La vida en las profundidades marinas no debe ser un pacífico recreo. Numerosos peligros llegados desde todos los rincones hacen que el tiempo allí valga su peso en oro. El segmento B podría comprender un símil, salvando las distancias, de esa contingencia oceánica. Demasiada competencia, demasiada hostilidad en un mercado en el que ofrecer algo extraordinario y a un precio igual de sorprendente, es la única opción de sobrevivir.
Peugeot es veterana en esta pugna. Sabe encajar los golpes y colocar un producto competitivo. Pero el Peugeot 208, como vengo diciendo, ha cambiado. Ahora, pone sus límites más altos, y eso siempre se paga… ¿Pedirá más el león por tenerlo en casa? ¿Sigue siendo un rival intocable? Después de conocerlo por fuera y por dentro, intimar con su motor y su capacidades dinámicas, hagamos lo propio y pongamos el broche final a toda esta historia que se remonta al año 1929 con el primer Peugeot 201… ¡Comencemos!
Personalízate o muere
El utilitario huye de la sobriedad, debe inspirar descaro, atrevimiento. El cliente, mayoritariamente joven, busca un medio de transporte accesible, versátil, funcional y atractivo. Este sector del mundo del automóvil es el más personal, con infinidad de posibilidades de personalización. ¿Da la talla en este apartado el Peugeot 208? Conozcamos los niveles de equipamiento y salgamos de dudas:
– Access desde 11.460 €
– Active desde 12.160 €
– Allure desde 14.100 €
La alternativa de acceso a la gama 208, Access, destaca por ofrecer lo necesario a un precio correcto. Sorprende que incluya el limitador/regulador de velocidad desde el primer escalón, aunque no nos premia con mucho más. Es trascendental apuntar que, si no ves suficiente el propulsor de inicio –Gasolina 1.0 VTi de 68 CV-, deberás desembolsar mínimo 800 € para acceder al siguiente. Un salto común que encontrarás a un precio similar en prácticamente todas las marcas.
Recomendable es, hacer un esfuerzo y levantar la pierna para subir un peldaño más en esta escalera de equipamiento. Si sacas fuerzas, que en los tiempos que corren es tan complicado de hacer, encontrarás la siguiente parada, Active. Añadiendo a la hucha 500 euros abres la puerta a más opciones y a un equipamiento principal más completo. El sistema de entretenimiento con pantalla táctil de siete pulgadas hace su aparición además del aire acondicionado y los retrovisores eléctricos y térmicos con sensor de temperatura.
Por último, la joya de la corona es el acabado Allure. Con él, podemos clavar nuestra bandera ya que estamos en el pico de esta peculiar montaña. Ahora sí el bolsillo escuece y engordaremos la factura mínimo casi 2.000 euros. Eso sí, esta opción está a la altura de las expectativas puesto que de serie monta faros antiniebla y diurnos con tecnología LED, climatizador automático bi-zona, y unas bonitas llantas de 16 pulgadas.
Es de recibo apuntar, que uno de los Packs más recomendables que el león pone a disposición del cliente, es el “Pack Visibilidad”. Este se compone del encendido de luces y limpiaparabrisas automático, y del retrovisor interior electrocromo. Podrás sumarlo a la lista por 180 euros si nos decantamos por el apellido Active, o sin coste alguno con el Allure.
Buena dotación
Una buena fachada, no es nada sin un buen interior. Para hacer andar a este Peugeot 208, aquí tienes la gama de motores:
Diésel
– 1.4 HDI 68 CV
– 1.6 e-HDI 92 CV
– 1.6 e-HDI 115 CV
Gasolina
– 1.0 VTi 68 CV
– 1.2 VTI 82 CV
Es de agradecer, que la columna diésel incluya tres alternativas. La más potente, con consumos equivalentes a la variante con quien comparte el bloque 1.6 e-HDI, solo podrá ser escogida con el último nivel de equipamiento – Allure-. También, debemos señalar que los mencionados anteriormente son los elegidos para beneficiarse de las bondades que trae consigo la vocal “e”.
Particularmente, y dejando a un lado los libros, el protagonista de este “microcuento” montaba las armas del acabado Allure y llevaba como corazón el 1.6 e-HDI de 92 CV. Sumado a este cóctel, una edición especial coloreaba la ya de por sí original estampa del Peugeot 208. Era la llamada Intuitive y afianzaba ese gen de “ciudadano ejemplar” con los faros antinieblas “cornering light”, unas llamativas llantas de 16 pulgadas, una combinación específica de colores y, por primera vez en su categoría, el sistema Park Assist con un funcionamiento sencillo, bien dirigido y la posibilidad de desaparcar. Todo por 16.450 euros.
Rebelde con causa
Pero no todo iba a ser llegar y besar el santo, este mercado exige dejarse la piel. Frente a él, superventas tan temidos como el agresivo Renault Clio, el incansable Volkswagen Polo, el veterano Ford Fiesta o el distinguido Audi A1. Todos, exceptuando este último caballero, rozan los 18.000 euros y ofrecen más cucharas de deportividad, pero menos de modernidad.
El Peugeot 208 da un paso de gigante en cuanto tecnología, pero da otro hacia atrás, aunque sea de enano, en dinamismo. La estética puede no gustar de primeras, pero termina enganchándote como lo hacen las series de televisión. El manejo, con la dirección asistida electrónicamente, se gobierna con más facilidad que con la que te quedas dormido viendo los documentales del canal 2. Y el motor escogido, es la opción más acertada si deseas escaparte más de una vez de la angosta ciudad. Una referencia en el segmento a tener muy en cuenta.
Más información – Prueba Peugeot 208 1.6 e-HDI 92 CV Intuitive, diseño exterior e interior, Prueba Peugeot 208 1.6 e-HDI 92 CV Intuitive, motor, conducción y consumos
