocerĆ”micos, tambiĆ©n le ayuda a detenerse de 200 km/h a 0 en solo 10 segundos.
Ahora sĆ, al volante del Audi R8 V10 Plus
Basta ya de chĆ”charas y vamos a lo que todos estamos esperando. Nos ajustamos asiento, volante y espejos y pulsamos ese botón rojo del volante al que antes hacĆamos referencia. CrĆ©eme cuando te digo que te habrĆ”s dado cuenta de que estĆ” arrancado, tĆŗ y tus vecinos. Al arrancar el motor sube bastante de vueltas y tarda unos segundos en estabilizarse al ralentĆ. Si activas el modo dynamic el escape opcional aumentarĆ” el sonido. Si quieres hacer saltar alarmas dale un toque al acelerador. Bromas a un lado, pongamos D y salgamos.
Los primeros metros con el Audi R8 son difĆciles. No estamos acostumbrados a ir sentados tan cerca del suelo y la visibilidad en este coche es muy reducida. Una de las curiosidades es que, puedes parar en un semĆ”foro al lado de cualquier SUV y tu cabeza queda a la altura de las manillas de sus puertas. AdemĆ”s, tenemos que tener mucho cuidado con las rampas de garaje y los resaltos, pues la altura libre es mĆnima, como tambiĆ©n el recorrido de las suspensiones. Maniobrar es complicado, tanto como evitar rozar sus llantas al intentar aparcar. TomĆ©moslo con calma y con prudencia. Suerte que contamos con sensores de aparcamiento y una cĆ”mara de marcha atrĆ”s que, a decir verdad, queda lejos de contar con una buena definición y se proyecta Ćŗnicamente sobre el cuadro digital. Un fallo, sinceramente.
Con lluvia mejor mantener la calma todo lo que podamos
Abandonamos la ciudad en cuanto podemos, pues es claramente el peor hĆ”bitat para un coche de estas caracterĆsticas. Salimos a autovĆa, con el modo de conducción auto activado, y en el primer carril de aceleración nos llevamos la primera patada. Apretar el pedal, aunque solo sea un 25 % mĆ”s, de forma rĆ”pida hace que la caja S tronic baje unas cuantas marchas instantĆ”neamente y salgamos como una flecha. Ā”QuĆ© burrada!
Manteniendo una velocidad relativamente constante de 120 km/h no sentiremos que estamos en un superdeportivo. La suspensión filtra mucho mejor de lo que nos esperĆ”bamos todas las irregularidades, por lo que no serĆa una locura muy grande aventurarse a realizar un viaje con el Audi R8. Activamos el modo dynamic, reduce marchas y en pocos instantes nos damos cuenta de que, ahora sĆ, la suspensión se vuelve como una roca. Mejor volvamos al modo auto o incluso al confort, no queremos llegar a casa con los riƱones hechos un acordeón en pocas decenas de kilómetros.
Decidimos escaparnos de la ciudad y tambiĆ©n de las vĆas rĆ”pidas en bĆŗsqueda de carreteras en las que abunden las curvas. No queremos pasarnos de listos y simplemente circulamos a un ritmo alegre pero muy seguro, disfrutando de los virajes, del sonido del V10 y de los petardeos en las retenciones. El Audi R8 es sumamente fĆ”cil de conducir en este tipo de carreteras. La dirección dinĆ”mica (dirección con desmultiplicación adaptativa, vale 1.845 euros) mete el morro donde nosotros indicamos con el volante, pudiendo ajustar al centĆmetro y sin necesidad de realizar correcciones. Eso sĆ, llevamos un coche muy ancho y rĆgido, por lo que mejor escoger carreteras con carriles anchos y con buen pavimento.
Aumentando un poco el ritmo nos damos cuenta de que no hay curva que se le resista. Puedes apurar mĆ”s y mĆ”s, frenar mĆ”s tarde, acelerar antes, que a no ser que cometas un error descomunal, el coche completarĆ” la curva y saldrĆ” disparado buscando la siguiente. No hay ni rastro de inclinaciones longitudinales o transversales, no hay tiempos muertos en cambios de apoyo, eso no existe. Lo que sĆ puede existir con facilidad es un claro exceso de velocidad respecto a lo que marca la ley sin que apenas te des cuenta de ello. La sensación de seguridad es tan elevada que no lo percibimos. Por recriminar algo, estarĆa bien que recibiĆ©ramos algo mĆ”s de información a travĆ©s de la dirección, ya que se percibe mĆ”s aislada de lo que nos esperĆ”bamos.
Por si te lo preguntas, te dirĆ© que no; no es un coche al que puedas extraer gran parte de su potencial en carretera abierta. Puedes disfrutar a ritmos normales, pero intentar estar cerca de los lĆmites del coche en carretera es ir muy muy rĆ”pido. Puedes apretar el acelerador a fondo en una aceleración para que te deje pegado al asiento, pero en pocos segundos estarĆ”s cometiendo un delito; te pillen o no, pero estarĆ”s delinquiendo. ĀæLa solución? La de siempre: irse a un circuito.
Prueba Audi R8 V10 Plus en circuito
Si quieres disfrutar de sus prestaciones tendrƔs que ir a un circuito
No todos los dĆas probamos coches con tal potencial dinĆ”mico y, como ya hemos dicho, intentar acercarse a los lĆmites es una locura. Es por ello que nos hemos acercado al Circuito del Jarama para allĆ intentar buscarle las cosquillas de forma legal y, sobre todo, con muchĆsima seguridad. Ahora sĆ, modo dynamic del Audi drive select y Race del botón izquierdo inferior del volante. Modo secuencial deportivo activado para la caja de cambios, pie izquierdo al freno y derecho pisando el acelerador a fondo. El Launch Control estĆ” activado. Soltamos el pedal de freno y quedamos totalmente pegados al asiento.
Es difĆcil saber a quĆ© velocidad vamos en cada instante, pues el velocĆmetro digital no para de aumentar decenas de km/h. Antes de darnos cuenta hemos pasado los 100 km/h, vamos empalmando marchas, el aullido del V10 tras nuestra nuca cada vez parece ser mĆ”s fuerte. Volvemos a mirar brevemente al velocĆmetro y ya hemos superado los 200 km/h. Pie derecho al freno y sentimos como todo nuestro cuerpo va hacia delante con mucha violencia, pues la deceleración es brutal. Trazamos la leve primera curva de Nuvolari y nos tiramos a saco a Fangio. Vamos rĆ”pido, pero el coche y los neumĆ”ticos aceptan todo lo que les echemos y mĆ”s. Solo al salir de la curva, gas a fondo y motor bastante revolucionado, nos percatamos de que la electrónica entra en funcionamiento para aumentar la motricidad.
Solo han pasado unos instantes y ya estamos frenando con el coche recto para despuĆ©s soltar el pedal izquierdo y trazar Varzi con seguridad, aunque no por ello despacio. El coche ni se mueve, no inclina, simplemente obedece. Pocos instantes acelerando y llegamos a la siempre complicada Le Mans. Nos abrimos para coger el segundo vĆ©rtice con seguridad, de nuevo gas a fondo y, aunque la carrocerĆa no desliza prĆ”cticamente nada, el ESP vuelve a actuar. Frenazo y nos tiramos a la horquilla de derechas, Farina. Entramos algo mĆ”s deprisa de la cuenta y notamos un breve sobreviraje rĆ”pidamente corregido. Llegamos al piano y rĆ”pidamente buscamos el lado derecho de la pista para subir Pegaso.
El rasante hace que el agarre en el vĆ©rtice sea mĆ”ximo, perdiendo mĆnimamente tracción al coronar. Suerte que llevamos los controles de estabilidad activados, pues una pĆ©rdida brusca de agarre aquĆ arriba suele terminar con la grĆŗa acudiendo al rescate. Levantamos y la complicada Ascari se hace aĆŗn mĆ”s difĆcil de lo habitual, pues al ir sentados tan bajo se hace aĆŗn mĆ”s ciega de lo que ya de por sĆ es con un coche normal.
Llegados a este punto decidimos cambiar de estrategia; en lugar de trazar fino, queremos forzar para que aparezcan los lĆmites retrasando la entrada y metiendo el coche bruscamente al interior, como si nos hubiĆ©ramos colado. Igualmente āgolpeamosā al pedal derecho antes de lo habitual. Pasan las curvas y en cada una de ellas nos damos cuenta del alto agarre, tanto longitudinal como lateral, del Audi R8, de sus prĆ”cticamente inexistentes inercias y de lo fĆ”cil que es llevarlo muy rĆ”pido aunque el nivel de conducción sea mĆnimo. Eso sĆ, para llevarlo al extremo y sin ayudas se necesitarĆ”n manos de piloto, pudiendo causar un gran desastre si no lo eres. Estos coches son dóciles y fĆ”ciles de llevar porque su lĆmite es muy alto pero, una vez que lo sobrepases, reza y cruza los dedos todo lo rĆ”pido que puedas.
Conclusiones
El Audi R8 no es un coche al alcance de cualquiera, algo que ya te podrĆas imaginar. Tampoco es un coche utilizable a diario, aunque tu cuenta bancaria te lo permita. Es un autĆ©ntico imĆ”n de miradas y de fotos, por lo que igual no te sientes del todo cómodo en tus desplazamientos diarios. Seguro tienes la curiosidad de cuĆ”nto combustible necesita una bestia de cuatro ruedas como Ć©sta: nosotros, tras 1.100 kilómetros recorridos, hemos obtenido un consumo medio de 16 litros. Es cierto que hemos realizados muchas aceleraciones fulgurantes (como para no hacerlo), pero tambiĆ©n hemos rodado muchos kilómetros por autovĆa a ritmos legales y pocos han sido los recorridos urbanos. Ah, y recuerda que solo acepta gasolina de 98 octanos.
Tras convivir varios dĆas con Ć©l, aĆŗn es difĆcil decir cuĆ”l ha sido el aspecto que mĆ”s nos ha gustado de este coche, pues han sido varios. La aceleración es sencillamente brutal, pero no se consigue solo con mucha potencia. El sistema de tracción quattro, la electrónica y la caja de cambios hacen un trabajo fascinante. Precisamente su caja de cambios nos ha dejado asombrados, y te explico por quĆ©. Puedes ir en modo auto del drive select y con la caja en modo automĆ”tico a 65 km/h en su marcha mĆ”s larga, sĆ©ptima. Si aceleras a fondo bruscamente reduce varias marchas como un rayo, sin que te percates de ello, y verĆ”s en el cuadro que ha engranado tercera a la vez que tu nuca queda pegada al reposacabezas hasta que levantes el pie derecho.
Lo que menos nos ha gustado probablemente haya sido el coste de algunos opcionales que deberĆan ser de serie. Tener que pagar mĆ”s de 800 euros de mĆ”s por una cĆ”mara de marcha atrĆ”s en un coche que se acerca a los 220.000 euros de serie deberĆa estar penado con cĆ”rcel. Igualmente, el Audi R8 no ofrece (ni de forma opcional) algunos importantes sistemas de ayuda a la conducción como, por ejemplo, el control de crucero adaptativo o el sensor de presencia en Ć”ngulo muerto. La postura de conducción tambiĆ©n podrĆa ser mejorable, habiendo echado de menos unos centĆmetros mĆ”s de regulación del volante en profundidad, pues se nos quedaba algo lejos.
Otros inconvenientes de este coche, y de todos los de su estirpe, es la reducida visibilidad lateral y trasera a la hora de maniobrar; pero es algo con lo que ya debes contar cuando te planteas la compra de cualquier superdeportivo.
Equipamientos Audi R8
Audi R8 V10
- Llantas de aleación de 19 pulgadas
- Faros LED
- Asientos deportivos
- Volante deportivo de cuero multifunción
- Climatizador automƔtico
- MMI Naavegación plus con MMI touch
- Equipo de sonido Bang&Olufsen
- Audi connect
- Sensores de aparcamiento
- Audi virtual cockpit
- Regulador de velocidad
- Kit de reparación de neumÔticos
- Aleron trasero
- Spolier frontal
- Asientos calefactables y con reglaje elƩctrico
- Paquete cuero
- Acceso y arranque manos libres
Audi R8 V10 Plus
- Sideblade Ā en carbono brillante
- Paquete carbono Audi exclusive
- Asientos bucket Audi exclusive
- Inserciones decorativas interiores en carbono mate
- Frenos cerƔmicos sobredimensionados
- Pedalier en acero
Precios Audi R8
Versión | Motor | Cambio | Tracción | Precio |
---|---|---|---|---|
Versión | Motor | Cambio | Tracción | Precio |
Audi R8 Coupé V10 | 5.2 V10 de 540 CV | AutomÔtico 7v | quattro | 194.720 ⬠|
Audi R8 Spyder V10 | 5.2 V10 de 540 CV | AutomÔtico 7v | quattro | 209.370 ⬠|
Audi R8 Coupé V10 Plus | 5.2 V10 de 610 CV | AutomÔtico 7v | quattro | 218.020 ⬠|
Opinión del editor
- Valoración del editor
- Puntuación 5 estrellas
- Espectacular
- Audi R8 CoupƩ V10 Plus
- ReseƱa de: Diego Ćvila
- Publicado el:
- Ćltima modificación:
- DiseƱo exterior
- DiseƱo habitƔculo
- Plazas delanteras
- Plazas traseras
- Maletero
- MecƔnica
- Consumos
- Confort
- Precio
Pros
- Conjunto mecƔnico
- Sonido del motor
- Paso por curva
Contras
- Precio de opcionales
- Conducción urbana
- Visibilidad