El segmento mÔs pequeño de la automoción estÔ viviendo una curiosa evolución. Mientras que estos pequeños coches siempre han sido una alternativa de bajo precio y bajo consumo, poco a poco estÔn ganando terreno las opciones que abogan también por mayor calidad visual y una buena dosis de personalización.
Desde Corea llega el Hyundai i10, una nueva generación que no sólo quiere dominar el segmento A, sino que bebe de la evolución tan positiva que estÔ sufriendo la marca asiÔtica en los últimos años. Ponemos a prueba este pequeño urbano con el motor mÔs potente 1.2 de 87 caballos y cambio automÔtico.
Mayor calidad visual
Si por algo podemos destacar a Hyundai actualmente es por unos diseƱos bastante atractivos. Lejos quedan aquellas carrocerĆas de gusto asiĆ”tico, para dar la bienvenida a diseƱos mĆ”s cuidados, refinados y algo mĆ”s agresivos. El Hyundai i10 es un ejemplo de ello, cuidando mucho la figura aunque sin llegar a extremos como el imbatible Fiat 500 o el Opel Adam.
AsĆ, el frontal recibe una nueva parrilla de mayor tamaƱo y unos faros grandes algo rasgados en su parte exterior. La fina parrilla remata un conjunto sencillo, discreto, pero a la vez sofisticado. AtrĆ”s ocurre mĆ”s o menos lo mismo, con unos pilotos muy trabajados, o un paragolpes trasero musculoso. Mide 3,66 metros de largo, 1,66 m de ancho y 1,50 m de alto.
No podemos pasar por alto la forma ascendente de las ventanillas, y el falso cristal trasero que se extiende por los pilares C. Nuestra unidad de acabado bastante bĆ”sico luce unos tapacubos que pueden evolucionar hasta unas llantas de 15 pulgadas. Es mucho mĆ”s dinĆ”mico y atractivo que su antecesor, a la vez que prĆ”ctico, pues sólo se ofrece con carrocerĆa de 5 puertas.
Notable salto en calidad interior
Una de las mayores crĆticas positivas hacia Hyundai es su salto cualitativo en materia de interiores. La gama actual se sitĆŗa a aun nivel bastante alto y completamente comparable a su competencia europea. En el caso del pequeƱo i10, esto se cumple, aun no encontrando un solo plĆ”stico blando en todo el habitĆ”culo.
Ni en los apoyos de la puertas se utiliza un material mullido, sin embargo, al tacto y a la vista todo presenta un nivel de calidad mƔs que aceptable. A ello contribuye el color naranja que invade el interior en multitud de apliques, dotƔndolo de color, viveza y un toque juvenil que le viene al pelo.
Destaca también por una colocación inteligente de los mandos. Todo es sencillo de utilizar y queda a mano. AdemÔs, todos los mandos tienen un tacto agradable, incluso tratÔndose nuestra unidad de un acabado bÔsico. No hay volante o pomo del cambio en piel y, sin embargo, tampoco los echaremos en falta.
Frente a nosotros, un cuadro extremadamente sencillo en diseƱo y de fĆ”cil lectura, con un gran velocĆmetro central, un cuentavueltas a la izquierda y los testigos de temperatura del refrigerante y nivel de combustible a la derecha. En la puerta quedan situados los botones para los elevalunas elĆ©ctricos, en nuestra unidad sólo automĆ”tico el del conductor y sólo en bajada.
Presumiendo de habitabilidad
A pesar de no pasar por mucho los 3 metros y medio de largo, el Hyundai i10 presume de espacio interior. Y es que si hay tres caracterĆsticas que definen al buen vehĆculo urbano son: bajo precio, bajo consumo y pequeƱo tamaƱo, ademĆ”s de la habitabilidad. Lógicamente, en un envase tan pequeƱo el espacio no sobra, pero aquĆ tampoco falta para 4 ocupantes.
En las plazas delanteras dos adultos caben sin problemas, con un asiento del conductor regulable tambiĆ©n en altura. El volante, sin embargo, no tiene regulación en profundidad, pero la postura es cómoda y no es difĆcil encontrar la nuestra. Los asientos, por su parte, son cómodos, con un mullido correcto, aunque pecan de un agarre lateral justo. Tampoco es su cometido.
AtrÔs sorprende por el espacio disponible. EstÔ homologado para 5 personas, pero sólo 4 viajarÔn con comodidad, principalmente por una anchura limitada que incomodarÔ al pasajero central de la segunda fila. Ambos asientos laterales disfrutan de unas buenas dimensiones en todas las cotas, y sólo habrÔ que tener cuidado con las piernas en caso de que los pasajeros de los asientos delanteros corran el asiento muy hacia atrÔs.
De entre las virtudes del nuevo Hyundai i10 debo quedarme con la cantidad de huecos portaobjetos. Y no sólo con la cantidad, sino también con la buena situación y repartición. Entre ellos destaca un hueco plano justo delante de la palanca de cambios perfecto para depositar el móvil o la cartera rÔpidamente. En el túnel central hay varios posavasos y huecos, aunque echamos en falta un espacio con tapa. La guantera puede encargarse de ello, pues no es especialmente pequeña.
252 litros de maletero
El Hyundai i10 cubica 252 litros de maletero, una cifra bastante buena en su segmento y asumible dado el carÔcter urbanita del coche y su tamaño. Cuando necesitemos mÔs capacidad, habrÔ que abatir los asientos posteriores. Sólo se abate el respaldo y no se crea una superficie plana, pero conseguiremos un espacio de hasta 1.046 litros con unos respaldos abatibles en proporciones 60:40.
Dejamos por hoy nuestro anƔlisis del nuevo Hyundai i10 para maƱana arrancar el pequeƱo motor 1.2 de 4 cilindros y 87 caballos junto a la caja automƔtica de 4 velocidades. Entonces comprobaremos su consumo, su dinƔmica y su capacidad para desenvolverse en ambientes ratoneros.
Puedes encontrar mÔs información del Hyundai i10 1.2 87 CV AutomÔtico en la parte de comportamiento dinÔmico y consumos y en el anÔlisis de precio y equipamiento.
El Hunday i 10 1.2 Cv AutomƔtico va bien 87 CV VA BIEN PERO LE FALTA UNA O DOS MARCHAS Y GASTA NUEVE. Y MEDIO O DIEZ LITROS POR CIEN BIEN CALCULADO ESTOY DISGUSTADO