Cada vez que el petroleo escasea (o bien los combustibles derivados de él) hay que empezar a pensar: ¿Qué se puede hacer para que los vehÃculos sigan funcionando? Actualmente recurrimos a la electricidad, la hibridación para reducir la dependencia o la menos popular y en declive pila de hidrógeno. Pero… ¿A que recurrieron hace años?
En las épocas de guerra y posguerra la escasa gasolina que habÃa era destinada casi de forma exclusiva a vehÃculos militares, mientras que el resto de los mortales tenÃan que pensar en algo que pudiese hacer funcionar los vehÃculos de gasolina. Asà surgieron los vehÃculos propulsados por gasógeno.
He pensado que podrÃa resultar interesante hablar sobre este modo de propulsión de vehÃculos en una serie de artÃculos, para luego ir avanzando en el tiempo y ver otros sistemas como los hÃbridos, eléctricos, GLP, GNC o la pila de hidrógeno.
Asà que antes de pasar a ver lo que es el gasógeno con mayor detalle, resumiré en unas lÃneas generales su funcionamiento, que consiste en quemar leña o carbón en una caldera, produciendo gases que accionan el motor de explosión igual que lo harÃa la gasolina, a costa de una considerable pérdida de potencia y unas cuantas desventajas que conoceremos más adelante.
Un sistema de gasógeno se compone de los siguientes elementos:
-La caldera, para quemar el sustituto de la gasolina (leña o carbón)
-Un pre-depurador donde se depositarán parte de los residuos generados al quemar el combustible sólido
-Un refrigerador para condensar el vapor de agua y aumentar la densidad del gas
-Un depurador para eliminar productos condensables y el polvo restante
-Un ventilador para la puesta en marcha
-Un mezclador para hacer la mezcla aire-gas oportuna
Continuará…
FotografÃas: Camionesclasicos.com