El estreno de Pepe Martí en la Fórmula E ha sido tan intenso como inesperadamente amargo. El piloto barcelonés debutaba en el campeonato eléctrico con el equipo CUPRA Kiro en el e-Prix de Sao Paulo, una cita marcada en rojo en el calendario por tratarse de su primera carrera oficial con el Gen3 Evo y por el interés que despertaba su salto desde la Fórmula 2.
Lejos de ser una toma de contacto discreta, su primera aparición ha terminado en uno de los incidentes más espectaculares de la temporada. Martí llegó a situarse en plena pelea por los puntos tras una sólida remontada, pero un error bajo régimen de Full Course Yellow derivó en un violento accidente que hizo volar su monoplaza y obligó a interrumpir la carrera con bandera roja.
Del test en Cheste al gran salto con CUPRA Kiro
La llegada de Martí a la Fórmula E se produce tras cerrar su etapa en la Fórmula 2 y completar unos prometedores test de pretemporada en el Circuit Ricardo Tormo de Cheste. Allí, durante seis sesiones de tres horas, el piloto español pudo empezar a familiarizarse con las particularidades del coche eléctrico y con una parrilla en la que figuran nombres contrastados como Oliver Rowland, Edoardo Mortara, Nyck de Vries o Pascal Wehrlein.
El proyecto con CUPRA Kiro, equipo en su segunda temporada en el certamen, representa un cambio de rumbo importante en su trayectoria. La estructura española viene de lograr una victoria, una pole y un podio en su primer año en la categoría, y este curso ha apostado por una dupla joven, con Martí compartiendo garaje con Dan Ticktum. El barcelonés, que hasta la pasada campaña formó parte del programa júnior de Red Bull, afronta el reto como primer piloto español a tiempo completo en más de una década en la Fórmula E.
Expectativas moderadas y foco en el aprendizaje
Antes de llegar a Brasil, Martí ya rebajaba las expectativas en cuanto a resultados. Reconocía que su prioridad era aprender y adaptarse a un entorno radicalmente distinto al de la F2 y la F3. “Me contentaría con ser competitivo, con tener una velocidad razonablemente buena durante el fin de semana”, explicaba en la previa, subrayando que no tenía sentido marcarse metas ambiciosas como los puntos en una pista nueva y con una parrilla muy compacta.
El español incidía en que esta primera carrera debía verse como una prueba de adaptación: terminar, acumular kilómetros y absorber toda la información posible para el resto de la temporada. Tras los ensayos de Valencia, había trabajado en el simulador los días permitidos por la FIA y completado el habitual track walk para conocer el asfalto y los puntos delicados del trazado brasileño. Su objetivo declarado era que todo le saliera “más natural” cuando llegara el momento de competir.
Un circuito urbano rápido y exigente en Sao Paulo
El debut de Martí ha tenido lugar en el São Paulo Street Circuit, un trazado urbano ubicado en la zona de Anhembi que se aleja del perfil estrecho de otros circuitos de la categoría. Se trata de un recorrido con tres largas rectas enlazadas por chicanes técnicas y curvas rápidas, donde la precisión en la frenada, la eficiencia energética y el juego de rebufos son claves para adelantar.
El propio piloto había advertido que el asfalto es bacheado y muy exigente, algo que complica firmar una vuelta perfecta en clasificación y gestionar una carrera tan apretada, siempre entre muros. Además, el reto se multiplica en Fórmula E por la necesidad de recuperar hasta la mitad de la energía durante la propia prueba, ajustando al milímetro los puntos de frenada, el porcentaje de aceleración y el lift and coast, todo ello a alta velocidad y con varios coches rodando en paralelo.
Horarios, agenda del fin de semana y primera toma de contacto
El fin de semana del e-Prix de Sao Paulo incluía una apretada agenda para Martí. Tras la FP1 programada para el 5 de diciembre —cancelada por motivos técnicos—, el grueso de la acción se concentraba el día 6, con FP2 a las 11:00, clasificación a partir de las 13:40 horas y la carrera fijada para las 18:05, retransmitida en España por RTVE Play, Eurosport y DMAX.
El piloto de CUPRA Kiro quedaba encuadrado en el Grupo A de clasificación, donde debía medirse a algunos de los candidatos al título. Aunque los buenos registros de los test de Valencia le invitan a ser ambicioso, Martí ya advertía que aquellos tiempos podían no reflejar la realidad del campeonato, sobre todo por la falta de experiencia y la rápida curva de aprendizaje necesaria en esta categoría.
Una remontada ilusionante que apuntaba al top 5
La carrera, sin embargo, empezó a despejar dudas sobre el ritmo del español. Tras partir desde la decimocuarta posición en la parrilla, Martí fue ganando confianza vuelta a vuelta hasta situarse en noveno lugar, después de remontar cinco puestos al volante de su CUPRA. En ese momento, el español disponía de más energía que varios de los coches que le precedían, lo que abría un escenario realista de luchar incluso por el top 5 e incluso por el podio, dependiendo de cómo se desarrollara el tramo final.
El e-Prix venía siendo ya caótico, con apariciones del Safety Car y estrategias de Attack Mode condicionadas por las interrupciones. A falta de pocas vueltas para la bandera a cuadros, buena parte de la parrilla ya había usado su segundo Time Attack, mientras que para Martí todavía quedaban opciones de aprovechar ese recurso en el momento oportuno, siempre combinado con su buena gestión de la energía.
La Full Course Yellow que lo cambió todo
El punto de inflexión llegó con la activación de una Full Course Yellow, un procedimiento que obliga a todos los pilotos a reducir su velocidad hasta los 50 km/h en todo el circuito. Mientras los monoplazas que rodaban delante de Martí, entre ellos Nico Müller y Antonio Félix da Costa, levantaron claramente el pie, el español no redujo la marcha con la misma rapidez, atrapado entre la inercia de la remontada y una interpretación demasiado al límite del protocolo bajo bandera amarilla.
En cuestión de segundos, el CUPRA de Martí llegó con demasiada velocidad a la altura de los coches que le precedían. Sin margen de maniobra, el barcelonés embistió con fuerza a Müller y da Costa, dos veteranos de la categoría, en un impacto que hizo que el monoplaza del español saliera despedido por encima de ellos y comenzara una secuencia de vuelcos estremecedora.
Un accidente espectacular y el susto del debut
Las imágenes del incidente mostraron al coche de Martí elevándose en el aire, girando y dando varias vueltas de campana antes de aterrizar de nuevo sobre el asfalto. La violencia del golpe obligó a Dirección de Carrera a detener la prueba con bandera roja cuando quedaban apenas un par de vueltas por disputarse, cortando en seco cualquier opción de remontada y poniendo el foco en el estado del piloto.
Pese a lo dramático de la secuencia, la mejor noticia llegó instantes después: Pepe Martí pudo salir del monoplaza por su propio pie, sin aparentes lesiones de gravedad y visiblemente contrariado. Su reacción inmediata sirvió, además, para destacar el elevado nivel de seguridad de los coches Gen3 en este último año de su ciclo reglamentario. No solo abandonó el vehículo sin ayuda, sino que cogió un extintor facilitado por los comisarios y se dirigió al monoplazo para sofocar un principio de incendio en la zona de frenos.
“Estos errores no se pueden permitir”: autocrítica de Martí
Ya más calmado, el catalán compareció ante los medios y se mostró muy crítico consigo mismo. “Llevo cinco años corriendo en fórmulas. Es muy distinta, pero estos errores no se pueden permitir, y menos con esta magnitud y esta repercusión”, reconocía, asumiendo su responsabilidad en lo ocurrido durante su estreno en la competición eléctrica.
Martí explicó que, en categorías como la F2 o la F3, los pilotos tienden a apurar al máximo los márgenes bajo virtual Safety Car para rascar milésimas, un hábito que parece haber influido en su reacción en Sao Paulo. Comentó que había practicado el Full Course Yellow en el simulador y en Valencia de una manera determinada, y que tal vez no calibró bien cómo iban a gestionar el ritmo el resto de pilotos en las últimas vueltas de carrera. “Los coches no desaparecen cuando necesitas que desaparezcan y, al final, me los he encontrado y he salido volando”, resumió con cierto tono de resignación.
Mensaje al equipo y posible sanción deportiva
Tras tranquilizar a todos confirmando que se encontraba bien, Martí envió un mensaje público a los suyos: “Pido perdón al equipo”, lamentando haber tirado por la borda una carrera en la que CUPRA Kiro había mostrado un nivel competitivo interesante. El español se mostró dolido porque, más allá del golpe mediático del accidente, sentía que había dejado escapar una oportunidad de oro para cerrar su debut con puntos o, al menos, con una buena cantidad de información recopilada en condiciones de carrera.
La acción, claramente atribuida a un error de cálculo por parte del debutante, queda ahora en manos de Dirección de Carrera, que debe valorar si impone una sanción de cara a la próxima cita del campeonato. Entre las opciones habituales figuran las penalizaciones en parrilla o la suma de puntos en la superlicencia interna de la Fórmula E, algo que podría condicionar ciertas estrategias de CUPRA Kiro en el arranque del curso.
Jake Dennis se lleva la victoria y Wehrlein pierde la pole
En medio del revuelo provocado por el accidente de Martí, la clasificación final del e-Prix de Sao Paulo dejó al británico Jake Dennis como vencedor de esta primera carrera del año. El piloto de Andretti supo gestionar sus recursos, aprovechar su segundo Time Attack en el momento justo y defender la posición en un final de prueba alterado por la bandera roja.
El hasta entonces poleman, Pascal Wehrlein (Porsche), no pudo convertir su gran sábado en la posición de honor en parrilla debido a una sanción de tres puestos, que le relegó y abrió la puerta para que Dennis arrancara desde el cajón preferente. Por detrás, nombres como Oliver Rowland, Nick Cassidy o Felipe Drugovich también estuvieron en la pelea por los puestos de honor, confirmando el alto nivel de competitividad con el que arranca esta nueva campaña europea y mundial de la Fórmula E.
Un debut mediático muy seguido en España
La expectación por ver a Martí en acción era especialmente alta en España. Medios como MARCA prepararon una cobertura en directo desde la parrilla, con conexiones desde las 17:40 hora peninsular para seguir los actos previos, los himnos y la última hora desde el propio circuito de Sao Paulo. El interés se explicaba no solo por el salto del piloto desde la Fórmula 2, sino por el hecho de ver a un equipo de casa como CUPRA Kiro en una categoría cada vez más relevante en el calendario internacional.
El enviado especial, Miguel Portillo, fue el encargado de acercar a la afición española el inicio del Campeonato del Mundo ABB FIA Fórmula E, una competición que abre el año automovilístico en Europa y que seguirá pasando por circuitos tan emblemáticos como Mónaco o Jeddah, y por el e-Prix de Madrid en el Jarama. Pese al desenlace, el estreno de Martí ha servido para dar visibilidad al proyecto de CUPRA y para situar al joven catalán en el foco mediático desde la primera carrera.
Un futuro condicionado por el aprendizaje y la adaptación
Aunque el e-Prix de Sao Paulo ha terminado de la peor forma posible en términos deportivos, la experiencia puede convertirse en un punto de inflexión en la adaptación de Martí a la Fórmula E. El propio piloto insiste en que sus expectativas inmediatas siguen ancladas en el proceso: entender el coche, conocer los circuitos urbanos —nuevos para él salvo Jeddah y Mónaco— y modular el estilo de conducción a un contexto donde la gestión de la energía y las banderas tiene un peso determinante.
Martí admite que, aunque es “muy ambicioso y competitivo”, prefiere no obsesionarse con resultados a corto plazo. Su idea es ir subiendo el ritmo progresivamente, ir sumando puntos cuando se presente la oportunidad y, con el tiempo, apuntar a algún resultado destacado. Mientras tanto, deberá digerir un debut tan llamativo como duro y transformar el susto de Sao Paulo en una lección que le acompañe en el resto de la temporada.
Lo vivido en Brasil deja una imagen potente: la de un joven piloto español que, en su primera carrera en Fórmula E, ha pasado en unas pocas vueltas de rozar un posible top 5 a protagonizar un accidente escalofriante, del que ha salido físicamente indemne pero cargado de autocrítica y ganas de mejorar; a partir de ahora, la incógnita es cómo capitalizar ese golpe de realidad para consolidarse en un campeonato que no perdona fallos, pero que también ofrece margen para crecer a quienes saben aprender rápido.