Mazda estaría ultimando los detalles de un nuevo deportivo que marca el regreso del motor rotativo y la tecnología híbrida a su gama. Tras muchos años de rumores, el fabricante japonés da los pasos definitivos para presentar el esperado sucesor espiritual del RX-7. Un modelo que recupera la esencia de los coupés japoneses, pero actualizado a los nuevos tiempos y normativas. El objetivo es ampliar su gama con un producto que, en su día merecía un relevo, y ahora les ayudaría a aupar su gama a lo premium…
El desarrollo de este nuevo deportivo parte del prototipo Iconic SP, un concept car presentado en 2023 que causó gran expectación tanto por su diseño como por su innovador sistema de propulsión. Según ha confirmado Ryuichi Umeshita, director técnico de Mazda, este prototipo servirá de base directa para el modelo de producción. Con todo, el plan inicial es que podría llegar a los concesionarios en algún momento entre 2026 y 2027, siempre que el negocio resulte viable en producción limitada.
Motor rotativo híbrido, la clave del sucesor del Mazda RX-7…
La gran apuesta de Mazda para este nuevo deportivo reside en una arquitectura híbrida de rango extendido. Contará con un motor eléctrico como fuente principal de tracción asistido por un motor térmico rotativo de doble rotor que funcionará como generador de energía. Gracias a esta tecnología, se espera que la potencia total ronde los 365-370 CV y que el coche conserve la tradicional tracción trasera tan apreciada por los puristas.
El propulsor rotativo, icono de Mazda desde el legendario Cosmo y especialmente con el RX-7 y RX-8, se adapta así al nuevo paradigma electrificado. Esta vez no será solo nostalgia: la marca busca mezclar autenticidad y eficiencia, recuperando parte del carácter que definió a la saga RX, pero cumpliendo con las regulaciones de emisiones vigentes, especialmente en mercados tan exigentes como el estadounidense.
Además, se baraja la posibilidad de que exista una versión alternativa en la que el motor rotativo actúe como fuente principal de propulsión, dirigida a los conductores más puristas. Sin embargo, la idea de una variante completamente eléctrica parece descartada por ahora, debido al elevado peso que supondrían las baterías necesarias para ofrecer una autonomía competitiva.
Dimensiones, diseño y posicionamiento: claramente por encima del MX-5
El sucesor del RX-7 se desmarcará claramente de la próxima generación del MX-5, manteniendo su propia identidad y situándose en un segmento superior. Los datos de los prototipos indican un largo de 4,17-4,18 metros, ancho de 1,85 metros y una altura contenida de solo 1,15 metros. La distancia entre ejes (2,59 metros) permite un habitáculo de configuración tipo 2+2, aunque algunos conceptos siguen siendo biplaza.
Este nuevo coupé, con peso aproximado de 1.450 kg, se presenta como un modelo más grande y sofisticado que el Miata, con un enfoque orientado al rendimiento y sin rival directo en la gama Mazda desde el desaparecido RX-8. Estéticamente, el diseño bebe de las líneas del Iconic SP: capó alargado, trazos musculosos y una silueta que recuerda a clásicos de la marca, pero modernizada para el siglo XXI.
¿RX-7, RX-8, RX-9 u otro nombre? El misterio de su denominación…
Pese a que muchos aficionados sueñan con el regreso del nombre RX-7 (o incluso RX-8 o RX-9), la marca no ha confirmado el nombre comercial que llevará el modelo definitivo. Las declaraciones oficiales indican que no será simplemente un relevo directo de ningún deportivo anterior, aunque sí se consolidará como heredero del espíritu RX. Eso sí, se descarta por completo la denominación Cosmo.
Producción limitada y convivencia con el futuro MX-5…
Todo apunta a que el nuevo deportivo se fabricará en una tirada limitada, centrada en entusiastas, y convivirá en la gama con la futura generación del MX-5 (prevista para el 2027). Este último seguirá apostando por motores atmosféricos, bajo peso y tracción trasera, mientras que el sucesor del RX-7 destacará por su tecnología híbrida y mayor nivel de prestaciones. Mazda sigue apostando por la filosofía Jinba-Ittai –la simbiosis perfecta entre coche y conductor–, y con esta estrategia pretende mantener contentos tanto a los aficionados más nostálgicos como a quienes buscan innovación y eficiencia en un deportivo moderno.
Este modelo, con potencial de ser un icono en el segmento, refleja la voluntad de Mazda de reinventarse sin perder su esencia y ofrecer un vehículo que combine tradición, rendimiento y tecnología avanzada. En cuanto a precios, se prevé que el futuro deportivo tenga un coste superior al de un MX-5 actual. Se estima que superará los 50.000 euros debido a su tecnología, exclusividad y nivel de equipamiento.
Fuente – Top Gear
Imágenes | Mazda