Fernando Alonso ha estado estos días en Estados Unidos, donde el mundo de la Indy lo ha acogido con mucho entusiasmo. Prueba de ello es que los rookie test han sido seguidos en streaming por más de 70.000 aficionados (2 millones de personas le seguían en total y récord de ventas de entradas batido para la carrera, más ventas que en los últimos 20 años) y ya le han puesto su nombre a una de las calles de boxes en el circuito de Indianápolis. Alonso se ha empeñado en realizar esta carrera para intentar ganarla a costa de perderse el GP de Mónaco de F1, pero quiere ganar las mejores carreras, sumando así sus mundiales de F1 a las victorias en Mónaco para ahora intentar sumar la Indy y quizás el próximo año Le Mans…
Alonso puedo conducir su nuevo monoplaza sin problemas, completando 110 vueltas y solo poniendo fin a la sesión por los problemas de lluvia que hubo al final de la jornada. Periodistas y el propio Mario Andretti se enorgullecieron del estado de conducción del asturiano y han comunicado que hizo una sesión perfecta e increíble. El propio Fernando se veía con una cara bastante sonriente de haber probado estos coches, y así lo afirmaba Zack Brawn, que ha indicado que nunca había visto a Fernando tan feliz.
World Copyright: Michael L. Levitt
LAT Images
El propio Alonso ha dicho que se sintió bien con el coche, ha ido ganando confianza poco a poco en los óvalos, aunque dice que lo de conducir en óvalos peraltados y en contra de las agujas del reloj es algo extraño para él. No obstante todo fue bien y no hubo incidente alguno en este rookie test. Para los que no lo siguieron, se trataba de dar tandas de vueltas donde cada vez le iban quitando más carga aerodinámica para ganar en velocidad en detrimento del agarre. Así es como se coge confianza con estos coches.
La jornada pasó sin problemas destacables, completando muchos kilómetros en óvalo con esas 110 vueltas y acostumbrándose al coche real, puesto que hasta ahora solo había probado en simulador. Aún le queda mucho más que aprender, y esta vez rodó solo, ahora falta seguir entrenando y rodar también con tráfico, que es otro problema añadido, cogiendo rebufos y cambiando las trazadas, además del aire sucio que puede hacerte perder algo de carga. ¿El resumen final de la jornada? Pues que Alonso consiguió rodar a una velocidad máxima de 222,548 millas por hora, es decir, unos 358 km/h.