La situación en Valencia tras el devastador paso de la DANA se ha vuelto más preocupante, ya que los actos de pillaje y robos se han intensificado en medio del caos y la desesperación que la catástrofe ha dejado atrás. Los afectados no solo han perdido bienes materiales y enfrentado inundaciones, sino que ahora también tienen que lidiar con personas que aprovechan la crisis para saquear y robar, lo que ha desatado un clima de inseguridad en varias localidades de la provincia.
El fenómeno meteorológico de la DANA provocó graves inundaciones, colapsando comercios y dejando vehículos atrapados en las carreteras, lo que desencadenó la furia del agua que simplemente arrasó con todo a su paso. Sin embargo, lo que ha seguido ha sido igualmente doloroso: grupos de personas han aprovechado la situación para robar a plena luz del día mientras las autoridades intentan controlar los destrozos y rescatar a las víctimas.
Vecinos y comercios en la mira de los saqueadores
En localidades como Paiporta, Benetússer o Alfafar, los saqueos se han convertido en una constante. Los vecinos narran con angustia cómo la falta de electricidad y la imposibilidad de contar con servicios básicos ha creado un ambiente propicio para que individuos sin escrúpulos actúen impunemente. Un vecino de Paiporta relató cómo su taller fue desvalijado, llevándose herramientas y bienes que no eran solo de su propiedad. «Esto ya no es robar por necesidad, es puro vandalismo», comentó amargamente mientras intentaba limpiar los destrozos que las inundaciones habían dejado.
Además de los comercios, centros comerciales y supermercados han sido escenarios de estos saqueos. En el conocido centro comercial Bonaire de Aldaia, los robos han llegado a tal punto que 39 personas fueron detenidas, entre las cuales se encontraron individuos que habían sustraído joyas valoradas en más de 30.000 euros. Los saqueadores, quienes huían a toda velocidad tras cometer el delito, se vieron sorprendidos por la intervención de la Policía Nacional, aunque no fueron interceptados fácilmente, ya que la persecución tuvo que hacerse a pie debido al mal estado de las carreteras.
Robos en vehículos abandonados
Pero los comercios no son los únicos objetivos de los saqueadores. Los vehículos abandonados en las calles también están siendo forzados para robar cualquier objeto de valor que puedan albergar en su interior. Desde coches hasta camiones, los lugareños han presenciado cómo los automóviles atrapados durante las inundaciones son saqueados a pocos días de la tragedia. En zonas cercanas a las carreteras de la V-30 y la V-31, grúas y trabajadores intentan retirar los vehículos amontonados, mientras algunos delincuentes aprovechan para sustraer todo lo que queda, desde objetos personales hasta piezas del coche.
Jorge, un empleado de una empresa de grúas que se ha ofrecido a colaborar en la retirada de los coches, describió la escena como desoladora. «Muchos coches están reventados, sin matrícula, y apenas queda algo rescatable. Pero lo que más preocupa es el saqueo que se está produciendo», relató angustiado mientras observaba el ir y venir de personas en búsqueda de oportunidades para robar, incluso bajo la estricta vigilancia policial.
Picanya: robos de coches y casas todas las noches
En Picanya, una de las zonas más afectadas por la DANA, los saqueos se han vuelto un problema diario. Vecinos denuncian que cada noche ocurren robos de coches y casas, aprovechando la oscuridad reinante. Las familias intentan poner a salvo lo poco que les queda tras la catástrofe, pero el miedo a que entren en sus propiedades es constante. Uno de los residentes, José Antonio, explicó que han tenido que usar recursos propios para limpiar el agua de sus sótanos y que la falta de contenedores de basura está generando condiciones insalubres. «Nos da miedo que podamos enfermarnos porque los restos llevan más de tres días y no hay manera de deshacerse de ellos», añadió con preocupación.
A pesar de que la Guardia Civil y la Policía Nacional continúan desplegando agentes para contener los robos, la magnitud de la tragedia dificulta la capacidad de cubrir todas las zonas afectadas. En algunos momentos, como relató una agente de la Policía Nacional, se ha sentido una fuerte incertidumbre ante la falta de recursos suficientes, llegando incluso a preguntarse dónde está el ejército para hacer frente a esta situación.
Reacciones de las autoridades y más detenciones
Ante esta ola de delitos, la Fiscalía de la Provincia de Valencia ha tomado cartas en el asunto, solicitando la prisión preventiva de aquellos implicados en los saqueos más graves. Hasta el momento, se ha declarado prisión provisional para ocho de los 39 detenidos, acusados de delitos agravados de robo con fuerza.
Los cuerpos de seguridad han reforzado su presencia en zonas críticas, especialmente en polígonos industriales y centros comerciales. En Bonaire, además de las patrullas policiales, se ha triplicado el número de agentes de seguridad privada, lo que ha permitido contener mejor los ataques. Sin embargo, los saqueos continúan siendo un problema en áreas como La Torre, donde el caos y la incertidumbre se prolongan.
Los vecinos siguen alertando de que, pese a los esfuerzos de las autoridades, los actos vandálicos persisten, y muchos de ellos han tenido que organizarse en patrullas vecinales para cuidar de sus propiedades. No obstante, la combinación de la destrucción dejada por la DANA y la falta de servicios básicos, como el suministro de agua potable y electricidad, hace que cada día sea una lucha por sobrevivir con un panorama de inseguridad creciente.
¿Hay algo más miserable que aprovecharse de una situación tan dura? La verdad es que no, y espero que todos los ladrones tengan un rápido y serio castigo…