La relación entre la Guardia Civil y la baliza V16: ¿adiós a los triángulos para siempre?

  • Desde 2026 la baliza V16 conectada será el único sistema legal de preseñalización en España para la mayoría de vehículos.
  • La DGT desaconseja usar simultáneamente baliza V16 y triángulos y solo reconoce la V16 como señal válida.
  • Los vehículos extranjeros podrán seguir empleando sus triángulos en España, y los españoles los necesitarán para viajar por otros países.
  • Existen dudas y opiniones enfrentadas entre DGT y algunos guardias civiles sobre el uso complementario de los triángulos.

Luz V16 conectada 0

La llegada de la baliza V16 conectada ha abierto un auténtico debate entre los conductores españoles: ¿qué pasa con los triángulos de emergencia de toda la vida y, sobre todo, es posible utilizar ambos sistemas a la vez sin problemas legales? A medida que se acerca la plena entrada en vigor de la nueva normativa, surgen dudas muy concretas sobre qué se puede y qué no se puede hacer en una avería o accidente en carretera.

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha dejado claro que la V16 será el dispositivo obligatorio y único reconocido para señalizar vehículos inmovilizados en España, pero al mismo tiempo aún no ha detallado de forma explícita si sancionará a quien decida colocar también los triángulos. Esta falta de precisión ha generado un choque de criterios entre la propia DGT y algunos representantes de la Guardia Civil, que ven útil mantener los triángulos en determinados escenarios de baja visibilidad.

Qué cambia en 2026: adiós a los triángulos como sistema oficial

El marco legal aprobado por el Gobierno y desarrollado por la DGT establece que, a partir del 1 de enero de 2026, la baliza luminosa V16 conectada a la plataforma DGT 3.0 será el único medio reconocido para señalizar un vehículo detenido en la calzada o en el arcén en España. Esto afecta a turismos y furgonetas, autobuses, vehículos mixtos adaptables, camiones y conjuntos de vehículos no especiales matriculados en nuestro país.

Durante la fase transitoria anterior a esa fecha, los conductores pueden seguir utilizando tanto los triángulos como las balizas, incluso combinando ambos elementos si lo desean. Sin embargo, una vez llegue 2026, la propia DGT subraya que los triángulos dejarán de ser válidos como sistema de preseñalización para los vehículos españoles, de modo que la señalización correcta deberá hacerse exclusivamente con una baliza V16 conectada y homologada.

El organismo de tráfico vincula esta sustitución con un objetivo muy concreto: reducir el número de atropellos que se producen cuando el conductor baja del coche para caminar por el arcén y colocar los triángulos a la distancia reglamentaria. Cada año, en España mueren decenas de personas atropelladas en estas circunstancias, lo que ha llevado a considerar que obligar a salir del vehículo para señalizar es un riesgo inasumible.

Por qué la DGT no quiere que la baliza V16 y los triángulos convivan

La DGT insiste en que la nueva normativa busca estandarizar un único protocolo de actuación: detener el vehículo, encender las luces de emergencia y activar la V16 desde el interior, colocándola en el punto más alto del coche, normalmente el techo, sin necesidad de pisar la calzada. Con ello se pretende que todos los incidentes se comuniquen de la misma forma, tanto a los demás conductores como a los sistemas de gestión del tráfico.

Desde el organismo se indica que la norma está pensada para que exista un solo dispositivo obligatorio, no dos a la vez. Internamente se considera que mezclar un sistema estático y analógico (los triángulos) con otro dinámico y conectado (la V16) introduce ruido en el modelo de seguridad que se quiere implantar. Además, un doble sistema puede complicar la labor de los agentes y de los centros de control, que basan buena parte de la gestión del tráfico en los avisos procedentes de la plataforma DGT 3.0.

Algunos documentos y declaraciones de responsables de la DGT apuntan a que combinar las dos señales podría llegar a interpretarse como un incumplimiento del espíritu de la norma, concebida precisamente para evitar que el conductor salga del coche. Por eso, aunque durante el periodo de convivencia se permite usar ambos dispositivos, el mensaje que se lanza es que lo recomendable es escoger solo uno y, de cara a 2026, preparar el vehículo para depender exclusivamente de la baliza conectada.

¿Está prohibido usar los dos sistemas a la vez?

Aquí aparece uno de los puntos más delicados. La DGT ha sido tajante al afirmar que, desde 2026, la única forma válida de señalizar un vehículo inmovilizado será la V16 conectada. A partir de esa fecha, los triángulos dejarán de reconocerse como dispositivo de preseñalización en España, y el conductor que no disponga de la baliza se expone a una multa económica.

Sin embargo, no se ha publicado todavía un criterio oficial detallado que diga si el simple hecho de colocar también los triángulos, además de la V16, se considerará sancionable por sí mismo. Lo que sí deja claro el organismo es que el uso de los triángulos no tendrá validez legal como señal principal, por lo que, a efectos normativos, lo que cuenta es que el vehículo esté señalizado con una V16 conectada homologada.

En esta fase previa a 2026, la propia DGT admite que se pueden usar triángulos y baliza, pero desaconseja expresamente esta combinación, alegando que se quiere evitar ambigüedades y mantener un esquema sencillo para el conductor: o triángulos (mientras sigan siendo legales) o baliza, pero no los dos a la vez como norma general. En cualquier caso, el foco regulatorio se centra en que el conductor disponga de la V16 y la utilice, no tanto en si decide añadir un elemento que la propia ley ya no reconoce como obligatorio.

La visión de algunos guardias civiles: triángulos como apoyo puntual

Frente a la postura oficial de la DGT, algunos miembros de la Guardia Civil han mostrado matices importantes. Asociaciones profesionales y portavoces del cuerpo han señalado que, aunque la señal reglamentaria pase a ser la V16, en determinadas circunstancias los triángulos podrían seguir teniendo una función complementaria para mejorar la visibilidad del incidente. Recordemos que, sin ir más lejos, los creadores de la nueva baliza V16 son dos ex guardias civiles.

Según estas voces, en curvas cerradas, cambios de rasante pronunciados o tramos con mala visibilidad, una luz situada en el techo puede resultar menos efectiva que una señal colocada a mayor distancia sobre el asfalto. De hecho, hay agentes que han manifestado públicamente que seguirán usando sus triángulos además de la baliza cuando lo consideren necesario, defendiendo que, en ciertas situaciones, el refuerzo visual ayuda a que los conductores que se aproximan reduzcan la velocidad con mayor antelación.

Estas opiniones reflejan una falta de consenso total entre el criterio técnico de la DGT y la experiencia práctica de quienes patrullan las carreteras. Para una parte de la Guardia Civil, la baliza V16 mejora la seguridad al evitar que el conductor baje del coche, pero eso no significa que los triángulos carezcan totalmente de utilidad en todos los escenarios. Esa tensión entre teoría normativa y realidad sobre el terreno es una de las razones por las que el uso simultáneo de V16 y triángulos seguirá generando controversia.

Qué ocurre si el vehículo está matriculado en el extranjero

Un aspecto clave de la normativa es que no se aplica de la misma manera a todos los vehículos. Los coches, furgonetas o camiones matriculados en otros países que circulen por España lo hacen bajo el paraguas de los convenios internacionales de circulación, que obligan a aceptar los sistemas de preseñalización exigidos en el país de origen del vehículo.

En la práctica, esto significa que un conductor francés, portugués o alemán podrá seguir utilizando legalmente sus triángulos de emergencia cuando circule por carreteras españolas, incluso después de 2026, porque España reconoce como válido el dispositivo que exige su propia normativa nacional. Al mismo tiempo, esos países aceptan que nuestros conductores utilicen la V16 como sistema de señalización cuando viajan allí.

Algo similar sucede con los conductores españoles que manejan vehículos matriculados fuera de España. Según la regulación de la DGT, la obligación de instalar una V16 conectada se vincula al vehículo matriculado en España, no a la nacionalidad del conductor. Por tanto, un español al volante de un coche con matrícula extranjera podrá seguir usando los triángulos que exige la ley del país donde esté registrado el vehículo, siempre que respete las normas de ese territorio.

¿Y si viajo fuera de España con mi coche?

Para los conductores que salen al extranjero con su propio vehículo, la situación es distinta. La baliza V16 conectada española está reconocida en el marco de la Convención de Viena sobre la Circulación Vial, que permite que cada país acepte dispositivos de preseñalización diferentes siempre que ofrezcan una eficacia equivalente.

No obstante, muchos Estados europeos mantienen la obligatoriedad de llevar triángulos de emergencia en el vehículo. En esos casos, aunque la V16 sea válida como señalización según la legislación española, el conductor que viaje a Francia, Alemania, Italia u otros países del entorno seguirá necesitando los triángulos para cumplir con las exigencias locales.

Por este motivo, diversos expertos en seguridad vial recomiendan a los automovilistas españoles no deshacerse de sus triángulos, especialmente si realizan viajes frecuentes por Europa. La baliza V16 será obligatoria en España, pero los triángulos seguirán siendo imprescindibles en numerosos países vecinos, lo que obliga a convivir con ambos dispositivos, aunque cada uno tenga un papel distinto según el territorio.

Qué vehículos españoles no están obligados a llevar la V16 conectada

La normativa de la DGT restringe la obligatoriedad de la V16 a determinadas categorías de vehículos. Están obligados a equiparla turismos, autobuses, furgonetas, vehículos mixtos adaptables, camiones y conjuntos de vehículos no catalogados como especiales, siempre que estén matriculados en España.

En cambio, otros medios de transporte quedan fuera de esa exigencia. Motocicletas, ciclomotores, cuatriciclos ligeros y bicicletas con matrícula española podrán seguir circulando sin llevar una baliza V16, aunque el organismo de tráfico considera recomendable su uso, sobre todo en motos, por una cuestión elemental de seguridad cuando se sufre una avería.

Esto crea un escenario en el que no todos los usuarios de la vía tienen las mismas obligaciones. Un motorista español no está forzado a llevar la baliza, mientras que un conductor de turismo sí. Y un coche extranjero puede emplear triángulos legales en España, mientras que uno matriculado aquí debe recurrir a la V16 conectada. Esta diversidad forma parte de los compromisos internacionales firmados por España y de la voluntad de no imponer a vehículos extranjeros requisitos adicionales a los de su país de origen.

Cómo es y cómo funciona una baliza V16 conectada

La baliza V16 es un dispositivo compacto de color amarillo diseñado para colocarse en el punto más visible del vehículo, generalmente el techo. Emite una luz intermitente de color ámbar visible a 360 grados, con un alcance aproximado de hasta un kilómetro en condiciones favorables, y debe mantener esa señal luminosa al menos durante 30 minutos tras su activación.

En su interior integra una fuente de alimentación propia, que puede ser una pila alcalina no recargable o una batería de litio recargable mediante USB. La normativa exige que, en reposo, el dispositivo garantice una autonomía mínima de 18 meses, y que, una vez encendido, proporcione la iluminación necesaria para que el vehículo sea claramente perceptible por el resto de usuarios de la vía.

La principal novedad de la V16 conectada es que, además de la señal visual, incorpora un chip GPS y una tarjeta SIM no extraíble que le permiten enviar, de manera automática, la ubicación exacta del vehículo inmovilizado a la plataforma DGT 3.0. Esa comunicación solo se produce cuando la baliza está encendida, y se realiza sin que el conductor tenga que vincular el dispositivo a un teléfono móvil ni descargar aplicaciones adicionales.

Colocación y actuación del conductor en caso de avería

Cuando el vehículo sufre una avería o un siniestro que obliga a detenerlo en la calzada o en el arcén, el protocolo que propone la DGT es sencillo: encender las luces de emergencia, detener el coche en el lugar más seguro posible y activar la baliza V16 desde el interior.

La baliza suele estar equipada con un imán potente para fijarla a superficies metálicas, de manera que el conductor puede asomarse ligeramente por la ventanilla y colocarla en el techo sin necesidad de bajar del vehículo. En el caso de autobuses o camiones, cuando no sea posible acceder al techo, la norma permite ubicarla en la puerta o en otra zona elevada y visible del lateral.

Una vez que la V16 está encendida y colocada, indica la DGT que los ocupantes deben valorar si es seguro abandonar el vehículo. Como regla general, si existe un lugar protegido fuera de la plataforma de circulación, se recomienda salir del coche por el lado opuesto al tráfico y alejarse de la calzada. Si las condiciones de circulación no permiten hacerlo sin riesgo, la instrucción es permanecer dentro del vehículo con el cinturón de seguridad abrochado hasta la llegada de los servicios de auxilio.

Qué información envía la baliza y cómo se usa en la gestión del tráfico

Desde el punto de vista tecnológico, cada activación de una V16 conectada genera un mensaje de datos con la posición exacta del vehículo y la indicación de que hay una incidencia en ese punto de la red viaria. Ese mensaje viaja a través de la red de comunicaciones hacia la plataforma DGT 3.0, donde se integra en un sistema de información en tiempo real.

La DGT sostiene que la baliza no transmite datos personales del conductor, ni la matrícula del vehículo ni información sobre velocidad u otros parámetros. El dispositivo no se asocia a una persona concreta ni requiere registro previo, de modo que el sistema solo sabe que existe un vehículo detenido en un lugar determinado, sin vincularlo a identidades específicas.

Una vez recibida la señal, la plataforma DGT 3.0 puede remitir esta información a navegadores, aplicaciones de movilidad y paneles de mensaje variable situados en las carreteras. El objetivo es que los conductores que se aproximan al tramo afectado reciban un aviso anticipado de la presencia de un vehículo detenido, reforzando así la seguridad más allá de lo que permite la simple visibilidad física de la luz.

Ventajas de la baliza V16 frente a los triángulos tradicionales

El gran argumento a favor de la V16 es que evita que el conductor tenga que caminar por el arcén para desplegar los triángulos a una distancia de, como mínimo, 50 o 100 metros del vehículo, según el tipo de vía. Es en ese trayecto donde se producen buena parte de los atropellos, especialmente en autovías y autopistas, en condiciones de baja visibilidad o tráfico intenso.

Al colocar la baliza en el techo, la fuente de luz queda situada a una mayor altura que los triángulos apoyados en el asfalto, lo que mejora su alcance visual en muchos casos. La luz intermitente en 360 grados también hace que el vehículo sea más fácil de detectar desde diferentes ángulos de aproximación, algo importante en vías rápidas o con varios carriles por sentido.

A todo ello se suma la capa digital: al estar conectada, la V16 permite que la presencia del vehículo inmovilizado se conozca incluso antes de que entre en el campo de visión del resto de conductores. En un contexto en el que la mayoría de usuarios se guía por navegadores y sistemas de infoentretenimiento, este aviso anticipado resulta especialmente útil para reducir la velocidad con tiempo y evitar maniobras bruscas.

Críticas, dudas y puntos aún poco claros

A pesar de las ventajas teóricas, la implantación de la V16 no está exenta de polémica. Algunos conductores y expertos han cuestionado la visibilidad real de ciertas balizas a plena luz del día, especialmente porque la normativa establece un rango de luminosidad relativamente amplio. Esto implica que hay modelos con intensidades muy distintas, lo que puede influir en cómo se perciben en condiciones de sol intenso.

También ha generado inquietud la parte tecnológica. Aunque la DGT asegura que el sistema es anónimo y solo envía la ubicación en caso de emergencia, hay usuarios que recelan de cualquier dispositivo conectado asociado al vehículo. Desde el sector de la movilidad conectada se recuerda, sin embargo, que muchos coches nuevos ya incorporan SIM integrada y servicios telemáticos obligatorios, y que los teléfonos móviles proporcionan mucha más información que una simple baliza de emergencia.

Otro foco de debate reside precisamente en el uso simultáneo de V16 y triángulos. Mientras la DGT apuesta por un modelo de señalización único y desaconseja mezclar sistemas, algunos agentes y especialistas habrían preferido una fase más prolongada de convivencia real, analizando datos de accidentes con ambos dispositivos en paralelo antes de retirar completamente los triángulos del marco legal español.

Sanciones y coste de no adaptarse a la nueva norma

Sobre el plano sancionador, la DGT ha equiparado la falta de baliza V16 con el antiguo incumplimiento de llevar triángulos. La multa por no disponer de un sistema de preseñalización obligatorio se sitúa en torno a los 80 euros, una cuantía similar a la que se imponía antes por no llevar triángulos en el vehículo.

Además, utilizar una baliza V16 que no cumpla los requisitos técnicos de conectividad y homologación puede dejar al conductor en una situación comprometida: a efectos legales, podría considerarse que el vehículo no está correctamente señalizado. La lista de modelos autorizados se actualiza en la web de la DGT, por lo que conviene comprobar que el dispositivo adquirido figura en el catálogo oficial.

En lo que respecta a la conectividad, el coste del servicio está incluido en el precio de venta de la baliza, con una garantía mínima de funcionamiento de alrededor de 12 años. Las compañías telefónicas no pueden cobrar de forma adicional a los particulares por esa conexión, de manera que el usuario no tiene que contratar ni renovar ningún tipo de suscripción para que el dispositivo se comunique con la DGT 3.0.

El nuevo modelo de señalización en carretera en España se apoya en la baliza V16 conectada como eje central, relegando a los triángulos a un papel residual que dependerá del país donde circule el vehículo y del tipo de matrícula que lleve. Para el conductor español medio, lo esencial a partir de 2026 será llevar una V16 homologada, saber usarla sin abandonar el habitáculo y asumir que, aunque los triángulos puedan seguir teniendo sentido en otros países o como refuerzo puntual según algunos agentes, la ley española solo reconocerá a la baliza conectada como herramienta válida de preseñalización.

Correos Baliza V-16 0
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