Nuestro instinto de conquista nos delata. En cada tierra nueva que manchan las suelas de nuestros zapatos emerge en nosotros el deseo de dominar nuestro entorno. Ese afÔn nos ha llevado desde hace mÔs de 15 millones de evolución, a inventar, y por ende, a avanzar. Desgraciadamente, en otras edades, ese impulso de ocupación ha llevado al hombre al mÔs profundo retroceso.
Pero dejemos atrĆ”s este breve paseo por la historia humana y vayamos al grano. Si vuestro āhĆ”bitat naturalā se encuentra plagado de edificios, trĆ”fico incesante y una apabullante contaminación acĆŗstica, lo mĆ”s probable es que vivĆ”is en una ciudad. De ser asĆ, y aunque no lo sea, esta semana os presento a un buen aliado para defenderte en superficies tan espeluznantes: el Peugeot 208 Intuitive, un ciudadano ejemplar.
Adiós 207, Hola 208
Poco queda del que un dĆa se hizo llamar Peugeot 207. La marca francesa comenzó una nueva etapa con quiĆ©n osó ocupar el puesto del 407, el Peugeot 508. La serie resurgĆa de sus cenizas y lo hacĆa con una identidad rejuvenecida: lĆneas redondeadas, presencia destacada y modernidad como forma de vida.
Os debo ser sincero, la berlina no despertó en mĆ demasiado agrado. Es mĆ”s, me hizo temerme lo peor. Un presagio que con la llegada de nuestro protagonista, el Peugeot 208, pude confirmar. El león perdĆa su garra, su agresividad, esas pinceladas de deportividad que siempre habĆa tenido presente. Pero, ĀæquiĆ©n era yo para no darle una oportunidad al reciĆ©n llegado?
Y allĆ estĆ” Ć©l. Un blanco inmaculado colorea la compacta carrocerĆa del utilitario. Definitivamente, el Peugeot 208 es otro, y asĆ lo demuestran los nĆŗmeros. Sus medidas son claramente mĆ”s reducidas que las de su antecesor: 3.962 mm. de largo, 1739 mm. de ancho y 1460 mm de alto. Un ājugueteā llegado de ParĆs que en las distancias cortas gana.
Donde dije digoā¦
Cerca de Ć©l podemos comprobar que, como ya decĆa, la estĆ©tica huye de las aristas y se centra en un diseƱo mĆ”s cosmopolita. El fluir de estas suaves curvas estĆ” mĆ”s presenta en la minĆŗscula parte frontal donde los pilotos abandonan la formas mĆ”s rectas buscando grosor y originalidad. Las luces diurnas, con tecnologĆa LED, adornan este espacio y nos conducen hasta la calandra que, progresivamente, va perdiendo anchura hasta concluir un parachoques rematado con un guiƱo a la deportividad. Un gesto que tampoco veremos exaltado en la versión mĆ”s radical, el 208 GTi, del que te contamos todo aquĆ.
Estamos ante el acabado Intuitive, y por si las dudas afloran, en el lateral podemos leer su apellido. Una zona sin demasiado nervio definida por los cristales traseros tintados que terminan en una falsa superficie acristalada en forma de media luna. Figura esbelta, cuidada y poco vista que no me regala lo que busco hasta que llego a la zaga. Los pilotos, con una apariencia rompedora, quizĆ”s no convenzan a la mayorĆa, pero a mĆ me parecen extraordinarios. Los emblemas brillantes de Peugeot, unidos al ensanche que sufre la cubierta, Ā terminan por encandilarme. Un conjunto que gana piropos por las preciosas llantas de 16 pulgadas que monta y que bien merecerĆan un artĆculo propio.
Ver para creer
Tras deambular por su exterior, el interior de este Peugeot 208 me espera. Al abrir la puerta recuerdo varias crĆticas que atentaban principalmente contra su volante. ĀæSerĆ”n realmente ciertas? Lo primero que hago es dejarme embaucar por la frescura que irradia todo este entorno. Sin duda, me encuentro ante uno de los mejores cocktip del segmento B. Moderno y fresco, asĆ es el urbanita europeo. Esta nueva moda de colocar en la consola central una especie de āTabletā no es que me apasione, pero es original y por tanto, se lleva mi punto positivo.
La susodicha pantalla es tÔctil, de siete pulgadas y de fÔcil manejo. La botonera es escasa, y el espacio ergonómico. De nuevo, la innovación llama a la puerta del Peugeot 208 con una instrumentación alejada y de lo mÔs futurista si decidimos iluminar el contorno con un azul intenso. Cuidado en trayectos largos con poca visibilidad, puede acabar siendo molesto para la vista.
Llega el momento de posar las manos sobre este peculiar aro⦠”es diminuto! Sus formas son Ćŗnicas y unido al puesto de conducción elevado, te predispone para la conquista de la ciudad. SerĆ” mi altura, o serĆ” mi posición, pero mis ojos pueden ver sin problemas todos los datos del cuadro de mandos. Un miedo que se disipó tan rĆ”pido como lo hace la botella de Cocacola que abriste y cerraste con todas tus fuerzas pensando que asĆ no lo harĆa.
Justo pero suficiente
Comodidad y calidad en la primera fila, Āæy en la segunda? En un coche de esta clase, es infantil pedirle peras al olmo. No destaca por la amplitud, pero aprueba con nota. Mis rodillas no pegan con la butaca delantera y mi cabeza aĆŗn estĆ” bien lejos del techo. PodĆ©is sonreĆr pero no cantar victoria. El maletero, pese a ser mĆ”s holgado que el de su predecesor, tener un acceso sencillo y bajo escalón, cubica 285 litros. Un volumen limitado frente a la competencia.
El Peugeot 208 desfila por la pasarela. Puede gustar o no, pero lo cierto es que rompe lo establecido. AdemĆ”s, es un fuerte candidato a los premios CAI (Coche del AƱo en Internet). ĀæTodavĆa no has votado? Entra aquĆ y elige a tus ganadores, podrĆ”s ganar un Ā”Ipad Mini! MaƱana arrancamos el motor y nos dejamos llevar por Ć©l, ĀæestarĆ” demasiado domesticado? ĀæO sacarĆ” su genio?
MĆ”s información ā Prueba Peugeot 208 GTi 1.6 THP 200 CV, diseƱo, equipamiento y precio