Mercedes-Benz encara una nueva etapa en el segmento de monovolúmenes eléctricos con el inminente lanzamiento, previsto para 2026, de los modelos VLE y VLS. Bajo la denominación de “Grand Limousines”, la marca alemana busca renovar por completo la experiencia de los vehículos familiares y de lujo. De esta forma impulsará la electrificación y diferenciará claramente las gamas orientadas al usuario privado y profesional de una gama de modelos que ha estado muy relacionada en toda su larga historia.
La introducción de la plataforma modular y escalable VAN.EA permitirá a Mercedes-Benz ofrecer opciones adaptadas tanto a las necesidades cotidianas como a los servicios más exclusivos. El VLE, con capacidad hasta ocho ocupantes, apunta a ser una opción versátil para familias numerosas, profesionales del transporte y flotas VIP, mientras que el VLS se posicionará como una sofisticada limusina eléctrica con un perfil de lujo elevado. Toma nota porque pretende revolucionar la movilidad eléctrica en el segmento…
Un exigente test: Stuttgart-Roma con sólo dos paradas…
Para mostrar la fiabilidad y eficiencia de su nueva técnica, la firma sometió al Mercedes-Benz VLE a una de las pruebas de ruta más exigentes: un trayecto de 1.090 kilómetros desde Stuttgart hasta Roma, atravesando los Alpes y enfrentando pendientes pronunciadas, autopistas y el tráfico denso de los cascos urbanos italianos. El recorrido fue completado en apenas 13 horas y requirió únicamente dos breves recargas de 15 minutos, optimizando al máximo los tiempos de viaje y el uso de la infraestructura de carga ultrarrápida.
Durante la travesía, los ocupantes disfrutaron de una temperatura constante de 22 ºC en el interior, pese a la variabilidad externa que osciló de los 11 ºC hasta los 33 ºC en Roma. Este punto, junto a la capacidad de recuperación de energía en los descensos alpinos y la agilidad proporcionada por la dirección en el eje trasero, son parte central del enfoque de Mercedes-Benz hacia la eficiencia y el confort en movilidad eléctrica de gran formato.
Mercedes Van Electric Architecture: flexibilidad y tecnología al servicio de la movilidad eléctrica…
La base técnica de estos nuevos modelos es la plataforma VAN.EA (Van Electric Architecture), caracterizada por ser modular y adaptable a diferentes tipos y tamaños de carrocería. Esta arquitectura, que también heredará las futuras generaciones de vehículos comerciales y particulares de la marca, cuenta con un sistema de 800 voltios, permitiendo recargas rápidas de hasta 22 kW en corriente trifásica y configuración optimizada de batería y motorización según la variante elegida.
El esquema de tres módulos independientes —uno delantero fijo, un central que condiciona la longitud y la capacidad de la batería, y un trasero opcional para tracción total o solo delantera— garantiza adaptabilidad a necesidades de pasajeros, carga o equipamiento especial. Mercedes confirma que ofrecerá autonomías homologadas WLTP superiores a los 500 km en condiciones óptimas, aunque las pruebas reales sugieren rangos entre 400 y 480 km bajo uso intensivo.
Diferenciación clara entre VLE y VLS…
La estrategia de Mercedes-Benz pasa por separar claramente las versiones privadas (VLE y VLS) de las comerciales. El VLE, orientado a los clientes que buscan un monovolumen espacioso y muy moderno, integrará los últimos avances en conectividad, infoentretenimiento y asistencia a la conducción, manteniendo altos estándares de seguridad y el confort habitual de la marca.
Por otro lado, el VLS se plantea como una referencia en lujo, con una calidad a la altura de las grandes berlinas de la firma y atención máxima al detalle en materiales, aislamiento y modularidad del interior. Ambas variantes se distribuirán en mercados clave como Estados Unidos, Canadá y China, reforzando la presencia global del fabricante en el segmento MPV eléctrico premium.
Innovación en eficiencia y manejo: recuperaciones, dirección trasera y confort…
Uno de los aspectos más destacados de la prueba fue la eficacia del sistema de frenado regenerativo, que permitió recuperar energía en bajadas y reducir el desgaste de los frenos tradicionales. Además, el eje trasero direccionable demostró su utilidad tanto en carreteras de montaña, donde mejoró la agilidad, como en entornos urbanos con calles estrechas, facilitando maniobras y aparcamiento.
La propia marca subraya que estas pruebas, sumadas a ensayos realizados en Noruega bajo frío extremo y otros en la planta de Vitoria, forman parte de un riguroso programa de verificación del producto antes de su llegada a los concesionarios. Mercedes-Benz pretende, así, acelerar el desarrollo y garantizar que las unidades de producción cumplan con las expectativas de autonomía, fiabilidad y calidad.
Revolución en las furgonetas eléctricas…
El VLE y el VLS suponen el relevo generacional para el actual Clase V y la gama EQV, apostando por una propuesta de movilidad eléctrica integral y específica para el segmento de monovolúmenes. La diferenciación visual es notable: líneas limpias, manillas retráctiles, techo integrado y elementos aerodinámicos para maximizar la eficiencia.
Mercedes-Benz busca abordar desde viajes familiares hasta traslados corporativos de lujo con la misma plataforma técnica, optimizando tiempos de carga y garantizando una experiencia de usuario comparable a la de los turismos más avanzados de su catálogo.
La odisea alpina de los prototipos VLE confirma que realizar trayectos largos con vehículos eléctricos de gran tamaño, sin sacrificar tiempo ni confort, ya es una realidad tangible. Este avance consolida la apuesta de Mercedes-Benz por una movilidad eléctrica más práctica, eficiente y adaptada tanto a usuarios particulares como a clientes de alto nivel.
Fuente – Mercedes-Benz
Imágenes | Mercedes-Benz