La industria del automóvil en España vivió un año 2024 marcado por una caída en la producción y la exportación de vehículos, en un contexto de incertidumbre global y desafíos en la transición hacia la movilidad electrificada. Según los datos proporcionados por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), la producción de coches en España en 2024 fue de 2,37 millones de vehículos, un 3% menos que en el año 2023.
El descenso en la producción estuvo acompañado de una caída de las exportaciones, que bajaron un 4%, situándose en 2,12 millones de unidades. Este comportamiento ha generado preocupación en el sector, ya que el 89,4% de los vehículos fabricados en España van a terceros países, principalmente en Europa. Francia con una subida de pedidos del 8,5% sigue siendo el principal cliente, seguida de Alemania (-1,8%) y Reino Unido (-4,7%).
El rendimiento de las principales fábricas
Stellantis mantuvo su liderazgo con casi 980.000 vehículos fabricados entre las plantas que tiene en Zaragoza, Vigo y Madrid. Sin embargo, esta cifra representó un descenso del 2,3% respecto al año anterior. Mientras que Vigo, la planta más grande, fabricó 516.000 vehículos (-3%), Zaragoza aumentó ligeramente su producción (+1,7%). En el lado positivo Stellantis también recibió una buena noticia con la confirmación de una planta de baterías en Zaragoza, una inversión clave para el futuro del grupo en España.
Por su parte, el centro técnico de Ford en Almussafes (Valencia) sufrió una caída notable, produciendo solo 121.000 unidades, un 42,8% menos que durante el año 2023. La pérdida de modelos como el Mondeo y el Galaxy, junto con la transición hacia un nuevo modelo multienergía previsto para 2027, han lastrado su actividad.
Por su parte la factoría de Mercedes-Benz en Vitoria también experimentó una reducción en su producción del 23,6%. Esto se debió a las obras para preparar la fabricación de las furgonetas eléctricas bajo la plataforma VAN.EA. Estas inversiones, que suman más de 1.000 millones de euros, son parte de una estrategia a largo plazo que debería dar frutos en el año 2026.
Impacto de la transición hacia el vehículo eléctrico
Una de las razones principales detrás de la caída de la producción ha sido la adaptación de diversas plantas a la fabricación de modelos eléctricos. Aunque este cambio es vital para ser competitivos en el mercado global, la transición ha supuesto paradas en las líneas de producción y una menor capacidad operativa. En este contexto, la fabricación de vehículos electrificados disminuyó un 27,5% en comparación con 2023, alcanzando las 202.555 unidades.
Pese a todo ello, se observan avances importantes en algunos segmentos. Por ejemplo, la producción de híbridos convencionales (HEV) creció un 58,8%, hasta alcanzar las 466.460 unidades, representando el 19,6% del total de los vehículos fabricados. Sin embargo, los eléctricos puros y los híbridos enchufables vieron reducida su cuota de producción, lo que reflejó una demanda insuficiente tanto en el mercado nacional como en Europa.
José López-Tafall, director general de Anfac, destacó que el año 2024 fue particularmente desafiante para el sector eléctrico. «Es evidente que el 2024 no puede repetirse. Necesitamos medidas concretas y consensuadas para reactivar la demanda y apoyar las enormes inversiones realizadas por las empresas», afirmó.
Notas positivas y retos futuros
A pesar del difícil contexto no todo fueron malas noticias. Seat Martorell incrementó un 8,5% su producción, alcanzando las 481.000 unidades, gracias a la mejora de sus líneas y a pesar de las adaptaciones necesarias para los futuros modelos eléctricos. Asimismo, la histórica planta de Nissan en Barcelona reanudó su actividad bajo la nueva marca Ebro, fabricando modelos de combustión y preparándose para híbridos enchufables.
En cuanto al futuro inmediato, el sector del automóvil español se enfrenta a grandes desafíos. La competitividad global y las normativas europeas de emisiones obligan a acelerar la transición hacia tecnologías más limpias. Pero la baja cuota de mercado de los vehículos eléctricos en España (5,6%) pone en evidencia la urgencia de políticas más efectivas para estimular su demanda.
Este año, España perdió el octavo puesto en la fabricación mundial de vehículos, superada por Brasil, y las señales apuntan a que 2025 será crucial para marcar una recuperación sostenible. La unión de esfuerzos entre el sector público y privado será clave para garantizar que el país mantenga su posición como uno de los líderes de la industria automovilística en Europa.
Fuente – ANFAC
Imágenes | Seat – Peugeot – Citroën – Lancia – Volkswagen