La idea de ver algĂşn dĂa una moto con el logo de Tesla se ha convertido prácticamente en una fantasĂa colectiva entre fans de la movilidad elĂ©ctrica. Sin embargo, su propio consejero delegado, Elon Musk, se ha encargado de apagar cualquier esperanza cada vez que el tema asoma, dejando claro que, mientras Ă©l estĂ© al mando, esa imagen no pasará de los renders y los vĂdeos generados por inteligencia artificial.
En las Ăşltimas semanas el debate ha vuelto a encenderse por un vĂdeo viral creado con IA en la red social X, donde se veĂa a Musk subido a una moto futurista, casi sacada de una pelĂcula de ciencia ficciĂłn, deslizándose por un salĂłn del motor como si se tratara de un lanzamiento oficial de la marca. La pieza acumulĂł millones de visualizaciones y disparĂł de nuevo la eterna pregunta. ÂżVeremos una Tesla sobre dos ruedas en la carretera?
«Nunca sucederá»: la negativa rotunda de Elon Musk…

Elon Musk descartĂł de forma tajante la idea de una moto Tesla afirmando: “never happening, as we can’t make motorcycles safe”. DefendiĂł que ninguna tecnologĂa disponible permite ofrecer en una moto el nivel de protecciĂłn presente en los coches modernos. Para Ă©l, la ausencia de estructura envolvente, zonas de deformaciĂłn o carrocerĂa hace imposible cumplir los estándares de seguridad de Tesla. Por eso evita argumentos econĂłmicos o estratĂ©gicos al rechazar la idea. Su posiciĂłn se centra exclusivamente en la seguridad fĂsica del motorista.
Musk considera que una motocicleta no puede equipararse a un coche en materia de protecciĂłn, aunque lleve ayudas avanzadas. Sostiene que la vulnerabilidad inherente del motorista contradice la filosofĂa de seguridad de Tesla. En su opiniĂłn, no existe diseño capaz de igualar la protecciĂłn de un vehĂculo de cuatro ruedas. La compañĂa busca minimizar riesgos estructurales y una moto no permite ese enfoque. Con esa base, clausura cualquier especulaciĂłn sobre una futura Tesla Bike.
Un accidente a los 17 años que lo cambió todo…

Además de razones técnicas, Musk suele aludir a un accidente sufrido a los 17 años. Relata que un camión lo arrolló mientras circulaba en moto, dejándolo cerca de la muerte. Ese episodio, según él, marcó su percepción permanente sobre el riesgo de las motos de carretera. Desde entonces considera las dos ruedas en asfalto como un peligro inasumible. Esa vivencia se ha convertido en un argumento recurrente cuando se le pregunta sobre el tema.
En varios encuentros con accionistas y entrevistas ha repetido que aquel choque cambió su relación con las motocicletas. Reconoce haber practicado motocross de niño y haber usado motos de carretera antes del accidente. Pero el impacto con un camión eliminó para siempre su confianza en ese medio de transporte. Desde entonces descarta desarrollar motos de calle, considerándolas “demasiado peligrosas”. Su veto parece derivar más de un trauma personal que de cálculos empresariales.
Seguridad, Autopilot y la paradoja de Tesla…

Elon Musk tambiĂ©n se escuda en los datos de siniestralidad que sitĂşan a las motos entre los vehĂculos más peligrosos. La falta de protecciĂłn fĂsica hace que los impactos tengan consecuencias mucho más graves que en un coche. La vulnerabilidad alimenta su convicciĂłn de que Tesla no debe entrar en ese segmento. Al mismo tiempo, accidentes de motoristas implicados en choques con coches Tesla han generado polĂ©mica mediática. En algunos casos, Autopilot no detectĂł adecuadamente a las motocicletas.
Expertos señalan que la silueta pequeña, la distancia entre luces y los movimientos imprevisibles dificultan la detecciĂłn por algoritmos. Aunque los sistemas mejoran, aĂşn presentan retos con objetos del tamaño de una moto. Para Musk, estos lĂmites tecnolĂłgicos refuerzan la incompatibilidad entre la visiĂłn de Tesla y la producciĂłn de motocicletas. Considera que una moto Tesla chocarĂa contra la imagen de seguridad extrema que la marca intenta proyectar. Por ello descarta aplicar su filosofĂa de protecciĂłn a un vehĂculo tan expuesto.
La excepción: motos de campo, lejos de camiones y tráfico pesado…

Pese a su rechazo a las motos de carretera, Musk ha dejado una pequeña puerta abierta para las motos de campo. Afirma que “las dirt bikes son seguras si se conduce con cuidado”, ya que no comparten vĂa con camiones ni tráfico masivo. Para Ă©l, el principal peligro no está en la moto en sĂ, sino en convivir con vehĂculos pesados. En entornos controlados, dice, el riesgo disminuye significativamente. Por eso considera las motos off road más aceptables.
Este matiz ha generado especulación sobre un posible modelo eléctrico de recreo sin homologación para carretera. Musk ha insinuado interés ocasional por las motos de cross eléctricas utilizadas en circuitos. Sin embargo, siempre recalca que Tesla está centrada en coches, pick-ups, camiones y software de conducción autónoma. Por el momento, no ha expresado intención real de explorar este segmento. La idea permanece como un comentario tangencial más que un plan concreto.
Mientras Tesla renuncia, el mercado eléctrico de dos ruedas acelera…

Mientras Tesla se mantiene al margen, el mercado global de motos eléctricas crece rápidamente. Grandes fabricantes europeos y japoneses están desarrollando modelos potentes para uso interurbano y carretera. Su objetivo es demostrar que la electrificación no implica renunciar a prestaciones. Además, marcas especializadas como Zero o LiveWire llevan años perfeccionando motos de altas capacidades. Estas propuestas buscan atraer al motorista tradicional hacia la movilidad eléctrica.
En Europa, los scooters elĂ©ctricos urbanos ya son parte del paisaje habitual. Empresas asiáticas como NIU o Yadea han popularizado este formato masivo. A la vez, diseños innovadores como la Verge TS Pro exploran configuraciones radicales. TambiĂ©n emergen soluciones urbanas plegables o hĂbridas para trayectos combinados. El mercado de dos ruedas avanza sin depender de Tesla, mostrando dinamismo y diversidad. Aunque la marca se ausente, la electrificaciĂłn sigue consolidándose.
Una oportunidad perdida o una decisión coherente…

Algunos analistas creen que Tesla habrĂa podido revolucionar las motos elĂ©ctricas si hubiera entrado en el sector. El prestigio tecnolĂłgico de la marca y su software habrĂan generado gran expectativa. En mercados con fuerte cultura motorista, una Tesla Bike habrĂa tenido impacto inmediato. Sin embargo, esa oportunidad potencial nunca se materializará. Musk mantiene su postura inflexible por motivos de seguridad e imagen corporativa.
Otros especialistas ven la decisiĂłn como totalmente coherente con la identidad de Tesla. La empresa se presenta como lĂder en seguridad activa y pasiva, por lo que un vehĂculo tan vulnerable contradirĂa su narrativa. Además, un accidente grave con una moto Tesla podrĂa amplificar crĂticas hacia la marca. Por ello, mantenerse fuera del segmento evita riesgos. La conclusiĂłn es muy clara: Tesla no fabricará motos de carretera.
