Porsche Carrera GT Salzburg: el homenaje que revive el espĂ­ritu de Le Mans

  • Proyecto Factory Re-Commission y Sonderwunsch sobre un Porsche Carrera GT para recrear el icĂłnico diseño Salzburg del 917 ganador en Le Mans 1970.
  • RestauraciĂłn integral tĂ©cnica hasta estado "casi cero kilĂłmetros" con revisiĂłn total del motor V10 y chasis de carbono.
  • DecoraciĂłn exterior en Rojo Indio y blanco con dorsal 23 y amplios elementos en carbono negro mate para contrastar.
  • Interior completamente rediseñado con Alcantara roja, carbono mate y tejido FIA del 918 Spyder, reforzando el vĂ­nculo con la competiciĂłn.

La combinación entre historia del automovilismo y personalización extrema tiene un nuevo capítulo con un proyecto muy particular: un Porsche Carrera GT transformado en homenaje rodante al legendario 917 Salzburg que dio a la marca su primera victoria absoluta en Le Mans en 1970. Lejos de quedarse en un simple ejercicio estético, este trabajo ha supuesto una restauración completa que lleva al superdeportivo alemán a un estado prácticamente nuevo.

Fruto del exclusivo programa Sonderwunsch y de la iniciativa Factory Re-Commission, el coche de un coleccionista de origen puertorriqueño se ha convertido en una pieza única que conecta el pasado de Porsche en la resistencia con la tecnología y el cuidado artesanal actuales. El resultado es un Carrera GT con apariencia casi museística, pero plenamente funcional y preparado para seguir circulando.

Del 917 Salzburg de 1970 al Carrera GT reinterpretado

La ciudad de Salzburgo, en Austria, no solo es conocida por su casco histórico, su festival de música y sus Mozartkugeln, también está ligada a uno de los diseños más icónicos de la competición. En 1970, Hans Herrmann y Richard Attwood lograron allí un hito para Porsche: la primera victoria absoluta en las 24 Horas de Le Mans a los mandos de un 917 de cola corta en rojo y blanco con el dorsal 23, rápidamente bautizado por los aficionados como 917 Salzburg.

Aquel prototipo fue preparado por el concesionario Porsche Alpenstrasse, situado al sur de Salzburgo, que alistĂł dos unidades del 917 para la mĂ­tica carrera en la Sarthe. Ese coche, con sus colores distintivos y su dorsal 23, se convirtiĂł en un sĂ­mbolo del Campeonato Mundial de Autos Deportivos y marcĂł el inicio de la era dorada de la marca en las carreras de resistencia.

Más de medio siglo después, el legado visual de aquel 917 se traslada a un Porsche Carrera GT mediante un proyecto de personalización oficial que reinterpreta el histórico diseño Salzburg. No se trata de una réplica literal, sino de una adaptación a un superdeportivo de serie con proporciones, volúmenes y superficies radicalmente distintos, lo que ha obligado a un trabajo de diseño a medida.

Un encargo muy personal dentro de Sonderwunsch

El protagonista de este proyecto es Víctor Gómez, coleccionista y entusiasta de Porsche natural de Puerto Rico y vinculado profesionalmente al sector de la automoción como director general de una importante distribuidora. Propietario de un Carrera GT con dos décadas a sus espaldas, decidió acudir a la división Sonderwunsch para restaurar y personalizar su coche con un guiño directo al 917 Salzburg.

Dentro del programa Factory Re-Commission, integrado en Sonderwunsch, los técnicos de la marca asumieron el reto de devolver el Carrera GT a un estado cercano a «cero kilómetros» y, al mismo tiempo, crear una estética completamente nueva inspirada en Le Mans 1970. El vehículo, originalmente de color plateado y de modelo 2005, fue elegido como base para este proyecto al conjugar rareza, valor histórico y un claro ADN de competición.

Gómez viajó en varias ocasiones a las instalaciones de Porsche en Alemania para supervisar el avance de los trabajos y debatir las distintas decisiones de diseño. Según ha explicado el propio cliente, el equipo de Sonderwunsch demostró una atención meticulosa al detalle, tanto en la parte mecánica como en el acabado final del exterior y del interior, ajustando cada elemento a sus preferencias personales sin perder la coherencia con el espíritu del modelo.

RestauraciĂłn integral: como volver a estrenar un Carrera GT

Antes de pensar en colores, números o vinilos, el fabricante sometió al coche a una desmontaje completo pieza por pieza. Chasis monocasco de fibra de carbono, suspensión, frenos, electrónica y todos los componentes mecánicos pasaron por una revisión técnica exhaustiva, siguiendo los estándares de fábrica aplicados a los modelos nuevos.

El corazón del proyecto sigue siendo el motor V10 atmosférico de 5,7 litros, una mecánica derivada originalmente para la competición en Le Mans y adaptada posteriormente al Carrera GT de calle. Este propulsor, capaz de entregar 612 CV (450 kW) y asociado a un peso en vacío de alrededor de 1.380 kg, fue desarmado, inspeccionado y reacondicionado para garantizar que su rendimiento se mantenga tan contundente como cuando el modelo se comercializó en 2003.

Todo este proceso, característico del programa Factory Re-Commission, deja el coche en unas condiciones muy próximas a las de estreno, con documentación que acredita el trabajo realizado. De este modo, el propietario no solo obtiene un vehículo visualmente único, sino también un superdeportivo con comportamiento y fiabilidad propios de un ejemplar prácticamente nuevo.

El programa Factory Re-Commission y el papel de Sonderwunsch

Factory Re-Commission forma parte de la oferta de personalización de alto nivel de Porsche. A través de este programa, los propietarios pueden enviar sus coches -incluidos modelos clásicos- a la fábrica para someterlos a revisiones completas y, si lo desean, rediseñar por completo color, materiales y configuraciones tanto en el exterior como en el interior.

El departamento Sonderwunsch trabaja mano a mano con el cliente para estudiar la viabilidad de cada idea, desde la gama cromática hasta los materiales especiales o referencias históricas. Cada propuesta se somete a análisis técnico, de seguridad y de calidad, de modo que el resultado final cumpla con los estándares de la marca y quede totalmente homologado como un Porsche de fábrica, no como una modificación externa.

Una vez concluidos los trabajos, todas las modificaciones quedan registradas en el archivo oficial de la compañía. Esto garantiza la trazabilidad de los cambios y aporta un extra de transparencia y valor a largo plazo, algo especialmente relevante en coches de colección como el Carrera GT.

Del boceto a la carrocerĂ­a: adaptar el Salzburg al Carrera GT

Tras la fase mecánica, llegó el momento de dar forma al homenaje visual. El equipo liderado por el diseñador Grant Larson comenzó con bocetos y representaciones digitales para estudiar cómo encajar el icónico patrón rojo y blanco en las proporciones del Carrera GT, un coche muy distinto al 917 original en cuanto a aerodinámica, curvas y superficies.

Para comprobar el recorrido de las líneas, los especialistas cubrieron la carrocería con cinta adhesiva y marcaron sobre ella los trazos principales del diseño Salzburg. Solo cuando estuvieron convencidos de la armonía del conjunto, se crearon las plantillas específicas para la pintura final, buscando que el juego de colores remitiese al 917 pero respetando la personalidad del superdeportivo moderno.

El resultado es una pintura aplicada a mano en Rojo Indio y blanco, acompañada por el emblemático dorsal 23 en puertas y capós. Todo el conjunto queda protegido por una lámina transparente para soportar el uso real que el propietario hace del coche, tanto en Europa como en sus desplazamientos habituales por las carreteras de Puerto Rico.

Carbono negro mate como contrapunto contemporáneo

Para reforzar el contraste entre la decoración histórica y la tecnología actual, los diseñadores apostaron por un uso extensivo del carbono negro mate en elementos estructurales y aerodinámicos del exterior. Este material se ha aplicado en las secciones del techo, en los pilares A y B, en las carcasas de los retrovisores, en la toma de aire frontal y en el difusor trasero.

Las rejillas de la tapa del motor fueron anodizadas en negro mate, manteniendo la coherencia visual con el resto de detalles en carbono. Las llantas originales de cinco radios del Carrera GT también se pintaron en negro, manteniendo el diseño característico pero con una presencia más visualmente contundente, y lucen en el centro el escudo de Porsche en color.

El conjunto de estos elementos aporta una lectura moderna al lenguaje Salzburg: la base es un homenaje fiel a los colores de 1970, pero el juego de contrastes y materiales lo sitúa claramente en el presente, sin caer en la simple nostalgia ni en la réplica literal de un coche de carreras histórico.

Un interior rojo y negro inspirado en la competiciĂłn

El habitáculo del Carrera GT también ha sido completamente revisado para alinearse con el exterior. A petición del propietario, gran parte de las superficies se han tapizado en Alcantara Rojo Indio, un material de tacto similar al ante que se ha extendido al salpicadero, los paneles de las puertas, el volante y la consola central.

El mismo tono rojo se ha aplicado en áreas menos visibles pero igualmente cuidadas, como el maletero delantero y el juego de maletas a medida, configurando un conjunto interior homogéneo y llamativo. Esta elección de color refuerza la conexión con la decoración exterior sin resultar excesivamente recargada gracias al juego de contrastes con otros materiales.

Como contrapunto, el carbono negro mate vuelve a aparecer en el interior en elementos como las carcasas de los asientos, las salidas de aire del salpicadero y el marco del cuadro de instrumentos. Para los paneles centrales y laterales de los asientos, asĂ­ como para los reposacabezas, se ha recurrido a un tejido FIA de color negro procedente del 918 Spyder, un material ignĂ­fugo desarrollado especĂ­ficamente para el entorno de la competiciĂłn.

El Carrera GT, un superdeportivo con raĂ­ces en Le Mans

Este proyecto de personalización se apoya en la propia naturaleza del Porsche Carrera GT, lanzado al mercado en 2003. En su momento, se situó entre los coches de producción más rápidos del mundo, con una velocidad máxima en torno a los 330 km/h y una concepción técnica que bebía directamente de la experiencia de la marca en los circuitos.

El chasis de fibra de carbono y el motor central V10 atmosférico nacieron con claras referencias a la competición. Ese bloque de diez cilindros fue concebido inicialmente para un programa deportivo en Le Mans, antes de adaptarse a uso de calle. En el Carrera GT, su cilindrada de 5,7 litros y su potencia de 612 CV, combinadas con un peso muy contenido, le confieren unas prestaciones que siguen siendo relevantes incluso décadas después de su lanzamiento.

Que un modelo con relación directa con las 24 Horas de Le Mans reciba ahora un tratamiento estético inspirado en el 917 Salzburg cierra un círculo lógico en la historia de la marca. El coche mantiene su carácter purista -cambio manual, sonido de competición, comportamiento exigente-, pero envuelto ahora en un traje que rinde homenaje a uno de los capítulos más importantes del palmarés de Porsche.

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Imágenes | Porsche


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