Mercedes-Benz ha mostrado en Shanghái un prototipo que mira de frente al futuro sin olvidar sus raíces. Se trata del Vision Iconic, un coupé eléctrico de proporciones generosas que combina estética Art Déco, innovación digital y eficiencia energética. Una apuesta que la marca sitúa como manifiesto de su siguiente capítulo de diseño y electrificación. En este contexto por ahora no contemplan su producción en serie, pero sí su influencia en la próxima hornada de modelos tanto térmicos como eléctricos de la estrella.
Concebido como un gran escaparate de ideas, el show car une artesanía y alta tecnología para dibujar cómo podría ser la movilidad premium de la próxima década. La presentación se enmarcó en la Semana de la Moda de Shanghái, subrayando así el carácter casi escultural del proyecto y el nuevo lenguaje «New Iconic Era», donde tradición y digitalización dialogan sin estridencias. Damos un repaso a este proyecto y te contamos todo lo nuevo que representa para la casa de Stuttgart. Y a ti ¿Te gusta o no? Dínoslo…
Diseño exterior del Mercedes-Benz Vision Iconic: pasado reinterpretado…
La silueta es un guiño a la edad dorada del automóvil, con un capó interminable, hombros marcados y caída fastback. El frontal luce una parrilla reinterpretada en cristal ahumado con iluminación integrada y marco cromado, un elemento que concentra el protagonismo visual y que refuerza la identidad de marca mediante animaciones lumínicas. Incluso la estrella del capó se ilumina para enfatizar el papel de la luz en este lenguaje, una solución que convierte la calandra en una pieza casi escultórica.
En la zona lateral destaca la limpieza de líneas y el acabado en negro brillante, que contrasta con detalles cromados de trazo fino. Los guiños históricos son claros: ecos de los W108 y W111, referencias al 600 Pullman y una zaga que recuerda a los grandes iconos de la casa, con reminiscencias del 300 SL o incluso del AMG GT. Sobre la piel, la marca integra un cubierta fotovoltaica que, bajo condiciones favorables, podría añadir hasta 12.000 km anuales de energía aprovechable.
Habitáculo y materiales: lujo hiperanalógico…
Puertas adentro, el enfoque es calmado y táctil. El tablero «Zeppelin» es una estructura de cristal flotante que combina relojería de inspiración cronográfica con interfaces digitales discretas y un asistente basado en IA, todo ello pensado para reducir el ruido visual. La elección de materiales apuesta por lo sensorial: terciopelo azul profundo en los asientos tipo sofá corrido, inserciones de nácar, mandos en latón pulido y marquetería de paja en el piso.
La postura de conducción se nota más cercana a un salón que a un vehículo convencional. La dirección totalmente electrónica (steer-by-wire) elimina la conexión mecánica con las ruedas y libera el diseño interior; en el centro del volante de cuatro radios, una estrella suspendida dentro de una cápsula de cristal aporta un toque teatral. Este planteamiento hiperanalógico, con pocos elementos a la vista, busca rebajar el estrés a bordo sin renunciar a la precisión técnica.
Tecnología y eficiencia: del sol al silicio…
La carrocería integra una «pintura solar» fotovoltaica de capa ultrafina capaz de generar electricidad con la radiación solar. En el mejor de los casos, esta solución sumaría miles de kilómetros al cómputo anual sin enchufes, una forma de extender la autonomía diaria que casa con el espíritu eficiente del prototipo; se trata de un enfoque que no sustituye la recarga, pero sí la alivia en usos habituales.
Para el procesamiento de datos del vehículo autónomo, Mercedes-Benz explora computación neuromórfica, una arquitectura inspirada en el cerebro humano que promete reducir el consumo energético hasta en torno a un 90% frente a chips convencionales en ciertas cargas de trabajo. Este salto permitiría gestionar percepción y toma de decisiones con menos calor y menor gasto, mejorando la eficiencia de la IA a bordo y abriendo la puerta a hardware más compacto.
Conducción automatizada y maniobrabilidad…
El Vision Iconic está planteado para alcanzar capacidades de conducción automatizada de Nivel 4, en las que el usuario puede delegar la tarea de conducir en determinados escenarios. El sistema de aparcamiento autónomo, igualmente de Nivel 4, prescinde de infraestructura dedicada, lo que representa un avance práctico en entornos urbanos y en complejos de aparcamiento existentes; con ello, maniobras y estacionamientos quedan simplificados de forma notable.
La dirección electrónica aporta precisión y rapidez de respuesta, y se complementa con soluciones que mejoran la agilidad en ciudad, como el posible eje trasero direccional. Al desaparecer la columna y los vínculos mecánicos tradicionales, el fabricante gana libertad para rediseñar el espacio interior y afinar la ergonomía, algo que se nota en la sensación de salón continuo delantera, propicia para relajarse cuando el sistema toma el control.
Evento, discurso estético y ecosistema…
El debut en Shanghái refuerza la vocación de convertir el automóvil en objeto cultural además de tecnológico. Directivos de la compañía han descrito el proyecto como una declaración de intenciones para la era eléctrica y digital, con especial énfasis en la «emocionalización» de la luz, la artesanía y la eficiencia. Como extensión del concepto, la marca presentó una colección cápsula Vision Iconic inspirada en los años 20 y 30, junto a un Libro de Diseño Icónico que resume la filosofía estética que quieren impulsar.
Posicionamiento y hoja de ruta…
Este concept no adelanta cifras de potencia ni especificaciones de batería, porque su rol es otro: servir de laboratorio rodante y de brújula creativa. La firma deja claro que no prevé una versión de producción, pero atribuye al proyecto la función de orientar el diseño y la tecnología de futuros modelos. El Vision Iconic une legado y vanguardia mediante una parrilla de cristal iluminada, un interior hiperanalógico y un arsenal técnico que va de la pintura fotovoltaica a la IA neuromórfica. Un compendio con el que apuntalan su próximo lenguaje de producto y de futuro.
Fuente – Mercedes-Benz
Imágenes | Mercedes-Benz