Prueba del Mercedes Clase A 180 CDI (parte II)

Viene de Prueba del Mercedes Clase A 180 CDI

Mecánica:
El motor de este Mercedes es el conocido 180 CDI de 109 CV. Lo primero que llama la atención del propulsor es la aspereza de funcionamiento. Vibra, hace ruido y no tiene un funcionamiento suave. A algunos usuarios le puede parecer que este motor desmerece al conjunto del coche, pero a mí, que no le doy excesiva importancia a estos aspectos, no me lo parece.

Una vez que me pongo en circulación y compruebo la soltura con la que mueve el coche, se me olvida todo lo demás.
Como ya he dicho, el motor es algo brusco, y el tarado del embrague no ayuda a disimular esto en las arrancadas y en las tres primeras marchas. A cambio de esta “rudeza”, tenemos un motor muy capaz que permite aceleraciones muy buenas y recuperaciones envidiables, con un consumo bastante bajo. Sólo si circulamos a altas velocidades la aerodinámica juega en contra de este Mercedes, pero aún así es casi imposible alcanzar los 8 litros a los 100 km, con lo que queda claro que gasta poco.
Además, para ser turbodiesel es suficientemente elástico, empujando desde relativamente bajas vueltas y alcanzando un régimen de giro alto, hasta 4.500 rpm sin desfallecer.

Comportamiento:
Sobre el comportamiento de los Clase A ha estado siempre la sombra de la famosa Prueba del Alce, que tiró por tierra la fama de este Mercedes nada más salir al mercado. La marca reaccionó rápidamente instalando ESP de serie en todas las versiones, modificando parámetros de la suspensión y cambiando de neumáticos, con lo que la primera generación del Clase A se convirtió en un coche bastante ágil pero incómodo de suspensión.
Cuando salió este modelo, segunda generación, Mercedes aseguró que todo eso había sido superado y no era mentira. Este coche tiene una suspensión muy suave, pero que contiene suficientemente la carrocería. El comportamiento del coche es muy sano y no te pone en aprietos, aunque no es nada divertido. Simplemente, subvirador al límite y sin reacciones extrañas, pensado para un conductor tranquilo.
Si vas aligerando el ritmo, te das cuenta que tras esos balanceos de carrocería hay bastante agarre y además, el ESP es realmente eficaz (también intrusivo) y se activa a la primera de cambio, evitando siquiera que el coche insinúe con deslizar y cortando gas de raíz. Al igual que en muchos coches, funciona mejor en sobreviraje que en subviraje, pero al ser tan radical en el corte de gas no permite poner en apuros fácilmente al coche.

(Continuara…)