Japón es uno de los países más especiales en cuanto al sector del automóvil se refiere. La cultura empresarial del país del sol naciente es muy propia, pues aunque está plenamente alineada con el capitalismo no tiene reparo alguno en defender a las firmas del país. Por ello no es extraño que los pocos fabricantes del sector que caminan solos tengan este pasaporte. Así, tenemos a ejemplos como Honda, Suzuki o Mazda, aunque también hay matices a tratar.
Si hacéis un poco de memoria, debéis recordar que tiempo atrás se especuló con la posibilidad de una fusión entre Honda y Nissan. Esta noticia surgió al calor de la mala situación por la que estaba pasando la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. Sin embargo, se quedó ahí y no ha sido hasta ahora que hemos vuelto a tener noticias sobre esta especulación. Todo tras conocerse cómo el consorcio franco-nipón ha recompuesto sus operaciones.
Honda y Nissan habrían superado el volumen productivo del la Alianza
Teniendo en cuenta la situación por la que está atravesando el sector y las marcas que lo integran, no hubiera sido extraño que Honda y Nissan se hubiera fusionado. Lo más extraordinario de todo es que varias fuentes arrojan algo de luz sobre quién habría estado tras el intento de unión. Según The Japan Times, entre otros, el Gobierno de Japón habría «conspirado» para que ambos fabricantes dieran un primer paso e iniciaran conversaciones.
Con todo, esta idea no habría surtido el efecto deseado por el gobierno pues no llegó a alcanzar la cúpula directiva de ambos constructores. No obstante, apuntan a que Honda habría tenido alguna reticencia ya que aunque hubiera llegado a algún tipo de acuerdo con Nissan la sombra de Renault hubiera volado sobre su cabeza. La razón para ello es sencilla: el accionariado de la firma japonesa está controlado, en parte, por la firma del rombo.
Si repasamos el guión de la historia, que dos firmas japonesas se hubieran asociado no hubiera sido extraño y más teniendo en cuenta su nivel de protección. Para prueba tenemos a Toyota, que controla partes de Mazda, Subaru, Suzuki o Daihatsu. Nissan hace lo propio con Mitsubishi y Renault. La única que aún camina sola es Honda, aunque en los últimos meses han establecido acuerdos de colaboración con General Motors.
Sea como fuere de haber alcanzado algún tipo de acuerdo, ambos fabricantes hubieran superado el volumen productivo de la Alianza. Hoy por hoy esta situación no se dará, pero quién sabe si en un futuro vemos una integración mayor. Cosas de la crisis y la globalización.
Fuente – The Japan Times