La salida de la cadena de montaje de la última unidad del Ford Focus en Europa ha marcado el fin de una etapa para la marca del óvalo en el segmento de los compactos. Tras casi tres décadas de historia y producción repartida entre plantas como Saarlouis y Almussafes, el veterano modelo deja un hueco importante en la gama que Ford no piensa dejar vacío demasiado tiempo.
En los planes internos del fabricante ya está en marcha su relevo comercial. Un nuevo SUV híbrido enchufable (PHEV) de corte compacto, desarrollado específicamente para el mercado europeo y con sello español. Este modelo no será un compacto tradicional, sino un todo camino que seguirá la estela de la estrategia actual de la empresa. Si recordáis, ahora está centrada en los SUV´s, vehículos comerciales y unos pocos modelos «icónicos» como el Mustang.
Un nuevo SUV para ocupar el lugar del Ford Focus en el segmento C…
La desaparición del Focus llega en un momento en el que Ford depende en gran medida del Puma y del Kuga para mantener su volumen de ventas en Europa. Los eléctricos Explorer, Capri y Mustang Mach-E, todos ellos de batería, registran cifras más discretas de lo esperado, lo que ha llevado a la compañía a reforzar la apuesta por mecánicas híbridas e híbridas enchufables, mucho más demandadas hoy por hoy en el Viejo Continente.
En este contexto, el sustituto del Focus será, en la práctica, un SUV compacto de volumen que asumirá su rol en el segmento C. No replicará la carrocería de cinco puertas del modelo saliente, pero sí ocupará un posicionamiento similar en precio y tamaño, apuntando al corazón del mercado europeo donde mandan los SUV familiares.
La marca ha demostrado ya con el Puma, que ha recogido el testigo del Fiesta, que no pretende reemplazar sus compactos y utilitarios con copias directas, sino reconvertir esos espacios comerciales en propuestas SUV con mayor tirón de ventas y márgenes más interesantes.
Fabricación en Almussafes: impulso a la industria española…
Una de las claves de este proyecto es su producción. Diversas fuentes internas, adelantadas por medios como Automotive News Europe y Autocar, señalan que el nuevo modelo se ensamblará en la planta valenciana de Almussafes, instalación que ya monta el Kuga y que ha visto cómo se despedían modelos históricos como Mondeo, S-Max y Galaxy. El movimiento supone un balón de oxígeno para la factoría española, especialmente tras el cierre programado de Saarlouis.
En esta planta era donde hasta hace nada se producía el Focus, y en un escenario en el que Ford está reestructurando su huella industrial en Europa con recortes y reorientación hacia productos de mayor rentabilidad. El nuevo SUV se ensamblará junto al Kuga, compartiendo medios productivos y aprovechando las sinergias de la plataforma C2, algo clave para contener costes y mantener un precio de entrada competitivo en un segmento muy disputado.
Arquitectura compartida con el Kuga y tecnología híbrida enchufable…
El futuro modelo se desarrollará sobre la ya conocida plataforma C2, la misma base técnica del Ford Kuga y también del Escape estadounidense. Esta arquitectura modular permite versiones de tracción delantera y total, además de diferentes combinaciones mecánicas electrificadas. Entre ellas destaca la opción híbrida enchufable (PHEV), llamada a ser uno de los pilares del nuevo SUV.
Todo apunta a que heredará la configuración ya vista en el Kuga PHEV, adaptada a su propia puesta a punto y posiblemente complementada por una variante híbrida convencional (HEV) para quienes no necesiten enchufe. Al menos por ahora, las informaciones disponibles coinciden en que no habrá versión 100% eléctrica de este modelo. Ford reservará ese papel para los Explorer y Capri eléctricos, además del Puma Gen-E y del Mustang Mach-E, con los que ya cubre el frente BEV dentro de su gama europea.
Estética inspirada en el Bronco: más robusto que un Kuga…
Aunque compartirá base técnica con el Kuga, el nuevo SUV se desmarcará por completo en lo visual. Las filtraciones indican que su diseño beberá directamente del Bronco, el conocido 4×4 americano, con una carrocería de líneas rectas, formas cuadradas y un aspecto más «campero». Ese enfoque se traducirá en un frontal más vertical, pasos de rueda marcados y proporciones robustas, con una imagen cercana a la de un todoterreno incluso aunque técnicamente esté más cerca de un SUV.
Es el mismo tipo de receta que Ford ya ha empleado al trasladar la estética del Explorer estadounidense a su versión eléctrica europea. Este planteamiento no está exento de cierta polémica, ya que el uso de nombres y diseños con fuerte herencia off road en modelos más urbanos divide opiniones entre los aficionados más puristas. Sin embargo, para el cliente medio europeo, ese aire aventurero suele ser un atractivo extra más que un problema.
Nombre en clave y posible vínculo con la familia Bronco…
Por ahora, Ford Motor no ha confirmado el nombre comercial definitivo. Entre las posibilidades, varias fuentes apuntan a una integración dentro de la familia Bronco, en la línea de lo que en Estados Unidos se conoce como Bronco Sport, la variante más práctica y accesible del famoso todoterreno. En cualquier caso, el modelo europeo será más pequeño y con un planteamiento distinto al Bronco americano y al propio Bronco Sport.
Estaremos ante un SUV compacto pensado para carretera y pistas fáciles, no ante un 4×4 puro con chasis específico ni soluciones extremas de todoterreno. La estrategia recuerda a la aplicada con el Explorer en Europa, que convive un nombre común con productos muy diferentes: por un lado, el Explorer PHEV convencional y, por otro, el Explorer EV basado en la plataforma eléctrica desarrollada junto a Volkswagen.
Llegada prevista en el año 2027 y primeras pistas de calendario…
Las informaciones coinciden en situar la llegada de este nuevo SUV en torno al año 2027, cuando está previsto que se lance comercialmente en Europa. Antes de eso, es probable que la marca muestre algún adelanto o prototipo, previsiblemente a partir del segundo semestre de 2026, para ir calentando el ambiente. Este proyecto será, además, el primer gran modelo europeo supervisado de principio a fin por Jim Baumbick, recientemente nombrado máximo responsable de Ford en el continente.
El directivo ya ha indicado que quiere acelerar el desarrollo de productos que conecten mejor con las necesidades del cliente europeo y que se puedan industrializar más rápido. El futuro SUV compacto se convierte así en una pieza clave del nuevo plan estratégico de la marca para los próximos años, con el objetivo de estabilizar su posición en un mercado muy competitivo y en plena transición tecnológica.
Rivales directos: del Qashqai al Bigster y al Compass…
Por tamaño, enfoque y tecnología, el sustituto del Focus competirá en pleno corazón del segmento C-SUV, el más disputado en Europa. Entre sus rivales naturales estarán pesos pesados como Nissan Qashqai, Kia Sportage, Hyundai Tucson o Volkswagen Tiguan, todos con gamas electrificadas muy amplias. También se colocará frente a propuestas de corte algo más rudo, como el futuro Dacia Bigster, que en sus variantes superiores recurrirá a la hibridación.
También el nuevo Jeep Compass, que combinará versiones eléctricas, híbridas e híbridas enchufables en su oferta. Con su estética cuadrada y espíritu SUV de aire aventurero, Ford tratará de atraer a clientes que buscan algo diferente frente a los diseños más suaves de algunos competidores, pero sin alejarse de un posicionamiento de volumen, muy alejado del enfoque premium que tendrán otros modelos como el pequeño Clase G de Mercedes-Benz o el Defender «compacto» de Land Rover.
Precio esperado y posicionamiento en la gama Ford…
Aunque todavía no hay cifras oficiales, el nuevo SUV debería situarse dentro de la gama europea, tomando el lugar que hasta ahora ocupaban el Focus y, en cierto modo, también el desaparecido EcoSport. Como referencia, el actual Kuga híbrido enchufable fabricado en Valencia arranca en torno a los 33.000 euros en el mercado español. Cabe esperar que el nuevo modelo se mueva en una franja similar.
No obstante quizá lo haga con un precio de partida ligeramente superior si su diseño específico y su posicionamiento lo justifican. El objetivo será ofrecer una alternativa SUV híbrida enchufable de acceso dentro del segmento C, manteniendo un equilibrio entre coste, equipamiento y tecnología que le permita medirse a rivales muy asentados sin perder de vista el bolsillo de los clientes particulares y de flotas.
Reorganización de la gama europea y el papel de los SUV…
El lanzamiento de este modelo encaja con la profunda reconversión de la gama Ford en Europa. En los últimos años han ido «matando» turismos clásicos como Fiesta, Mondeo, S-Max o Galaxy, tanto por la caída de la demanda de berlinas y monovolúmenes como por la necesidad de priorizar productos más rentables. Frente a la pérdida de modelos generalistas, la marca está impulsando lo que denomina «modelos heroicos», vehículos con una imagen de marca más fuerte, muchas veces inspirados en su legado.
El Ford Mustang y, en menor medida, los diferentes Bronco, son el ejemplo más claro de esta línea de producto. Con el nuevo SUV híbrido enchufable fabricado en Valencia, Ford refuerza su alineación de todocaminos junto a Puma, Kuga, Explorer y Capri, utilizando el tirón del diseño Bronco para darle personalidad propia, pero manteniendo las ventajas prácticas y de coste de una base técnica ya amortizada.
La desaparición del Focus abre un nuevo capítulo para Ford en Europa y, sobre todo, para la planta de Almussafes, que volverá a ser clave en la estrategia de la marca. El nuevo SUV híbrido enchufable del segmento C, con diseño robusto inspirado en el Bronco y producción en España, aspira a convertirse en uno de los pilares comerciales del fabricante a partir de 2027, ocupando el hueco dejado por el compacto y reforzando la posición de la marca en un mercado cada vez más dominado por los SUV electrificados.
