Por muy sofisticadas que sean las simulaciones CFD, los superdeportivos siguen puliéndose donde importa: sobre el asfalto de una pista o circuito. En Maranello, Ferrari ha ampliado su «laboratorio» al aire libre con una nueva pista de pruebas propia, creada para evaluar de forma rigurosa cada detalle sin depender tanto de la vía pública. La novedad se llama e-Vortex y nace pegada al mítico trazado de Fiorano. En menos de cuatro meses ha pasado del plano a la realidad.
Se trata de un circuito de 1.887 metros que ocupa 37.351 m² y que refuerza el desarrollo de vehículos de calle y competición, con especial foco en las tecnologías electrificadas. Con este nuevo desarrollo en Ferrari buscan que sus modelos sean aún más fieles y especiales a su esencia más deportiva. Y atención, que pronto llegarán nuevos modelos puestos a punto en estas instalaciones que irán un paso más allá de lo que esperamos. Te contamos qué es e-Vortes y por qué ahora en Maranello dan este importante paso.
Qué es e-Vortex y por qué ahora…
Según la marca, e-Vortex «representa un paso vital» para mejorar las pruebas funcionales de los coches recién salidos de la línea. Su diseño permite ensayos precisos, repetibles y con estándares de seguridad muy altos, además de blindar mejor los prototipos a las miradas indiscretas y reducir el tráfico de pruebas por los alrededores de Maranello. El trazado ha sido concebido como un mosaico de escenarios para reproducir casos reales y forzar situaciones límite con control absoluto. Entre sus rasgos más destacados figuran:
- Longitud: 1.887 m
- Superficie del trazado: 37.351 m²
- Taller anexo: 1.000 m² para revisiones y ajustes inmediatos
- Anchura de carril: entre 6 y 14 m
- Recta principal: 600 m
- Curvas con peralte e inclinación longitudinal para estudiar apoyo y transferencia de masas
- Superficies mixtas, incluido adoquinado de pórfido, para evaluar adherencia y confort
- Secciones separadas para análisis de NVH (ruido, vibraciones y aspereza), confort y durabilidad
- Tiempo de ejecución de la obra: menos de cuatro meses
Qué permite probar…
La pista nace con la electrificación en mente: gestión térmica de las baterías, recuperación de energía, calibración de sistemas híbridos y comportamiento de motores eléctricos ante distintas cargas. Al dividir el trazado en sectores con asfaltos y geometrías variadas, los ingenieros pueden aislar variables, repetir maniobras y comparar resultados con mayor finura que en carretera abierta.
Además, el nuevo taller de 1.000 m² junto al asfalto permite cerrar ciclos de ensayo y ajuste sin desplazamientos ni esperas, con una respuesta inmediata a cualquier anomalía detectada en el vehículo. Esta proximidad acelera iteraciones, mejora la calidad de los datos y facilita una evaluación más objetiva del rendimiento en cada fase del desarrollo.
Relación con Fiorano…
El nuevo trazado se integra puerta con puerta con Fiorano, el circuito interno que la firma utiliza desde el año 1972. Allí han forjado modelos icónicos y se han marcado tiempos históricos: Michael Schumacher dejó un 0:55.999 con el F2004, mientras que, entre los coches de calle, el Ferrari SF90 XX paró el reloj en 1:17.309, superando al LaFerrari pilotado por Alonso (1:20.0). Fiorano mide en torno a 3 km, y e-Vortex no pretende sustituirlo, sino complementarlo con un programa de test más específico y segmentado.
Un ecosistema de pruebas con sello propio…
Muchos fabricantes confían en centros como Weissach, Balocco, Hethel, Idiada o Nardò para desarrollar sus coches. En Maranello, el tándem formado por Fiorano y e-Vortex refuerza un ecosistema propio donde conviven tradición y modernidad. El primero en forma de pista «global» para el coche en su conjunto. Por su parte el segundo, como herramienta técnica para afinar áreas concretas con precisión quirúrgica.
Con e-Vortex ya operativo, Ferrari suma un espacio versátil y confidencial que encaja con su filosofía de ingeniería: mucha simulación, sí, pero con la validación real como juez final. Dos curvas con peralte, una larga recta, múltiples asfaltos y un taller pegado a la pista forman una base sólida para que los próximos Ferrari —de combustión, híbridos o eléctricos— lleguen mejor afinados y con menos dependencia de la carretera abierta.
Fuente – Ferrari
Imágenes | Ferrari