El Porsche Cayenne Electric supone un paso ambicioso para la marca alemana dentro del segmento de los SUV eléctricos. Durante sus pruebas finales en condiciones reales, este modelo ha demostrado su potencial tanto en prestaciones deportivas como en capacidad de uso cotidiano. Todo ello lo ha convertido ya, antes de su debut al mercado, en uno de los vehículos más comentados por la prensa y los aficionados al motor.
En un evento reciente celebrado en el mítico trazado de Shelsley Walsh, considerado el circuito automovilístico más antiguo del mundo en funcionamiento, el Cayenne Electric ha logrado acaparar titulares. Más allá de los focos, la firma de Stuttgart ha dejado claro que su futuro SUV eléctrico no pretende ser solo un “experimento verde”, sino un vehículo plenamente versátil que amplía las posibilidades de la electrificación en el automovilismo.
Récord en Shelsley Walsh: una declaración de intenciones
El Porsche Cayenne Electric camuflado ha establecido el récord absoluto para un SUV en la subida de Shelsley Walsh, completando los 914 metros de asfalto con un 16,7% de pendiente en solo 31,28 segundos, rebajando en más de cuatro segundos la anterior mejor marca, conseguida previamente por un Bentley Bentayga. Detrás del volante se encontraba Gabriela Jílková, piloto del equipo TAG Heuer Porsche de Fórmula E, quien destacó la precisión y confianza que le transmitió el sistema de suspensión activa durante toda la prueba. «El trazado es exigente y no hay margen para el error, pero la estabilidad del Cayenne fue sobresaliente en todo momento», apuntó la conductora al finalizar.
Un dato especialmente llamativo fue la aceleración inicial. El SUV alemán logró cubrir los primeros 18,3 metros saliendo de parado en solo 1,94 segundos, una cifra que hasta ahora solamente habían alcanzado monoplazas equipados con neumáticos de competición, mientras que el Cayenne utilizaba gomas convencionales de verano. Esta capacidad de aceleración subraya el rendimiento que aporta la electrificación en el segmento SUV.
Porsche Active Ride: conducción estable y confortable
Uno de los elementos protagonistas de este prototipo es el innovador chasis con suspensión activa Porsche Active Ride, que mantiene la carrocería perfectamente nivelada en todas las situaciones: frenadas, cambios de dirección bruscos o aceleraciones intensas. Esta tecnología, heredada en parte del Taycan y adaptada para SUV, ofrece un equilibrio inédito entre confort y dinamismo, permitiendo al conductor disfrutar de sensaciones deportivas sin renunciar a la comodidad.
Según Michael Schätzle, vicepresidente de la gama Cayenne, este sistema amplía notablemente el rango entre deportividad y confort. «El Porsche Active Ride redefine cómo un SUV puede comportarse tanto en pista como en el día a día», afirmó durante la presentación. La suspensión no solo mejora el rendimiento en circuito, sino que garantiza mayor seguridad y placer de conducción en cualquier entorno.
Capacidad de remolque de hasta 3,5 toneladas: versatilidad sin precedentes en un eléctrico
El Cayenne Electric no solo se ha ganado una reputación por sus prestaciones deportivas. Durante una filmación en Inglaterra, el popular presentador Richard Hammond aprovechó el prototipo camuflado para remolcar un automóvil clásico de más de 100 años y cerca de dos toneladas, desde Hereford hasta su propio garaje.
Lo sorprendente es que el Porsche Cayenne Electric podrá homologar una capacidad de remolque de hasta 3.500 kg en función de la configuración, equiparando así a sus versiones de combustión y a rivales como el Rivian R1S. Esto es posible gracias a la robustez estructural, el sistema de propulsión eléctrica de alto rendimiento y una avanzada gestión térmica. Su capacidad para tareas exigentes y cotidianas refuerza su versatilidad y atractivo en el segmento.
Este avance coloca al Cayenne Electric como uno de los primeros BEV (vehículo eléctrico de batería) del mundo capaces de igualar a modelos tradicionales en remolque, aportando más argumentos para quienes buscan electrificación sin renunciar a funcionalidades prácticas.
Apuesta por la electrificación, sin renunciar a la gama tradicional
Porsche ha dejado claro que la llegada del Cayenne Electric no supondrá la desaparición inmediata de los motores térmicos ni de los híbridos enchufables. La marca seguirá comercializando varias opciones de la gama Cayenne durante los próximos años, pero el rendimiento y la versatilidad demostrados por el modelo eléctrico apuntan a que será la referencia de la próxima generación de SUV de altas prestaciones.
Entre los detalles confirmados hasta ahora se encuentran el uso de plataforma PPE compartida con el Macan eléctrico, la futura implementación de un sonido evocador de motor V8 en el modo Track EV y, según fuentes internas, una expectativa de potencia superior a los 730 CV, lo que lo colocaría entre los SUV eléctricos más potentes del mercado.
Este modelo llega con la intención de romper esquemas en el segmento SUV, demostrando que la tecnología eléctrica puede combinar prestaciones deportivas, utilidad real y confort en un solo vehículo. Con récord mundial en Shelsley Walsh, una suspensión activa de última generación y una capacidad de remolque inédita para un BEV, el futuro eléctrico de Porsche se presenta más prometedor que nunca.
Fuente – Porsche
Imágenes | Porsche