Seguramente, antes o después os toque cambiar el líquido refrigerador del automóvil, técnicamente debería hacerse entre los 2 y los 4 años, pero seguramente muchos no lo haréis hasta que notéis que el coche se calienta mucho más de lo normal (cosa que no deberíamos dejar que ocurra).
Vaguezas y despistes aparte, el anticongelante es el ingrediente más importante del sistema de refrigeración de cualquier motor de refrigeración líquida.
Está formado por Agua destilada, para evitar corrosión, monoetilenglicol, aditivos anticorrosivos y anticavitación, colorantes y antiespumantes.
Existen anticongelantes de muchas clases y calidades, desde los más básicos que aguantan hasta -4ºC, hasta los de mayor calidad que pueden aguantar hasta los -35ºC.
La calidad de un anticongelante se puede intuir introduciendo el dedo en el líquido y frotándolo, cuanto más aceitoso sea el tacto del anticongelante, mejor será su calidad.
Por motivos obvios es muy importante tener en cuenta el clima en el que se va a mover el vehículo a la hora de elegir un anticongelante, y también hay que tener en cuenta que nunca se debe utilizar sólo agua en el sistema de refrigeración, ya que podría dar lugar a corrosiones.