Puede que cuando algunas personas busquen un modelo deportivo no piensen en un turbodiésel. Sin embargo, apostamos a que el que traemos hoy hará replantearse esta cuestión a más de uno. Sobre todo después de ponerlo en las manos de ABT, porque este Audi S5 TDI Sportback no solo está potenciado hasta los 379 CV. También puede llenarse de modificaciones para convertirlo en un auténtico deportivo tanto en rectas como en curvas.
De eso ya se preocupó ya en su momento Audi, cuando la última generación del S5 llegó a la mediana edad y lanzó un restyling con un motor 3.0 V6 diésel de doble turbo con 347 CV a unas tempranas 3.850 rpm y nada menos que 700 Nm de par entre las 2.500 y 3.100 rpm. Este coche ya tenía avances como el compresor eléctrico que le permitía acelerar más rápido y un sistema microhíbrido para mejor su eficiencia.
El S5 de fábrica
Con estos argumentos, el S5 Sportback de fábrica ya consigue un rendimiento digno de la letra S. Porque acelera de 0 a 100 km/h en solo 4,9 segundos y alcanza una velocidad máxima limitada electrónicamente de 250 km/h. Unas especificaciones que le permiten a este modelo ir con la cabeza bien alta aun sin preparar.
La preparación de ABT
Una vez que sale del taller de ABT, el Audi S5 Sportback cuenta con el paquete de rendimiento ABT Power, que utiliza el control de motor ABT (AEC) para aumentar la potencia de salida de este TDI hasta los 379 CV y el par máximo hasta los 760 Nm. Una mejora en sus especificaciones que debería mejorar el rendimiento, aunque ABT Sportsline no las haya compartido por el momento.
Además de esto, el preparador alemán ofrece una actualización de la suspensión, que consiste en resortes de suspensión ajustable en altura ABT de entre 1,5 a 4 cm, barras estabilizadoras más gruesas y llantas de aleación ligera de 20 pulgadas con un acabado negro brillante.