Es posible que estĂ©s buscando un coche, y lo hagas buscando el chollo. Entonces habrás oido hablar de las subastas de coches. Probablemente estĂ©s pensando en esos programas de subastas, y en cierto modo es asĂ, pero debes tener en cuenta una serie de factores importantes antes de lanzarte a la aventura. Puede salirte bien o resultar un absoluto fracaso. Por eso te mostramos cĂłmo debes comprar un coche en una subasta.
Es un mundillo del que no siempre se habla bien, y es que es en cierto modo una compra a ciegas. Puedes ahorrarte unos buenos euros en la compra de un coche que generalmente no podrĂas comprar, pero hay que tener en cuenta que esos coches pueden no estar en perfecto estado. Debemos conocer quĂ© es una subasta, quiĂ©n participa, cĂłmo se puede participar y quĂ© te llevas. Esto es todo lo que debes saber.
¿Qué son las subastas de coches?
Las subastas de coches son, como cualquier subasta, una venta al mejor postor. El que vende, o mismamente el intermediario, pone a disposición de los compradores un coche o un lote de coches que, generalmente, tienen un precio de salida. Es decir, la subasta partirá del precio de salida fijado, y de ahà puede subir hasta lo que estén dispuestos los compradores a pagar. En definitiva, no siempre compramos por el precio de salida.
La ventaja de este mĂ©todo de venta es que varios compradores pueden pujar por un mismo coche, hasta el lĂmite de cada uno. Podemos hacernos con vehĂculos de pocos años, incluso de pocos kilĂłmetros, por un precio más bajo que el de segunda mano. La desventaja, como es lĂłgico, es que hay más compradores que pueden estar dispuestos a pagar más que tĂş.
¿Quién realiza las subastas de coches?
Las subastas de coches pueden llegar desde dos vĂas, o bien empresas especializadas o bien la propia AdministraciĂłn. En el primer caso, mediante subasta privada, pueden ser empresas o entidades que sacan a subasta automĂłviles provenientes de renting, empresas de alquiler… Incluso algunas empresas se dedican a la compra de vehĂculos de segunda mano que luego sacan a subasta privada. Podemos acceder a ellas presencialmente o en formato online.
Hay otro tipo de subasta tambiĂ©n interesante, las subastas pĂşblicas. Estas son las que realiza la administraciĂłn, como puede ser el Estado, Ministerios, Hacienda… Son subastas pĂşblicas en las que puede pujar cualquiera y se pueden consultar en el BOE, en el BoletĂn Oficial de la AdministraciĂłn correspondiente, juzgados o en los medios. Es importante estar pendiente de las listas para conocer cuándo se organizan las subastas.
¿Qué tipo de coches hay?
El primer Range Rover fabricado fue subastado en agosto de 2014
En realidad hay todo tipo de coches, la diferencia entre ambas subastas es de dĂłnde vienen. Las subastas privadas suelen poner a disposiciĂłn de los compradores vehĂculos provenientes de empresas o particulares. Es decir, pueden ser coches provenientes de flotas de alquiler, renting, incluso de concesionarios. Es una forma a veces de eliminar excedentes para estos Ăşltimos.
Las subastas pĂşblicas tienen otros vehĂculos. Es ellas se subastan coches del Parque MĂłvil de Estado, como pueden ser antiguos coches de policĂa o coches oficiales del Gobierno. Pero tambiĂ©n te habrás percatado de que Hacienda o la Guardia Civil entran en juego. Algunos de estos vehĂculos son embargos, incautaciones, fianzas… Con estos tenemos que tener un cuidado especial que trataremos más adelante.
ÂżPuedo participar en cualquier subasta?
El Opel Astra de Top Gear se subastĂł en eBay
No, la realidad es que no puedes participar en todas. Para las subastas privadas, la mayorĂa necesitarán que seas un profesional. Es decir, te pedirán estar dado de alta en el Impuesto de Actividades EconĂłmicas. Autorola, Lease Plan o BCA son algunos de los organizadores. Por tanto, un particular no puede participar en buena parte de las subastas, las cuales en su mayorĂa son presenciales. Sin embargo hay algunas subastas, cada vez más, que permiten mediante el mĂ©todo online participar a particulares. Betcars o eBay, sin ir más lejos, son algunos de los ejemplos.
En la otra mano tenemos las subastas públicas. En este caso los particulares pueden pujar sin problema. Sólo hay que ojear en las web del Parque Móvil de Estado o de las distintas delegaciones de Hacienda, por ejemplo, para ver qué coches se están subastando, si lo hacen. Hay que estar pendientes de ello pero podemos conseguir auténticos chollos. Eventualmente nos pedirán acreditación o un registro.
Requisitos
Como es lógico, para una subasta el posible comprador tiene que cumplir algunos requisitos para participar. Algunos más que simplemente ser un profesional o un particular. En muchas ocasiones se nos obligará a pagar un depósito que puede suponer hasta el 20% del precio de salida del coche. Este dinero se pierde si ganamos la puja y no pagamos.
Por otro lado, algunas empresas podrĂan pedirnos una cierta comisiĂłn luego de la venta, incluso un pago que cubra los costes de inspecciĂłn mecánica del vehĂculo. En caso de ganar la puja para un coche que haya sido embargado o tenga pagos pendientes, el comprador debe encargarse de su saldo. Es decir, el precio a pagar finalmente no es siempre por el que hemos pujado. Adicionalmente el comprador tendrá que encargarse de ponerlo a su nombre, y tendrá que pagar en Tráfico y el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales.
¿Qué beneficios podemos sacar?
El Parque MĂłvil del Estado suele sacar a subasta vehĂculos oficiales
Lo interesante de las subastas es, por lo general, el poder hacerse con un coche a un bajo precio. En lo privado, es interesante hacerse con vehĂculos provenientes de empresa o de renting, generalmente unidades en buen estado y a veces con pocos kilĂłmetros a sus espaldas. En este tipo de subastas a las que acceden profesionales les puede interesar tambiĂ©n la compra por lotes. La ventaja es que algunas empresas ofrecen coches revisados, por lo que sabemos el estado real del mismo.
En lo pĂşblico, puede ser interesante por el hecho de hacerse con un coche de alta gama a un precio bajo, aunque hay muchas consideraciones a tener en cuenta y que trataremos más adelante. Uno de los focos más interesantes es hacernos por ejemplo con vehĂculos que han servido como coches oficiales, generalmente con un mantenimiento adecuado, aunque tambiĂ©n con una buena suma de kilĂłmetros. Lo más interesante es que en este tipo de subastas podemos ahorrarnos, en su compra, entre un 15 y 20% respecto a su valor en el mercado. Ojo, que aquĂ no contabilizamos posibles costes adicionales.
Pero nos jugamos el fracaso
Las subastas de los «barn finds» pueden ser las más arriesgadas
Comprar coches en subastas puede ser interesante, del mismo modo que lo puede ser jugar a la loterĂa. En muchos casos, como hemos comentado, la empresa organizadora da un informe del estado del vehĂculo, lo que nos puede orientar de si merece la pena pagar cierto precio por Ă©l. Pero no siempre es asĂ. De hecho lo habitual es que sĂłlo podamos verlos en imágenes o en persona, sin posibilidad de manipularlo o probarlo. En cierto modo compramos a ciegas, y el coche puede llegar con un interior deteriorado, con el motor estropeado o con alguna tara que a simple vista no se vea.
En el caso de los vehĂculos subastados en subasta pĂşblica, los mismos se subastan en su estado original. Es decir, no se realiza la mĂnima inversiĂłn en adecuarlos o repararlos. Tampoco se pueden probar o inspeccionar a fondo. Por eso hay que estar muy atentos, una unidad aparentemente barata puede que necesite una revisiĂłn completa o la sustituciĂłn y reparaciĂłn de varias de sus partes. Por otro lado, Ă©stos suelen llevar encima una buena cantidad de kilĂłmetros. Es el caso de los embargados o requisados, atento a las cargas que pueden llevar ocultas. De esto se hace cargo el comprador.
Consideraciones
Hasta aquà hemos repasado qué es esto de comprar un coche en una subasta, y hemos aprendido que puede ser una buena jugada, o no tanto. Por eso es importante tener en cuenta una serie de consideraciones que el comprador debe seguir para no convertir su puja en un fracaso.
En primer lugar, aunque esto debe ir siempre especificado, la compra puede ser en lote. Es decir, puede que al comprar un coche con Ă©l llegue un lote con otra cantidad de coches. Hay que verificar que se trata de una sola unidad si es lo que nos interesa. Si no, podrĂamos estar pagando por más vehĂculos de la cuenta y tener que llevarnos un lote con el que no contábamos. Ya sabes, además, que pierdes el depĂłsito si no pagas por la compra.
Echa un vistazo al mercado de segunda mano para el modelo que pretendas comprar. En ocasiones una pequeña rebaja no compensa el gasto que podrĂa acarrear un modelo que no podemos probar ni inspeccionar. Dicho esto, es interesante llevar a un mecánico a las subastas presenciales que pueda orientarnos sobre los desperfectos o reparaciones, y en su caso presupuestos, que necesite una vez comprado.
Es importante pedir un informe que garantice los kilĂłmetros reales del vehĂculo, igual que si fuĂ©ramos a comprar un coche de segunda mano. Podemos acudir al popular informe Carfax para conocer el origen real del mismo. Hay que tener en cuenta que los coches te los llevas sin garantĂa. Siempre y cuando, lĂłgicamente, el producto se corresponda con la descripciĂłn ofrecida por el vendedor.
En cuanto a los coches de subasta pĂşblica provenientes de embargos o decomisos, hay que tener muy en cuenta que en ocasiones, por no decir habitualmente, son procesos muy largos hasta que el coche llega la subasta. Durante ese tiempo se dejan parados a lo largo de periodos perfectamente superiores a un año. TambiĂ©n a la intemperie. Por eso, el estado aparentemente bueno o el chollo de precio puede ir ligado a problemas internos derivados del poco uso. Por Ăşltimo, algunos vehĂculos que parecen en perfecto estado pueden venir de alguna inundaciĂłn. Habitualmente está especificado, y nos enfrentamos a problemas en elementos internos debido a la humedad, puede que salitre, o a un interior dañado.