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Como sería de esperar, si alguien está buscando un coche se segunda mano y se encuentra entre dos candidatos aparentemente iguales pero con uno con el doble de kilómetros que el otro, lo lógico es que muestre más interés por el que está menos usado, ¿no?
Aparatos para bajar el kilometraje
Tiempo atrás, cuando los odómetros eran analógicos se podían hacer con un simple taladro. Ahora, con los cuentakilómetros digitales, se precisa de un programa informático , pero al final, el resultado es el mismo: bajar los kilómetros para engañar al cliente.
Cómo se detecta
Otra vez hay que hacer un símil entre lo que pasaba antiguamente (los 80 ó los 90) y lo que sucede en la actualidad.
Con los cuentakilómetros analógicos trucados con un taladro, detectar este engaño era prácticamente imposible: se podían tener certezas pero muy rara vez la seguridad . Hoy en día, gracias a la información compartida entre el vehículo y las máquinas de diagnosis, en cualquier concesionario oficial pueden detectarlo y os aseguro, por experiencia, que es sumamente incómodo tener que decirle a un cliente que su coche tiene más kilómetros de los que indica el cuadro, sobre todo cuando son bastantes más…
Lógicamente un buen «profesional» puede trucar cuentakilómetros en un abrir y cerrar de ojos y que esta operación pase totalmente inadvertida ante cualquier máquina de diagnosis. En este caso, sólo queda esperar que en alguna visita a un taller oficial salten las alarmas con el archivo administrativo que muchas marcas llevan de sus vehículos. Por ejemplo, si en un taller oficial se abre una orden de trabajo a un coche que tiene 75.000 kilómetros y al hacer el volcado de datos del servidor de la marca nos aparece una operación realizada, por decir algo, cuando el coche tenía 150.000 kilómetros ya no estamos antes un indicio, estamos ante una realidad.
¿Cómo saber si han manipulado los kilómetros del coche?
Está más que demostrado que bajar los kilómetros al coche para venderlo en el mercado de segunda mano es una maniobra frecuente entre los que se llaman “profesionales”. No hay más que meterse en foros para descubrir gente a la que le pasó o simplemente estar atentos a las noticias.
Antes de la compra de un coche usado, cuando lo estamos viendo en un centro de ocasión o aunque nos dejen probarlo, es prácticamente imposible determinar si los kilómetros que marca el cuadro son reales o por contrario alguien se ha esforzado en bajar los kilómetros para hacer más atractivo al vehículo. En cualquier caso hay una serie de indicios …
El coche
Si el vehículo tiene muy pocos kilómetros de acuerdo con los que serían “lógicos” y el vendedor no nos da una razón convincente o una garantía de que esos kilómetros son reales, hay que desconfiar.
Por ejemplo, en mi portal electrónico de referencia acabo de encontrar un Chevrolet Matiz del año 2010 con sólo 800km que venden por 6.500 euros, algo más caro de lo que cuesta hoy en día un Fiat Panda , que todo hay que decirlo. Pues este vendedor ofrece una garantía de kilometraje y de ausencia de daño estructural. Aparte, la valoración en Google de este concesionario es de 4’8 sobre 5. Sin que la valoraciones de Google deban ser tomadas como una verdad absoluta, podemos pensar que estamos ante unos buenos profesionales del mercado de vehículos usados.
Sigo buscando en el mismo portal y me encuentro un F ord Fiesta del año 1991 y menos de 20.000 kilómetros que un vendedor profesional vende por 3.000€. Puede parecer un chollo pero echando un ojo a las fotos podemos ver el lamentable estado de la tapicería del asiento del conductor , así que yo ya dudaría, aunque eso no quiere decir que el coche no tenga realmente esos kilómetros. Simplemente hablo de duda y no de certeza.
Con esto os quiero decir que tan importante es tener un poco de sentido común por nuestra parte como el elegir sólo a vendedores profesionales que garanticen lo que venden. Por ejemplo, ¿os compraríais un furgón isotérmico matriculado en el año 2010 y con sólo 18.000 kilómetros? ¿Algún profesional se compra un vehículo de tres toneladas y media para para recorrer dos mil kilómetros al año?
Este mismo sentido común debe hacernos dudar de vehículos que con un alto kilometraje muestra unos elementos de mando muy nuevos . Si estamos ante un coche con un kilometraje próximo a los 100.000 kilómetros y vemos que el volante, el pomo del cambio, los pedales o el tapizado de los asientos están muy nuevos debemos pensar que algo extraño está sucediendo, porque con ese kilometraje deberían estar desgastados, es cierto, pero no como para pensar en la sustitución.
El libro de mantenimiento
Hay un documento muy importante que todos debemos exigir a la hora de comprar un coche usado y que es el libro de mantenimiento correctamente sellado . Y ojo, que cómo sabe más el diablo por viejo que por malo, desconfiad de libros de mantenimiento en los que haya sellos con la misma intensidad de tinta o en el que dé la sensación de que se haya usado el mismo bolígrafo para rellenarlo.
Muchas marcas han creado redes de distribución de vehículos usados que dan al cliente un libro de mantenimiento nuevo, con la imagen de marca y totalmente vacío donde sellar las revisiones que se vayan haciendo. Este libro no sustituye en ningún caso al libro de mantenimiento original del vehículo y es más una política de imagen que cualquier otra cosa.
Últimamente hay coches que no tienen libro de mantenimiento , como sucede por ejemplo en los b. En este caso, hay que buscar en el menú del sistema multimedia el histórico del servicio del coche para ver que se han hecho correctamente las revisiones y esto, a menos que el cliente haya tenido ya un coche similar, no es algo que se pueda encontrar de forma intuitiva pero sí que se puede pedir al vendedor que lo enseñe.
En ocasiones, la falta de sellado del libro de garantía puede deberse a que el cliente, por la razón que sea, sólo acudiera al servicio oficial cuando el coche estaba en garantía . En este caso hay que hacer un pequeño ejercicio mental y de imaginación. Por ejemplo, estamos ante un coche que sólo tiene selladas las revisiones del primer año y la del segundo con 10.000 y 20.000 kilómetros respectivamente. Ahora el coche tiene cuatro años y 25.000 kilómetros. ¿Qué ha pasado? ¿De repente se le ha olvidado al dueño que tenía un coche?
Pongo el ejemplo en este caso con cuatro años porque como todos vosotros sabéis, desde hace unos años se registra el kilometraje que tienen los vehículos cuando pasan las inspecciones técnicas, la ITV , por lo que se hace más difícil quitar kilómetros a un vehículo. En el lado negativo de la balanza está el hecho de que esta medida no se toma en toda Europa, por lo que habrá que tener especial cuidado en vehículos importados.
Para “expertos”
Cuando se busca información por internet sobre los puntos a tener en cuenta para evitar que nos vendan un coche al que se le han bajado los kilómetros hay quien recomienda revisar elementos mecánicos como la amortiguación, las partes móviles de la dirección, el escape… en definitiva unas serie de piezas del vehículo que, si bien es cierto que presentan desgaste con el uso, presentan un problemas básico, y es que aunque su desgaste es proporcional al uso, eso sí es cierto, no lo es en una proporción mesurable y dependerá en mayor medida de la calidad que de la cantidad de uso. Por ejemplo, los fuelles de la dirección estarán más desgastados en un pequeño todo terreno que circula por el campo que en una gran berlina que haya circulado siempre por autopistas aunque tenga el doble de kilómetros.
Un poco de sentido común
Lo que sí puede hacernos pensar que un vehículo de nuestro interés puede tener el cuentakilómetros trucado es si vemos un número excesivo de piezas muy nuevas en relación a lo que se podría considerar habitual. No debemos alarmarnos si estamos interesados en un vehículo con 50.000 kilómetros con un manguito de refrigeración nuevo, porque al fin y al cabo pudo deberse a una avería pasada y no tiene por qué repetirse, pero si lo que nos encontramos es un coche, por ejemplo, con cinco años, 50.000 kilómetros, la culata reparada, los manguitos de admisión rígidos, las gomas de las puertas blanquecinas y el asiento del conductor desgastado entonces sí que debemos alarmarnos.
Con esto quiero pedir que por favor no cunda el pánico porque todos los coches han tenido a lo largo de su vida alguna intervención y no por eso van a ser vehículos de mala calidad o que se vayan a romper poco a poco. Lo único que quiero es pedir un poco de sentido común a la hora de comprar un coche segunda mano.
Vuelvo a mi buscador de referencia en internet de vehículos usados para encontrar un modelo que me sirva de ejemplo y encuentro un Volkswagen Golf 2.0 TDI del año 2004 y con 400.000 kilómetros a un precio de 5.500 euros, así que vamos a ir por partes.
Para empezar el precio es un atraco en toda regla. Más o menos quiero pensar que el propietario pretende recuperar el 25% del precio del coche nuevo, pero con 13 años y 400.000 kilómetros quizás debería pensar un poco en modificar su oferta. En cualquier caso, si este coche encuentra un posible comprador, ¿qué debe mirar? Pues realmente no lo sé, porque en este caso, siendo un poco crueles y aunque estemos ante un coche de reconocida fiabilidad, es lógico pensar y aceptar que tendrá numerosas piezas del motor ya sustituidas , sobre todo lo que se refiere a manguitos y/o juntas. Además, con más de 400.000 kilómetros, no creo que tenga el odómetro afeitado.
Qué hacer si nos venden un coche con el cuentakilómetros trucado
Pues realmente poca cosa . Aunque sea un delito tipificado, salvo que estemos ante un “profesional” que lo haga de forma repetitiva y que se pueda demostrar con pruebas claras y objetivas, sólo nos queda el derecho al pataleo.
Lo primero que debemos hacer es informarnos y asesorarnos en una oficina de atención al consumidor y dejar a la policía o a la Guardia Civil tranquilos de momento. Esto que puede parecer un chiste, es muy importante de cara respectar el orden establecido para la judicialización de un proceso. Ya sabemos que en España, un “defecto de forma” puede mandar al garete una reclamación judicial por muy bien documentada que esté, lo que conlleva perder el juicio, el tiempo, la paciencia y el dinero, porque además tendremos que pagar las costas.
Precio de mercado
En la oficina de atención al consumidor de nuestro ayuntamiento se nos pedirá alguna prueba objetiva en la que basar la reclamación y nos preguntarán por el precio que hemos pagado por el coche. Esto que parece otra tontería puede ser el inicio o el fin del proceso. La importancia del precio pagado del vehículo es vital para determinar la viabilidad o no del proceso. Si hemos pagado el coche lo que podría denominarse “precio de mercado” podemos tener alguna posibilidad de seguir adelante. Si por el contrario, el precio pagado por el coche es sustancialmente bajo en relación al precio del mercado no tendremos ninguna esperanza, así que atención a los “chollos”.
Y no nos engañemos ni dejemos que nos engañen, que para calcular el precio de mercado no hace falta ser un experto . En la oficina de atención al consumidor mirarán en internet un número determinado de coches con una edad, kilometraje y estado similares al que hemos comprado y calcularán una media ponderada, algo que por cierto, puede hacer cualquiera que esté interesado en la compra de un coche usado.
La mediación o proceso arbitral
Si en la oficina de atención al consumidor consideran que tenemos razón, el siguiente paso será esperar a que el vendedor acepte una mediación o proceso arbitral, que realmente sólo sirve para pactar una solución consensuada sin tener que llegar a los tribunales .
Si de este proceso arbitral no obtenemos nada, bien porque la otra parte no se presente o porque la solución que nos proponen sea insuficiente para resarcir el daño causado, no quedará otra solución que acudir a los tribunales y tener mucha, mucha, mucha fe en la justicia española.
Consejos para buscar un buen coche usado
Salvo que realmente conozcamos la vida que ha llevado un coche, yo desaconsejo totalmente la compra venta entre particulares . Sí le podemos comprar, y con reservas, el coche a un amigo o a un familiar sí estamos seguros de que su coche ha vivido siempre a cuerpo de rey, pero si la cosa no es así, mejor evitarlo.
La mejor opción es siempre mirar primero en internet el tipo de coche que buscamos para localizar unos cuantos que permitan la visita física . Debemos preferir siempre aquellos que vendan grandes empresas de especialistas del vehículos usado, que nos certifiquen los kilómetros y el estado y que nos den garantía de al menos doces meses.
Respecto a esto último me llama la atención que hay muchos anuncios en los que se pone que la garantía tiene un coste extra. Partiendo de que la Ley de Garantías en la Venta de Bienes de Consumo determina que tienen la obligación de ofrecernos una garantía de 12 meses, a nivel personal puedo decir que yo evitaría aquellos “profesionales” que me exigen un desembolso adicional por la garantía.
Por último, y esto es válido para la compra de un coche usado, un coche nuevo, o incluso una lavadora, es usar el sentido común. Debemos ser críticos , que no pesados, a la hora de hacer un desembolso importante de dinero y pensar muy bien el coche que necesitamos y el uso que le vamos a dar. Por ejemplo, yo no recomendaría un coche con 200.000 kilómetros a alguien que lo vaya a usar a diario. Puede que no tenga ni una avería en toda su vida, pero por un simple cálculo estadístico es probable que sí.
Otro ejemplo que ha adquirido mucha importancia últimamente: ¿sería lógico que alguien que vive en la ciudad de Madrid o de Barcelona se comprase un coche sin pegatina ecológica sabiendo que en 18 meses no lo podrá usar?
Con todo esto os quiero decir que una vez que hayáis comprado un vehículo de segunda mano es relativamente fácil determinar si los kilómetros son reales si tenéis a algún amigo que sea un buen mecánico , pero hacerlo antes de tenerlo en propiedad es muy difícil, porque además el comercial que lo vende se encargará de ocultar las evidencias.