Si hay un preparador que no pasa desapercibido cuando toca cualquier modelo deportivo —y menos aún si hablamos de un BMW M5— ese es Mansory. El especialista alemán ha vuelto a subir el listón con su propuesta sobre el BMW M5 G90, llevando tanto el aspecto físico como el rendimiento del sedán deportivo de la marca bávara a un nuevo nivel de exclusividad. Y como puedes ver el trabajo de Mansory en esta berlina no deja indiferente a nadie.
Para ello combina elementos de fibra de carbono en la carrocería y detalles llamativos tanto fuera como dentro del vehículo, la preparación está pensada para quienes buscan distinguirse de la multitud, aunque la estética polarizante pueda despertar opiniones encontradas entre aficionados. Sobre todo porque si el BMW M5 que todos conocemos, de calle, ya es un modelo difícil de ver según la situación, este es aún más complicado de asimilar. ¿No os parece?
Diseño exterior: fibra de carbono como seña de identidad…
El BMW M5 by Mansory destaca visualmente gracias a numerosas piezas de carbono. Entre las más notables se encuentran el capó con ventilaciones integradas, los faldones laterales, alerones en techo y maletero, carcasas de retrovisores y difusores traseros, todos fabricados en este ligero material. Cada superficie parece haber sido tratada para reflejar un efecto tipo mármol o cerámica, logrando un aspecto exclusivo y robusto. Las llantas de aleación forjadas de 22 pulgadas en acabado negro, combinadas con pinzas de freno en contraste, no solo refuerzan la presencia sino que contribuyen a reducir el peso del conjunto.
En el habitáculo, Mansory mantiene el mismo enfoque: personalización total. Fibra de carbono en paneles de puertas, detalles en el salpicadero, alfombrillas y elementos como pedales y biseles de indicadores, crean una atmósfera de deportividad y lujo. Los clientes pueden solicitar costuras y colores acordes al exterior, incluyendo combinaciones llamativas como naranja, amarillo o blanco, lo que permite que cada unidad sea prácticamente exclusiva.
Motor V8 potenciado y evolución técnica
Bajo el capó, el BMW M5 G90 de serie incorpora un sistema híbrido enchufable que combina un bloque V8 biturbo de 4,4 litros con un motor eléctrico. El conjunto entrega originalmente alrededor de 727 CV y 1.000 Nm. Sin embargo, tras pasar por las manos de Mansory, varias fuentes estiman que la potencia asciende a entre 838 y 850 CV, con un par máximo de hasta 1.150 Nm.
Las cifras se traducen en una aceleración que ronda los 3,4-3,5 segundos para el 0 a 100 km/h, manteniendo la tracción total y la nada despreciable masa de esta superberlina. La cubierta del motor también recibe tratamientos en carbono y detalles específicos para seguir el estilo agresivo y diferenciado del exterior. El sistema de escape, en configuración triple deportiva, persigue ofrecer una acústica tan llamativa como su aspecto.
Distinción en cada detalle y precio de acceso exclusivo…
El M5 de Mansory no solo destaca por el trabajo artesanal y la técnica aplicada, sino también por su exclusividad. Además de la personalización, el precio final refleja el nivel de detalle. Las modificaciones pueden elevar el coste del conjunto en cifras que llegan o superan los 50.000 € para el paquete, a sumar al valor base del vehículo, que parte de unos 125.000 € a 170.000 € en varios mercados internacionales, aunque hay variantes de cifras según zona geográfica y equipamiento.
Frente a la sobriedad (según se mire) y el equilibrio del M5 estándar, la propuesta de Mansory apuesta por llevar el diseño y el potencial mecánico hasta el extremo. No es un sedán pensado para pasar desapercibido, sino para marcar territorio allí donde se presenta, mezclando lujo, deportividad y extravagancia a partes iguales. Y tú ¿Te comprarías este modelo o lo dejarías para los que gusten de llamar la atención en todo? Es para pensárselo muy mucho ¿No?
Fuente – Mansory
Imágenes | Mansory