La Dirección General de Tráfico (DGT) no deja de «innovar» para nuestra seguridad. En este caso, y como todo el mundo ya sabe han eliminado la obligatoriedad de llevar los triángulos de emergencia para sustituirlos por la luz de emergencia V16. El cambio de reglas en carretera ya es una realidad que se acerca y según un estudio reciente, hay un gran vacío de información entre conductores. Sobre todo porque la DGT no está haciendo nada para anunciar sus «supuestas bondades» y sí para indicar que habrá sanciones.
La señalización V16 en caso de avería o accidente dará un giro importante con la llegada de la luz de emergencia V16 conectada, pero buena parte de los usuarios todavía no tiene claro qué deben llevar ni cómo usarlo con seguridad. Por tanto, aprovechamos para darte toda aquella información que necesitas para que, además de cumplir la ley, evites una sanción económica. Sea como fuere su adopción es única por España siendo el único país de la Unión Europea que ha tomado esta solución que «huele a negocio»…
Qué cambia y a quién afecta la llegada de la luz de emergencia V16…
A partir del 1 de enero de 2026, la V16 conectada será el único sistema de preseñalización válido en España. Esto implica la retirada de los triángulos y de las balizas sin conectividad. La obligación alcanza a turismos, autobuses, vehículos mixtos, de mercancías y conjuntos no especiales, mientras que motocicletas y otros vehículos sin un punto de colocación visible quedan exentos, aunque podrán usarla de forma voluntaria para ganar seguridad. Hasta el 31 de diciembre de 2025, sigue vigente el régimen transitorio y pueden convivir triángulos y balizas V16 no conectadas. A partir de la fecha indicada, solo será admisible la V16 conectada y homologada conforme a DGT 3.0.
Radiografía del conocimiento: datos del estudio…
Las cifras ponen deberes sobre la mesa: el 65% de los conductores en España asegura desconocer los detalles clave de la norma. Casi cuatro de cada diez no tienen claro el impacto del cambio en la seguridad vial, y apenas un 8% dispone ya de la luz V16 conectada; por el contrario, el 88% sigue recurriendo a triángulos como solución principal. En la Comunidad de Madrid, la situación es similar: el 62% reconoce no estar al tanto de los pormenores de la normativa y todo lo que ello supone.
Por otra parte solo un 6% declara tener una luz V16 conectada y el 72% aún mantiene los triángulos como método habitual de señalización. Estas cifras confirman una brecha entre la regulación y la preparación real de los automovilistas. Las sanciones tampoco son claras. A nivel nacional, más de tres de cada diez encuestados dicen no conocer las multas por no utilizar una baliza válida, que pueden llegar hasta 200 euros si, en una emergencia, no se utiliza un dispositivo homologado por la norma.
El mercado añade confusión: entre un 22% y un 23% admite no saber diferenciar una V16 certificada de otra que no lo está, y entre un 71% y un 73% teme comprar un producto falso o no homologado. La proliferación de ofertas y opciones irregulares explicaría buena parte de esa incertidumbre.
Cómo funciona una V16 conectada y qué exige la homologación…
La luz de emergencia V16 conectada combina visibilidad y conectividad. Debe emitir una luz ámbar visible 360º con un alcance de hasta 1.000 metros, garantizar al menos 30 minutos de autonomía lumínica y resistir condiciones adversas. Al activarse, envía la posición del vehículo de forma anónima y segura a la plataforma DGT 3.0. Los modelos homologados incluyen conectividad IoT con SIM integrada que no requiere app, móvil ni cuotas para funcionar.
En muchos casos, la cobertura está garantizada durante años (se comercializan con conectividad activa prolongada, por ejemplo, hasta 2038), y algunos incorporan indicador inteligente de batería para facilitar el control del estado del dispositivo. Antes de comprar, conviene verificar que el dispositivo está homologado bajo DGT 3.0. El sello suele plasmarse en el cuerpo de la baliza mediante códigos de laboratorio (p. ej., LCOE o IDIADA).
Además puede contrastarse en el listado oficial de la DGT. Esta comprobación es esencial para evitar imitaciones o productos no certificados. El precio también ofrece pistas: muchas balizas conectadas homologadas se mueven en torno a los 49 euros. Un precio muy por debajo sin explicaciones claras debería encender la alerta y motivar una revisión minuciosa de la certificación y del origen del producto.
Multas económicas y buenas prácticas de uso…
Una vez sea obligatoria, no llevar o no usar la V16 conectada puede acarrear sanciones. Las más habituales oscilan hasta los 200€ por no señalizar con un dispositivo válido en una incidencia o avería. Según la OCU y DGT, se contemplan además importes menores (por ejemplo, 80€) cuando se portan elementos no homologados o ya no admitidos.
En caso de incidencia, la DGT recomienda guardar la V16 en la guantera o en un lugar accesible del habitáculo para activarla sin salir del coche. Lo ideal es colocarla en el techo o en el punto más alto del vehículo, ayudándose del imán integrado, y permanecer dentro con el cinturón abrochado salvo que exista una zona totalmente segura a la que acceder sin pisar la calzada.
DGT 3.0: información en tiempo real para prevenir riesgos…
La plataforma DGT 3.0 agrupa datos de vehículos, carreteras y servicios de emergencia para informar al ecosistema conectado en tiempo real. Con la V16, la localización del vehículo inmovilizado llega a navegadores, apps y paneles de mensaje variable, mejorando la anticipación del resto de usuarios y minimizando alcances en tramos con poca visibilidad.
Viajar fuera de España y coches extranjeros…
Si circulas fuera del país, la luz de emergencia V16 conectada seguirá siendo útil como baliza luminosa aunque su geolocalización puede no integrarse con los sistemas de tráfico locales. Por su parte, los vehículos extranjeros que circulen en España deben cumplir la normativa de su país de matrícula, si bien el uso de la V16 conectada incrementa la seguridad en cualquier entorno.
El paso a la V16 conectada marca un cambio de paradigma en la señalización de emergencias: más visibilidad, menos exposición al tráfico y aviso en tiempo real al resto de conductores. La clave está en elegir una baliza homologada DGT 3.0, conocer su uso y tenerla a mano. Con ello, además de evitar sanciones, se gana en tranquilidad y contribuye a una carretera más segura para todos.