Como ya dije ayer, mi intención inicial era poder probar el Insight y el Prius y poderlos comparar. Y que mejor lugar que un salón del automóvil, en el que todos quieren darse a conocer, promocionarse, enseñar las novedades y vender. ¿O quizás no es as� Puede que sólo interese mantener las formas con un sector concreto de los asistentes, en el que parece que no se me incluye.
Durante bastante más de media hora estuvimos rondando el stand de Honda, solicitando la atención de hasta cuatro comerciales diferentes, tres de esas cuatro veces se nos pidió esperar un momento mientras alguien quedaba libre para poder atendernos. En ningún momento se acordaron de nosotros, iban y venÃan hablando entre ellos, atendiendo a posibles clientes que se acercaron mucho después de nosotros. La decisión fue clara: «Me voy al stand de Toyota».
Dicho y hecho, fue llegar a la zona de información, solicitar información y pruebas, nos tomaron los datos y en 20 minutos estábamos ya probando el iQ y después vendrÃa el Prius. No pusieron ninguna pega y, desde un primer momento, dejé claro que mi intención no era comprar, sino probar los coches para poder escribir sobre ello.
Luego hablaré sobre las sensaciones a bordo del Prius, pero quiero dejar claro que la atención que me dieron en el stand de Honda me parece lamentable. No lo haré extensible a toda la red de distribución, pero esas personas concretas nos prejuzgaron por nuestra edad y apariencia. Considerando que su oferta pasa por coches que están enfocados a un público en el que me incluyo (Civic, Jazz) y que su slogan es «el hÃbrido para todos», quizás deberÃan replantearse el reciclaje de algunos de sus vendedores. Dejar esperando a los que solicitan información para disfrutar de un catering o hablar con las modelos presentes, me parece de una profesionalidad muy dudosa. Y por si alguien se lo pregunta, me he dedicado a la venta durante seis años de los últimos siete, asà que sé lo que me digo.